La historia que traemos hoy es bastante especial, ya que se trata del primer salto internacional de una de nuestras autoras nacionales predilectas, se trata del cómic There’s nothing there, una obra que cuenta con el guión de Patrick Kindlon y el dibujo de Maria Llovet, autora de Porcelain, Insecto, Heartbeat.
La editorial que nos presenta este especial volúmen es Norma Editorial, abanderada de este tipo de autores, y es que ellos han sido los encargados de lanzar este tomo en formato cartoné con tapas duras que cuenta con un tamaño de 17 x 26 cm, en cuyo interior pasamos a encontrar 144 páginas a todo color en las que además de la historia encontramos una serie de bocetos sobre los personajes y su realización por Maria LLovet. El precio del tomo es de 19€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías y a través de la web de la propia editorial.
There’s nothing there
La protagonista de esta historia es la joven y famosa Reno Selleti, una famosilla de instagramer que siempre está en el palmarés de la comidilla, las revistas y cualquier movida que implique llamar la atención, y precisamente al haber crecido en ese ambiente no cree mucho en lo que hay más allá de los comentarios de Instagram, las drogas de hipsters y el flash de las cámaras de los paparazis.
Por eso cuando un amigo la invita a una mascarada ella solo va para echarse unas risas y pasar el rato, pero la broma no parece tan divertida cuando se da cuenta de que en realidad se ha metido de lleno en una orgía multitudinaria en la que de trasfondo se puede ver un ritual ocultista.
La verdad es que haber presenciado y participado en semejante acto de egolatría máxima le habría dado igual, si no fuera porque a raíz de esa noche empieza a ver fantasmas y lo que le dicen una vez tras otra es: "Corre". Parece que Reno ha pasado de ser la famosa a la presa en una sola noche.
¿En qué lugar nos deja esta trama? pues básicamente ante una historia de adolescentes que dejaron de serlo hace mucho tiempo, pero que gracias al dinero de los papis no saben lo que es enfrentarse a la vida real más allá de los comentarios de sus seguidores. Todo ello mezclado con una suerte de poltergeist que le dan bastantes zarandeos a los personajes, haciéndoles poner los pies en el suelo y dándoles unas cuantas collejas ficticias de las que nos gustan a los lectores.
Obviamente no podemos decir que sea una trama nueva y espectacular, pero el espíritu milenial que desprende, los chistes de hipsters y la ambientación mezcla de Lady Gaga y Marilyn Manson la verdad es que consigue encajar muy bien y como resultado se nos presenta una obra fresca, trepidante y sin apenas tiempo para que nos planteemos si nos caen bien los personajes o no.
Y la verdad es que esto último al final se agradece, ya que todos lo sabemos, Reno es odiosa las primeras páginas y luego cambia por la situación en la que se encuentra, pero nos sirve para saber que no queremos conocerla en su fase previa a la fiesta ocultista.
¿Es entonces una historia de terror? Personalmente no diría terror, sino más bien ansiedad y ausencia total de los sustos clásicos para mantener una atmósfera de dudas, de suspense y sobretodo de desconcierto que acompañan a la protagonista y al lector durante todo el volúmen. Esto es gracias al aspecto gráfico creado por los ojos, las sombras fantasmales y el contraste permanente entre el histriónico mundo de Reno y la congoja de los espíritus.
Obviamente Maria Llobet mantiene su estilo característico, sobretodo en el rostro de la protagonista o en la forma y el movimiento de los cuerpos, sin embargo también podemos notar la evolución de esta artista en la gama de colores tan cambiantes o en los fondos recargados, detalles que hacen del volúmen una gran mejora tanto en conjunto como para el desarrollo de su dibujante.
En conclusión, estamos ante una historia rápida de leer, que engancha y asombra no tanto por su trama si no por la forma de contarla. Una forma más de ver como los excesos de la fama se revuelven contra los famosos, en esta ocasión incluyendo ritos ocultistas y fantasmas de por medio.