Reseña de El Incidente Darwin vol.5, de Shun Umezawa - Distrito Manga

 

Distrito Manga, el sello de manga de Penguin Random House, lanzaba recientemente el cuarto volumen de la serie manga El Incidente Darwin / Darwin Jihen (ダーウィン事変) de Shun Umezawa, una serie que ya cuenta con cuatro números en Japón (y abierta) y ganadora de los premios Manga Taishô 2022.

La galardonada serie etiquetada como seinen inició su publicación en la revista Monthly Afternoon de Kodansha en junio de 2020, y Distrito Manga realiza una clara declaración de intenciones con una publicación de calidad en un formato idéntico al japonés, un tankoubon (rústica con sobrecubierta) de 132mm x 179mm, en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro maquetadas y traducidas por Jesús Espí de Daruma.

Prácticamente la totalidad de la obra de Shun Umezawa ha sido publicada en España a estas alturas a manos de ECC Ediciones, bajo cuyas ediciones ya hemos podido disfrutar de Utopías o Bajo un cielo como unos pantis, obras que ya cuestionaban la moralidad de formas muy diferentes y cuyo trasfondo nos lleva hasta su obra más reciente, El Incidente Darwin.

El Incidente Darwin

En tomos anteriores éramos testigos del nacimiento del primer humancé, un híbrido de humano y chimpancé, en un experimento realizado en un laboratorio de investigación biológica de USA. Quince años más tarde y tras haber pasado toda su vida junto a sus padres adoptivos, Charlie comienza su vida en el instituto como cualquier chico de su edad para relacionarse con más seres humanos y conoce a Lucy, una muchacha en la que no tarda en encontrar a su primera amiga.

Sin embargo mientras Charlie comienza a interactuar con otros humanos, el grupo terrorista ALA (Alianza de Liberación Animal) empieza a mover ficha para convertir a Charlie en su líder, lo cual termina cobrándose demasiadas víctimas, entre las que se encuentran los padres adoptivos del protagonista. En medio de esta devastación, su amiga Lucy se convierte en su única fuente de consuelo, la única presencia que lo mantiene sereno y evita que su lado oscuro se desate.

Justo cuando empieza a vislumbrar la posibilidad de recuperar un atisbo de normalidad en su vida, llega la noticia devastadora de la grave enfermedad de su madre biológica, Eva. En sus últimos momentos, Eva encuentra la fuerza para transmitir un mensaje a su hijo, un mensaje que sacudirá los cimientos de la percepción de Charlie sobre el mundo y desafiará todo aquello que creía conocer hasta ese momento... 

Tiene otro hijo.

Este segundo humancé del cual casi nadie tenía constancia es el hermano mayor de Charlie, otro híbrido que ha vivido en la sombra del cautiverio y la experimentación desde su nacimiento en un vientre de alquiler, habiendo sufrido toda una serie de situaciones deleznables que nunca han llegado a charlie.

Omelas, que es el nombre al cual responde este ser, es el auténtico líder a la sombra de la ALA, un ser frío con poco o ningún aprecio por la vida humana que esta decidido a utilizar la organización que le ha dado cobijo como un instrumento para vengarse de todo lo que le ha sucedido a él y al resto de animales que se han visto sometidos a las mismas vejaciones.

El primer encuentro entre ambos hermanos no tarda en suceder cuando se sabe la verdad, y frente a la tumba de su madre Eva desatan toda una serie de hostilidades que dejan clara la superioridad que Omelas posee sobre su hermano pequeño...

Ahora, con la mayoría de las cartas sobre la mesa y con Charlie recuperándose de una batalla que casi acaba con su vida, comienza una carrera por llegar hasta donde se oculta el doctor Grossman, padre científico y biológico de los dos hibridos.

Shun Umezawa crea una historia con una carga social inmensa, guiada por un personaje tan interesante como Charlie, quién ajeno a nuestras convenciones tiene mucho que decir sobre nosotros, acompañado de toda una serie de personajes que acarrean sobre sus hombros un peso social muy grande: la marginación, el terrorismo y la radicalización. 

Un planteamiento sobre la realidad en la que vivimos y las cuestionables normas sociales a las que nos avenimos.

Todo esto en compañía de un dibujo precioso y repleto de detalles, un trazo fino que tan pronto retrata unos rasgos realistas como la peculiaridad suavidad de la expresión de Charlie, creando un ambiente que alterna entre el thriller y la acción más explosiva.

Sin duda este es un manga que recomendamos leer a todo el mundo, una obra que define por completo el sello Distrito Manga como uno de los más destacables a nivel nacional.