Un día mas aquí estamos con una nueva review manga de un tomo que lanzó Norma editorial el pasado mes de Abril, se trata del volumen número 12 de su serie regular Dimension W, obra de Yûji Iwahara que entra de lleno en un nuevo arco.
Como siempre, el manga ha sido editado con un bonito formato en rústica con solapas en este caso protagonizado por Mary, la jefa de Kyoma y reina de los subterfugios. En cuanto al tamaño del manga se mantiene en el clásico volumen de 13 x 18,2 cm en cuyo interior encontraremos 192 páginas en blanco y negro mas las cuatro primeras a color.
Empezamos con una nueva trama que aúna el secuestro del tomo anterior de la pobre Mira con el futuro que está por llegar y desde luego no es algo muy halagüeño. Parece ser que poco a poco se acerca lo que se llama el “día del juicio”, la caída del planeta Tierra, un desastre que trae la Dimension W consigo y que por ahora está siendo encubierto por New Tesla.
Y es que tras los acontecimientos sucedidos en la isla de Pascua, la energía de esta dimensión se está desbordando y creando brechas que se alimentan de las posibilidades, algo que el profesor Shidô Yurizaki pronosticó y que esperan se pueda detener o al menos investigar gracias a Mira y su nueva bobina.
Pero mientras Kyôma Mabuchi investiga este extraño evento el Sindicato irá pisandoles los talones, ellos son los causantes del secuestro de la robot con la excusa de ir buscando información de su padre, así como de una serie de extrañas muertes de miembros de New Tesla. ¿Cuál es el objetivo del Sindicato? ¿Por qué fue construida Mira? ¿Cuáles eran las verdaderas intenciones de Shidô Yurizaki, el hombre que cambió el mundo por completo?
Con este nuevo volumen la trama empieza a complicarse y nos plantean algo a mayor escala. ASl fin y al cabo las leyes de la Dimension W no son demasiado concretas con lo que puede y lo que no puede hacerse y desde luego jugar con ellas como si fueran plastilina no le ha dado muy buenos resultados a nadie. Ahora la humanidad y sobretodo New Tesla tendrá que hacer frente a este problema con los recursos que tiene.
Pero no solo eso supone un problema para nuestros protagonistas, el hecho de que el sindicato vaya detrá de ellos también complicará la trama, buscando los recovecos mas tranquilos para asaltarles y quitarles esa tranquilidad que tenían. Desde luego la peor parada será siempre Mira, eje central de este problema y puede que la única posible de solucionarlo.
Y como no, empezamos a oler algo en el ambiente, será amor o al menos cariño de Kyoma hacia aquella que tiene el cuerpo de su amada? Bueno, desde luego parece que a la bestia de Grendel se le ablanda el corazón a su lado, pero tendremos que ver si llega a ser algo mas.
Finalmente en el aparto artístico encontramos una buena serie de muertes y agresiones a personajes por lo que el volumen tiene un tinte un poco macabro. A su vez aparecen de refilón personajes de la anterior saga que nos muestran como está el mundo allá donde la dimensión W está tergiversando las cosas. La cosa no pinta bien para la trama, pero para el diseño de personajes resulta una gozada.
Personalmente me encanta que al equipo de Kyoma y Mira se haya añadido la joven Eli, quien parece una hermana mayor para la robot y que nos trae unas buenas broncas con el recolector. La sangre joven siempre es buena y este personaje ha recorrido suficiente camino como para resultar muy útil a nuestros protagonistas.
Ahora nos queda ver como se va desarrollando esta trama tan intensa. No sabemos si los protagonistas tendrán que viajar mas lejos para buscar la información necesaria, pero desde luego el objetivo está bastante lejos de cumplirse.