Comics clásicos Europeos hay unos cuantos, pero pocos llegan tan al corazón como la sencilla obra creada entre Zidrou y Jordi Lafebre bajo el nombre de Lydie. Y es que esta preciosa historia de amor entre una madre, su hija trasciende a los habitantes del pequeño pueblo donde residen y llega a su vez al lector, con una intensidad y cariño suficientes como para que Norma Editorial decida reeditarlo con un nuevo formato.
Como sucedió con su anterior publicación, estamos ante un tomo en rústica con tapas duras y sin sobrecubiertas, que tiene un tamaño aproximado de 22 x 29 cm. Encontrando en su interior 72 páginas a todo color que nos enternecerán con su lectura y cariño. El precio de este nuevo ejemplar es de 21€ y está disponible en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Lydie 
Hablar de Lydie no es fácil, aunque su madre, Camille, haga que lo parezca, ¿pero acaso no es lo que toda buena madre haría por el amor de su hija?.
La pequeña Lydie muere unos instantes después de nacer, pero pasados unos días el dolor y la pérdida se transforman en gritos de alegría cuando su madre anuncia que el bebé ha vuelto. Las sábanas y la cuna están vacías, pero ¿por qué iban su padre y sus vecinos a contradecirla? Así empieza la historia de Camille y la de la pequeña Lydie, esa sombra que no está, pero que se ve claramente en los ojos de su madre.
Por ello, porque esta niña, esta pequeña Lydie, le devuelve el color a la cara y el brillo a la sonrisa de Camille, tanto su familia como sus amigos verán a la pequeña buscando la misma intensidad que la de su madre, allí, en esos brazos vacíos, en esa silla ausente y en esas visitas nocturnas al médico.
Todos seguirán la historia de la pequeña que no fue, pero que por el milagro del amor de una madre, se convirtió en una ausencia corpórea, en la ficción que tienen que creer y en el cariño de su madre y su familia, quienes acompañarán siempre a Lydie dando sus primeros pasos, sus primeras comidas y esté, o no esté, en su vida.
No hay cosa más bonita que esta belleza de Zidrou y Lafebre. La verdad es que es una obra delicada, tierna, llena de escenas conmovedoras, pero que a su vez nos saben sacar una sonrisa con su puntito de comedia, lo justo y necesario para que no sea solo drama sino también alegrías. Y es que Lydie fue una de las primeras obras que consagraron a este duo de artistas como uno de los más famosos franco-españoles, por lo que poder volver acceder a Lydie gracias a esta nueva reedición es una alegría.
Claro está, esta obra se centra en un aspecto muy delicado de la vida, la perdida de una criatura y la forma que se vive el duelo de esta, por lo que hay que tener especial cariño con este tema y asegurarse de que no va a sentar mal al lector que sea propenso a vivir intensamente este tipo de situaciones.
En cuanto al arte, se nota que Lafebre estaba en sus primeros años como dibujante, porque desde entonces ha mejorado mucho su proceso de dibujo, pero Lydie tiene sus primeros trazos, esos diseños de personajes tan suyos y ese estilo de dibujo algo caricaturesco pero bien proporcionado y sobre todo muy humano. Perfecto para Lydie y las obras de Zidrou, que admitámoslo, tienden a ser más humanas y dramáticas de lo que nos gustaría.
Para acabar solo podemos reincidir en lo mismo. Esta es una gran obra de esas que dejan el corazón blandito tras su lectura. Es preciosa, delicada, trata la muerte de una forma muy tierna y tiene ese punto de esperanza justa para sacarnos una sonrisa con sus escenas más cómicas. Si todavía no lo has leído o no lo tienes en tus estanterías, este es claramente un must-have y la mejor oportunidad para hacerte con él.