Norma Editorial publicaba con sus recientes novedades los tomos 5 y 6 de Jirokuraku, obra original de Yûji Kaku y uno de los shonen más molones de los que han sido lanzados recientemente.
Jigokuraku (地獄楽) se publicó semanalmente de forma gratuita en la aplicación Shōnen Jump+ desde el 22 de enero de 2018 al 25 de enero de 2021, recopilándose en un total de 13 volúmenes tankōbon.
Recientemente se anunciaba una próxima adaptación anime en proceso.
Norma Editorial publica el manga en una edición que emula a la perfección el formato tankoubon japonés, en un rústica con sobrecubierta de 11,5x17 cm en cuyo interior encontramos 208 páginas en blanco y negro que reúnen los capítulos 27 al 46 y 47 al 56, respectivamente, en estos volúmenes.
El problema es que todos ellos viajan acompañados de su verdugo, un Yamada Asaemon, que se asegurará de que cumplan la misión encomendada.
En compañía de Sagiri, Gabimaru acepta, comenzando así una relación tenue entre prisionero y verdugo mientras se embarcan en un viaje a una isla extraña cuya exploración inicial ya deja claro que esto no va a ser nada sencillo: No solo los propios criminales compiten cruelmente por ser los ganadores de dicha libertad, si no que pronto los monstruos comienzan ha hacer aparición, transformando la idílica isla en un horrible infierno.
El tema es que esta isla está más lejos de ser un paraíso y más cerca de ser el infierno: toda una suerte de monstruos masacran a los asesinos al llegar, separándolos y convirtiendo la misión en algo mucho más desesperado. Y no solo ellos: Los más peligrosos son los Tensen, 7 seres inmortales que en una vida de excesos se centran en desarrollar el Tao, una fuerza interior que los eleva por encima de todos los demás seres y les impide recibir daño... a no ser que se trate de otro usuario del Tao.
Tras algunos enfrentamientos contra ellos por parte de algunos de los protagonistas, ahora llega el turno de Sagiri, Senta y Yuzuriha, quienes llegan a Hôrai - dónde habitan los Tensen - y se encuentran de cabeza con uno de ellos: Mu Dan.
El grupo formado por las dos mujeres y el sabio Asaemon descubrirán por las malas la existencia del "tao" y la prácticamente inmortalidad de estos seres a los que deben hacer frente a lo largo de un horrible enfrentamiento que las llevará al límite una y otra vez.
Al desesperado pronto se unirán Shion y Nurugai, propiciando un duelo que los llevará a descubrir mucho sobre la naturaleza tanto del enemigo como del propio Tao, aunque se cobrará un precio muy alto.
En otro orden de cosas tenemos a Gabimaru, que tras haber hecho frente a los Tensen con su recién descubierto tao ha visto como la mayoría de sus recuerdos se desplomaban. Agotado y con su mente hecha un desastre incapaz de discernir entre realidad y mentira, Gabimaru se plantea hasta que punto la vida que creía haber tenido es real.
En medio de esta dicotomía, su destino se dará de bruces con Aza Chôbê y su hermano, el verdugo Tôma, quienes tras haber dominado esta energía están dispuestos a eliminar al protagonista.
A esto sumamos su desarrollo de toda la mitología de los Tensen que gana interés prácticamente en cada página hasta convertirse en uno de los focos principales de este tomo.
El peso de la historia poco a poco nos hechiza, pasando de una historia de ninjas y samurais a un battle royale, y antes de darnos cuenta, en una de misterio repleta de infernales y bizarros demonios inhumanos.