Ivrea lanzaba recientemente el tomo 8 del manga Komi-san no puede comunicarse (Komi-san wa, Komyushō desu) de Tomohito Oda, ofreciéndonos un poco más de esta silenciosa waifu que nos ha robado el corazón.
Ivrea nos ofrece la serie en una edición de tomos dobles en formato B6 con periodicidad bimestral.
Oda lanzó el manga en Weekly Shonen Sunday en mayo de 2016, después de publicar por primera vez un one-shot del manga en septiembre de 2015. Shogakukan ya ha publicado 28 tomos.
La vida de Komi y sus condicionamientos por sus problemas de comunicación continúan cambiando a pasos agigantados a medida que sus interacciones sociales son cada vez más prolíficas gracias a Hitohito Tadano... y más ahora que se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimientos por el chico.
Ahora con una Komi mucho más vergonzosa que no sabe como gestionar esos nuevos y recién descubiertos sentimientos, nos encontramos ante unos gags cada vez más divertidos e interesantes en los que la muchacha se muestra cada vez más transparente aunque Tadano sea prácticamente incapaz de darse cuenta de la realidad.
En estos tomos seguimos conociendo más miembros de la peculiar clase de Komi, donde día a día se van presentando nuevos casos de gente con problemas de comunicación. Esta vez lo más destacable es la aparición de Kyoko Isagi, una chica con un grave problema de obsesión con la limpieza que ha ido truncando su vida social. Ahora que aspira a presidenta del consejo estudiantil, se verá forzada a abrirse a la ayuda de sus compañeros de clase y a la posibilidad de crear nuevos amigos, entre los que por supuesto encontraremos a Komi, quién desempeñará un importante papel en la nueva vida de Asagi.
Superada esta saga, compartiremos algunos momentos cotidianos de Komi para conocerla aun más y presenciar como su grupo de amigos continúa creciendo, como en las nuevas jornadas deportivas, las revisiones médicas o en una peculiar visita de algunos de sus amigos para cenar a casa con sus padres, dónde la presencia de Manbagi y del propio Tadano dispararán algunas escenas de lo más tiernas.
Por supuesto, además de a la recién nombrada presidenta del consejo estudiantil, el tomo ofrecerá algunas historias centradas en otros personajes, como es el caso del hermano de Komi-san, el silencioso Shosuke y sus peculiares relaciones sociales tanto con sus compañeros como con su padre.
Y a todo esto cabe añadir algunas historias flashback enfocadas en la peculiar pareja que formaban los padres de Komi, unos gags desternillantes que solo despiertan ternura al leerlos.
Finalmente llegamos a las nuevas jornadas culturales, dónde esta vez la clase de los protagonistas opta por representar una obra en la que, por supuesto, la princesa será la tímida Komi. Aunque las cosas se desmadrarán bastante y al final terminarán haciendo dos obras completamente diferentes, lo más destacable es que los sucesos acontecidos en esta saga empezarán a disparar las relaciones románticas que rodean a Tadano... aunque el pobre chaval no se percaté de nada todavía.
Esto, sumado a su precioso estilo de dibujo que sabe alternar los rostros cómicos de Komi-san con sus expresiones más tiernas, logra crear un ambiente que nos mantiene enganchados para descubrir cada nuevo capítulo a que nuevos desafíos sociales se enfrentan nuestros personajes.
