Este pasado mes de marzo, Norma Editorial lanzaba al mercado ALIEN 3: El guión no filmado de William Gibson, adaptación a cómic de uno de los dos guiones que William Gibson escribió para Alien 3 y que fueron descartados para terminar llegando al cine como algo diametralmente diferente.
El primer borrador como tal ha sido accesible en la red desde hace mucho tiempo, pero este segundo guión (mucho mejor que el primero) ha sido bastante más difícil de conseguir hasta ahora. No hace falta que busquéis el primero, es una puta locura sin sentido, mientras que este es claramente la mejor historia que podría haber sido Alien 3. Sí, seguramente un tercer borrador hubiera terminado de pulir sus defectos, pero francamente, me agrada bastante más que la producción cinematográfica que terminó viendo la luz.
ALIEN 3: El guión no filmado de William Gibson
Johnnie Christmas ha sido el encargado de tomar este borrador y adaptarlo a un guión de cómic, además de aportar el arte interior y las portadas con la colaboradora del color de Tamra Bonvillain.
Johnnie Christmas realiza una adaptación del guión de Gibson es increíblemente fiel, lo cual es tanto una gran ventaja como algo negativo. Como ya he mencionado este segundo borrador necesita un "tercero" para pulir muchas cosas, por lo que para mantenerse el cómic hereda los mismos problemas. Pero para aquellos que quieran disfrutar del guión puro y duro (como es mi caso), esto es una pequeña joya que incluye solo algunos cambios de tiempo y de secuencia para crear un ambiente de suspense mayor.
Las pequeñas diferencias son en su mayor parte un diálogo ocasional eliminado y las principales diferencias giran en torno al personaje de Halliday, cuya introducción con Hicks se elimina por completo y muere mucho antes que en el guión.
El inicio del cómic nos llega a la travesía de la Sulaco, llevando a los protagonistas supervivientes de la segunda parte en animación suspendida hasta que un sabotaje provoca que la nave termine yendo a la deriva a través de un territorio que se encuentra bajo control de la Unión de Pueblos Progresistas, un movimiento político contrario a Weyland Yutani.
Tomando la travesía de la nave a través de su territorio como un ataque, deciden abordar la nace solo para encontrar entre sus pasajeros un huevo xenomorfo maduro, que crece del cuerpo bisecado del androide Bishop y que no dudan en robar antes de que la nave abandone su territorio y termine llegan a Anchorpoint, una estación espacial del lado de Weyland que recoge los restos de la nave.
A partir de aquí comienza a desarrollarse una trama de intereses políticos y tratados ratos entre Weyland y la UPP, mientras ambas facciones rompen todas las leyes existentes y se ponen a trabajar con el ADN xenomorfo encontrado en el interior de la Sulaco.
Por supuesto, el tira y afloja político que tan importante les parece en el principio se diluye por completo cuando el material genético se descontrola y da inicio a una horrorosa plaga en la que los aliens toman el control, extendiendo el horror y la masacre a lo largo de la estación.
El resultado es una historia que casa más con Alien: El Octavo Pasajero y Aliens de lo que lo hace la tercera entrega cinematográfica, aunque por desgracia la tensión de las primeras se pierde un poco en los entornos demasiado luminosos que nos ofrece Johnnie Christmas.
Además, hay un concepto sobre arma genética imparable que se extiende por el aire y modifica a cualquier otro ser vivo que claramente se reutilizó más adelante el Alien Covenant y que, francamente, me tira para atrás bastante.
Pero sea como fuera, después de las dos primeras entregas de Alien, esto es lo mejor que he leído / visto de la saga hasta la fecha, y si sois fans de la franquicia, es obligatorio que le echéis un vistazo.
Lo vais a disfrutar.