Tras unos meses sin escuchar nada sobre nuestra ladrona favorita, hoy llegamos por fin con el cuarto volúmen de Gata negra, obra de Joey Vazquez, Jed Mackay y Mike Dowling que nos sumerge en lo más profundo de la Ciudad Dorada para maravillarnos con su brillo y sus demonios, nunca mejor dicho.
La editorial Panini nos presenta este cuarto tomo como sus predecesores, es decir con un formato en tapa blanda que mide 17 x 26 cm y tiene un interior formado por 112 páginas, en las que se recopilan los números originales de Black Cat 5-7 y Annual 1. Para aquellos que se quieran hacer con este cuarto volúmen de la serie regular de Gata negra, tienen el tomo a la venta por 14€ en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Gata Negra Vol.4: La ciudad dorada 
Por fin, parece que nuestra querida Gata Negra, acompañada de su mentor, el Zorro plateado, han conseguido llegar allá donde se proponían, al interior de las arcas del gremio de ladrones donde pretenden hacerse con todo el botín de una vida de robos para desaparecer como si nadie supiera lo que ha pasado.
Lástima que cuando justo están a punto de entrar en el terreno mágico de joyas y oro hay algo que les detiene, nada mas y nada menos que una entidad eterna, el guardián de las arcas y señor de la vida y la muerte. Para Felicia esto supondrá un gran shock, para Zorro no, porque era ese su verdadero objetivo.
Y es que a espaldas de su pupila el astuto ladrón ha trazado un plan en el que su objetivo era hacerse con la vida eterna y la de Felicia, al coste que fuera necesario, en este caso, cambiando sus vidas por una porción de Nueva York, y todo aquel que se encuentre en ella.
Dicha traición deja a Felicia sabiendo que solo puede hacer una cosa para evitar un mal mayor, ponerse las garras y contraatacar, porque nadie roba a una ladrona como ella y mucho menos la engaña de esta manera. Es la hora de contraatacar.
El camino hasta llegar al final de este arco ha sido complejo, nuestra protagonista ha tenido que lidiar con muchos enemigos pero lo que ni ella ni nosotros esperábamos es que su maestro y persona más cercana fuera la que realmente le iba a traicionar. Y menuda traición por todo lo alto.
Por suerte nos encanta que Felicia sea una mujer hecha y derecha, que no dude en el momento de empuñar la sentencia que sabe que el enemigo se merece. Aunque en este caso nos permita ver como pese a su coraza de acero, sigue teniendo dentro un corazón blandito que resulta herido ante este problema.
El arte en este tomo cambia un poco de los anteriores. Personalmente me gustaba más la chica pin-up de entonces, la máscara grande y los movimientos de gata, cosas que se pierden en este caso para dar lugar a un aspecto mas realista y con menos peripecias al estar enfocado sobre todo al sentimentalismo. Nada que esté incorrecto, pero que no nos termina de gustar del todo.
Con esto acaba otro arco de nuestra gata favorita, nos despedimos de su misión por todo lo alto y le deseemos lo mejor para futuros robos, aunque por ahora no sepamos que es lo que realmente va a suceder con ella a futuro si que sabemos que seguirá estando en nuestros corazones.