Una reseña de FJ Arcos Serrano
En este volumen seguimos a la reina pirata Janni Nemo en su enfrentamiento contra los horrores de la Antártida (Corazón de hielo), las monstruosidades mecánicas metropolitanas (Rosas de Berlín) y tiranos depravados (Río de fantasmas), todos ellos acompañados por una nueva ilustración de cubierta.
Para los que sois seguidores del barbudo de Northampton sabéis que enfrentarse a la lectura de prácticamente cualquier obra suya exige “hacer las tareas” e ir preparado para encontrarse con múltiples referencias pulp, homenajes, metáforas y su particular regalo para los lectores: su continua búsqueda de nuevas y exclusivas formas de narrar para el medio.
Este integral recoge los tres libros Corazón de hielo, Las rosas de Berlín y Río de Fantasmas protagonizados por Janni Dakkar, la hija del Capitán del Nautilus al que vimos en anteriores tomos de la serie La Liga de los Hombres Extraordinarios. Cada libro se desarrolla en una época distinta, estando ambientado el primero de ellos en los años 20, el segundo en los años 40 y el último en los años 70-80.
De nuevo tenemos constantes referencias a obras de ficción de todo tipo y a personajes históricos que obligan al lector a estar constantemente consultando en la red para que nada se escape a nuestro entendimiento…pero no os asustéis, ya que hay de todo en estas páginas y de las tres aventuras aquí incluidas es en Nemo: Río de fantasmas donde encontramos una lectura mucho más accesible y ligera y mucho menos ambiciosa que sus predecesoras.
En global podríamos señalar que Moore vuelve a estar brillante, con una narrativa fresca y eficaz, sorprendente en algunos temas y apabullante en otros.
El peculiar dibujo de Kevin O’Neill mantiene el excelente nivel que siempre ha tenido en los distintos cómics del entorno de la Liga de los Caballeros Extraordinarios. A los que ya lo conocéis sabréis de su querencia por unos personajes poco agraciados que se mueven en mundos repletos de detalles que podemos observar en esas splash pages maravillosas del dibujante. Increíble igualmente es su habilidad para dibujar complejas estructuras, diversos y variopintos vehículos y escenarios de todo tipo.
Su estilo a base de estéticas deformes encaja a la perfección con la historia de Moore, tanto a nivel estilístico como narrativo.
En definitiva: Este integral de Nemo vuelve a demostrar que el talento de Alan Moore está lejos de agotarse y que, junto al alocado y personal artista Kevin O’Neill, nos sumerge en una maravillosa historia llena de magia, fantasía e inventos tecnológicos.