Reseña de Deseado por la Muerte, de Aoi Akashiro, Murata Shinya y Tsuyoshi Watanabe - Locura Mangaline
Touya es un muchacho cuya involuntaria pinta de gamberro lo ha convertido en el marginado de la clase. Todos le temen y lo evitan…todos menos Inami, la chica más popular de la escuela, quien está obsesionada con él. Sin embargo, Inami tiene un secreto. Debajo de su apariencia de colegiala inocente se esconde una poderosa asesina, una literal diosa de la muerte, con un solo objetivo: ingerir enormes cantidades de la saliva del pobre Touya.
¿Quién es en verdad Inami y por qué necesita de los fluidos de Touya?
Cómo ya os mencionábamos hace unos días, Locura MangaLine Ediciones da inicio al fin a su camino en el mercado con el lanzamiento de sus dos primeras licencias: Rozen Garten Saga y Deseado por la Muerte, dos títulos repletos de muy buen humor y muchísimos pechotes.
Tras traeros nuestra reseña de Rozen Garten Saga, hoy es el turno de nuestro repaso a Deseado por la Muerte, una comedia romántica con mucho harem y abuso no consentido a varones musculosos de Aoi Akashiro, Murata Shinya y Tsuyoshi Watanabe.
Titulada originalmente Shinigami Musume wa Peropero Shitai (死神娘はぺろぺろしたい), la obra se publicó desde 2020 en la revista Heros de la editorial Shogakukan, terminando con un total de cuatro tomos tankoubon. Mangaline ha optado por publicarla en una edición kanzenban de tomos dobles rústica de tapa blanda y con sobrecubierta formato A5 (148x210mm), por lo que finalizará en únicamente dos entregas que además presentan un formato que es una gozada para el otaku.
Deseado por la Muerte (Shinigami Musume wa Peropero Shitai)
La historia nos presenta a un adolescente anormalmente mazado y con pinta de gamberro teñido llamado Touya, un tipo que no solo ha visto sus relaciones sociales condicionadas por su aspecto rudo, convirtiéndole en un absoluto marginal sin amigos, si no que además es brutalmente acosado sexualmente y sin perdón por su compañera Inami, la tipa más buenorra y adorada de la escuela.
Aunque todo a su alrededor piensan que el la está coaccionando - básicamente por que lo contrario resulta imposible para la comprensión humana -, la misteriosa muchacha está totalmente obsesionada con su saliva, por lo que además de intentar enamorarle se pasa el día generando una situación pública comprometida para lograr acceder al codiciado fluido corporal. Pero ¿Cuál es el origen de este acoso y derribo que ha convertido la vida del chaval en un infierno?
Resulta que la chica en realidad es Izanami, la diosa japonesa de la creación, el libertinaje y unas cuantas cosas más, lo que además de dotarla de toda una serie de habilidades la convierte en una asesina inmisericorde y uno de los miembros más poderoso de los 13M, una organización ya desaparecida que reúne en su haber a los seres más letales de la creación (por supuesto, todas mujeres de buen ver).
Este repertorio de frikis sádicas, además de unas capacidades letales indiscutibles, poseen unas ansias de matar irrefrenables que, por algún motivo que descubriremos un poco más adelante, solo pueden ser frenadas y suprimidas temporalmente al ingerir uno de los fluidos corporales de Touya.
Esto por supuesto no solo atrae a Inami; pronto el resto de los ex-miembros del M13 comienzan a llegar para conseguir los deseados líquidos corporales de Touya o bien para asesinarle, debido a la inmensa amenaza que supone para todos ellos.
El tema es que, además de que cada uno de ellos se ve anulado por un fluido diferente, este les crea una poderosa adicción que las convierte básicamente en yonkis imparables, capaces de cualquier cosa por lograr que Touya les preste algo de atención - o en su caso, algo de fluido - mientras protegen al chaval de las M13 que aun quieren acabar con su vida.
Vaya locura. Es lo primero que se me viene a la cabeza al hablar de este título.
Aoi Akashiro y Murata Shinya hacen acopio de todos los clichés del género ecchi y el harem y lo catapultan al infinito para conseguir una historia digna de una noche de borrachera, un sin parar de situaciones absurdas que siempre terminan con el pobre Touya a merced de las salidorras de sus acosadoras... siempre lideradas por Inami, la más chalada de todo el repertorio.
Una vez más tenemos ante nosotros una obra que busca, ante todo, divertirnos, y su lenguaje es el harem más puro y típico que nos podamos encontrar, pasándose cuatro pueblos en cada nueva inventiva de aprovecharse del pobre protagonista. Pero la situación se va tanto de las manos, que termina siendo mucho más divertida de lo que esperábamos.
Tsuyoshi Watanabe enriquece la trama con un dibujo simplemente genial que convierte a todas estas maníacas en un montón de estereotipos hentai. Y eso nos encanta.
Su estilo de dibujo es pulcro, un trabajo digital de trazos bien definidos capaz de dar vida a todo este repertorio de féminas curvilíneas con vestimentas mínimas ya sea en situaciones eróticas o en unas escenas de acción de lo más dinámicas.
Si te gustan la comedia harem y las waifus de pechonalidad generosa aderezado con un poco de acción, este manga hará tus delicias.
