Una historia de amor, odio y paternidad como nunca antes habías leído. Veneno, la criatura formada por Eddie Brock y el parásito traído por Spiderman del planeta de las Guerras Secretas, ha regresado, y también su vástago maldito, el asesino en serie conocido como Matanza. ¿Crees que puede haber algo peor que estos dos simbiontes? Eso es porque todavía no has visto de lo que es capaz un tercero.
Panini Comics nos vuelve a traer este tesoro en un recopilatorio de lujo, con 104 páginas a color en cuyo interior encontramos la totalidad de esta historia con Venom Vs. Carnage 1-4, en el interior de un cartoné de 17x26 cm.
¿Quién pensaría que una batalla entre Veneno y Matanza escrita por Peter Milligan sería sobre el nacimiento de un nuevo simbionte? Toxina es el hijo no deseado de Matanza y el nieto que Veneno, quién quiere criarlo para convertirle en su compañero para liquidar a Spider-man. Pero Matanza es un psicópata y lo único que quiere es eliminar a su retoño nada más nacer.
Sea como sea, todos estos planes les llevan a una batalla a través de Manhattan en la que su objetivo termina perdiéndose cuando el simbionte recién nacido decide tomar como huésped a un noble policía de la gran manzana.
Conscientes de que esta situación se les va de las manos, los dos villanos deciden tomar medidas, las cuales terminan inmiscuyendo a Spider-man y Gata Negra, el propio policía y su familia, la cual acaba de crecer con un nuevo bebé.
De una forma muy retorcida, el tema que Peter Milligan quiere abordar en este tomo es la paternidad. La conexión entre los tres simbiontes y el hecho de que el portador de Toxina acabe de ser padre y generan todo un tema sobre la herencia y el deseo de que la descendencia siga el paso de sus progenitores.
Por otro lado, hay algunas cosas que se sienten raras en esta historia, como por que Gata Negra no conoce a Veneno y Matanza, lo cual nos hace pensar que nos encontramos ante un universo diferente, una historia única independiente del Universo 616... aunque todo esto son suposiciones de lector que no sabe como hacer frente a las incongruencias presentadas.
La historia de Peter Milligan es interesante, pero el arte de Clayton Crain es lo mejor de lejos. Los simbiontes requieren de un tipo de gracia especial a la hora de dibujar, y Clayton Crain hace que Carnage sea horriblemente alienígena, con zarcillos volando por todas partes.
Si tienes predilección por los villanos locos, no te pierdas esto.