Recuperamos nuestros shojos más clásicos y hoy traemos el octavo tomo del manga Siempre habrá otra oportunidad, obra de Rika Enoki que se encuentra en publicación en nuestro país gracias a la editorial Babylon Ediciones.
Como suele ser habitual, el tomo cuenta con un formato en cartoné de tapas blandas y extraíbles que cuenta con un lomo plano y una dulce estampa de los enamorados protagonistas en lo que parece un festival navideño. Su interior está compuesto por 164 páginas en blanco y negro más las dos primeras a color y tiene un tamaño de 12 x 18 cm. Para aquellos que se quieran hacer con este nuevo volumen de esta adorable serie shojo, tienen el tomo a la venta desde agosto por 8.95€
Siempre habrá otra oportunidad Vol.8 
Yae cada vez es mas consciente de que su relación con Oda va a sufrir un gran bache cuando se tenga que volver a estudiar a Tokio. ¿Funcionará su relación a distancia o se irá perdiendo el romance con cada nueva visita? El miedo la atenaza y la única solución que encuentra es pedirle consejo a sus amigas.
Estas, como buenas adolescentes, le hacen recomendaciones no del todo correctas, pero entre todo lo que le dicen sí que hay una que le gusta, aprovechar San Valentin para atraer a Oda y hacerle caer rendido a sus pies. Lamentablemente, aunque la idea es buena no consigue que salga como ella esperaba, y se encuentra de nuevo en la casilla de salida y todavía con menos ánimos.
Pero Yae no es la única que se preocupa por estas cosas, el mismo Oda es consciente de que pronto la chica se tendrá que marchar, por eso cuando ella le admite que le encantaría poder marcharse con él y desaparecer del mundo, el chico se sube al coche y la lleva todo lo lejos que puede.
La experiencia de los dos, sin nada más que un coche y la ropa que llevan puesta, es enriquecedora y liberadora, pero les hace darse cuenta de que tienen unas obligaciones que no quieren dejar atrás, y ahora que Yae ha decidido de lo que quiere estudiar, solo les queda una barrera que saltar para seguir juntos.
El miedo a que una relación cercana se rompa por la distancia es algo muy habitual, y más todavía sí hay un problema como la diferencia de edad. Por eso que este tomo se enfoque precisamente en esta materia nos parece muy interesante y una forma perfecta de demostrar la preocupación de los personajes, pero con temas realistas.
Además, personalmente me ha encantado ver como no es solamente Yae la que teme por su relación, sino que Oda, pese a ser más maduro, también es consciente de que el día tarde o temprano llegará. Como extra, que por fin pasen de los besos o algo más, es todo un avance en este manga y ya teníamos ganas de que sucediera.
En cuanto al arte, en esta ocasión los personajes se van a un adorable parque de atracciones con pingüinos, no hay fondos más bonitos que estos y poder verlos arreglados y con ropa tradicional trabajando en el templo, es un agradable cambio de aires a lo largo del tomo. Simplemente precioso y siempre con el estilo delicado que caracteriza este manga.
Así pues, para acabar podemos decir que la relación de enamorados de estos dos personajes va viento en popa, algo que nos alegra muchísimo. La forma de narrarlo va consiguiendo poco a poco más madurez en el carácter de sus protagonistas y nos permite ver una trama bien realizada. Simplemente, otro gran tomo de un shojo clásico donde los haya.