Review del manga My Cosmic Monster de Motteke - Odaiba Ediciones

Odaiba incluye a su catálogo de series manga un nuevo shojo tan adorable como divertido, se trata de My Cosmic Monster, obra de Motteke editada en 2 tomos, de los cuales ya tenemos en nuestras manos el primero.

En cuanto al formato que nos presentan es un sencillo tomo en rústica con sobrecubiertas extraíbles y un tamaño aproximado de 180 x 130 cm. En su interior encontramos 144 páginas en blanco y negro llenas de divertidas escenas y mucho amor con las que divertirnos de lo lindo. Para aquellos que se quieran hacer con el primer número de esta serie, lo tienen a la venta desde el pasado 22 de noviembre por 7.50€

My Cosmic Monster 

Tsubaki es una estudiante de secundaria que vive pendiente de estar mona todo el tiempo, considerando que solamente así conseguirá un buen partido, el amor de su vida y ser feliz. Sin embargo, cuando está a solas o con su familia, revela su verdadero ser, es gritona, se enfada como cualquier persona y rechista que da gusto. Una chica normal, vamos.

Un día volviendo a casa recoge un animal extraño con forma de bola peluda, supersuave y con cuernos. Se estaban dando un baño juntos cuando de repente... ¡¿La pequeña bola de pelo se transforma en un chico completamente desnudo?!

Fuwa, el chico pelocho desconocido, al cogerle cariño a Tsubaki, decide quedarse a vivir con ella, pero no viene solo, porque su mayordomo y piloto de la nave acudirá a su ayuda y juntos se quedarán a vivir con Tsubaki y su hermana, fan de los aliens.

Con este personaje en casa cuestionando sus decisiones sobre chicos, acudiendo al instituto como ella y estando a su lado casi todo el rato, ¿qué será de la faceta mona y adorable de Tsubaki? Desde luego será cada vez más difícil de mantener.

Ante semejante premisa tan sencilla y tontita, nos encontramos ante un manga divertido, casi diría que hilarante y muy entretenido, que nos presenta a una protagonista a la que se le caen todos los esquemas al encontrarse en una extraña situación, básicamente con un alient buenorro en casa.

Obviamente, no podemos esperar un manga excesivamente profundo o con grandes giros de trama, pero si que es verdad que esto no es necesario, lo que nos muestran en el primer tomo ya es suficientemente interesante para engancharnos a leer el segundo, y ese es el fin y al cabo, el objetivo de la historia.

En cuanto al arte de este manga, la verdad es que es bonito pero sobre todo divertido. Encontramos muchas escenas cómicas, caras largas, chistes visuales y comedia en general, por lo que aunque el arte no sea supercuidado o elegante, consigue sacarnos la sonrisa con su lectura. Además, admitimos que como Tsubaki, la versión alien de Fuwa a nosotras también nos había engañado, las cosas como son.

Por lo tanto, estamos ante un manga fácil de leer, cómico y lleno de diversión, que es la recomendación perfecta a todos aquellos que busquen una lectura fácil y sin grandes dilemas. Ya tenemos ganas de seguir leyendo la continuación, porque pinta de lo más interesante.