Japón es capaz de traernos todo tipo de mangas, de deportes, romance, fantasía y además de todo tipo de profesiones. Hoy el tomo que venimos a reseñar es precisamente de una profesión muy sencilla pero que esconde muchas sorpresas, la de librero. Así la editorial Fandogamia nos presenta La librera calavera Honda-san, obra biográfica de la misma Honda quien nos explica sus vivencias y día a día en su puesto de trabajo.
El formato que nos presenta la editorial Fandogamia es un tomo en rústica con sobrecubiertas extraíbles en tankoubon, siendo el primero de una serie de 4 tomos. Mide 18 x 13 cm con un interior formado por 168 páginas, siendo las 2 primeras a color y se encuentra dentro de la línea Yamanote de la editorial. El primer tomo se encuentra a la venta por 8€ desde inicios de noviembre en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
La librera calavera Honda-san
Honda es una persona normal que trabaja en una librería especializada en cómics. Que su imagen de sí misma sea una calavera no tiene nada que ver, lo mismo que sucede con sus compañeros de trabajo, que todos llevan la cara cubierta o tapada por todo tipo de máscaras y objetos.
Estas extrañas apariencias solo sirven para respetar el anonimato y para reírnos un rato con las ocurrencias de su autora.
Así, basándose en sus experiencias reales, Honda nos cuenta cómo fue trabajar en una librería, atender clientes peculiares, la colocación de los títulos, el trato con las editoriales y todo tipo de detalles grandes y pequeños que llenaban su día a día.
Lo más divertido de todo, los clientes que acudían a la librería buscando todo tipo de cosas, desde Doujinshis imposibles de conseguir, hasta material de arte o sugerencias de lectura
Una forma perfecta para conocer, desde el contexto japonés, qué recorrido tiene un libro en una librería, por qué es tan complicado que todos tengan un lugar preferente y cómo el trabajo de los libreros es más que aguantar clientes impertinentes... aunque también lo hagan.
Si, se que suena raro un manga sobre una librera, quien nos iba a decir a nosotros que ésta profesión resultará emocionante? Pero si, Honda nos explica de una forma muy sencilla y amena algunos de los entresijos de las librerías japonesas y lo intercala con sus experiencias con clientes.
De esta forma, sin llegar a ser un manga totalmente didáctico, podemos aprender mucho de una profesión bastante infravalorada, en la que se dejan más de lado los estereotipos clásicos de gente aburrida y con gafas,para dar paso a un personal muy friki en todos los aspectos.
Ahora bien, si tuviera que escoger una sección de todo el manga sería la de los doujinshis. Porque como buena extranjera friki, yo también me he plantado en una se esas librerías buscando doujins que no se pronunciar, enseñando las portadas en la pantalla del móvil y gritando demasiado cuando el silencio en las tiendas es sagrado. Lo bueno es que ahora ya se cómo evitar que vuelva a suceder o al menos a dónde me tengo que dirigir!
Sí, sabemos que al no ser un shonen la cosa se pone más fácil al no encontrar batallas a doble página. Y cómo tampoco es un shojo las tramas de flores y filigranas varias escasean, dejando más libertad al dibujo general y de slice of life.
Pero es precisamente esto lo que más nos atrae de este tipo de mangas, el costumbrismo de un día a día normal. Unos fondos urbanos, un diseño de personajes original pero comedido y sobretodo la mezcla que hace con la historia, consiguiendo un producto genial.
En conclusión, este manga quizás no llamará la atención de todos los lectores al ser muy específico, tener un corte muy sencillo y claramente no llevar a ningún lugar, pero es una gran obra para todos aquellos que quieran hacer del manga o del arte su oficio, al ayudar a generar una visión más amplia del mundo editorial. A nosotros nos ha encantado y no dudamos en recomendar a aquellos que buscan algo fuera de lo habitual en un manga de profesiones