Manga: Reseña de "Kuroko no Basket" (黒子のバスケ) vol. #11 de Tadatoshi Fujimaki [IVREA].

Este pasado 26 de agosto nos llegana otra ración de buen spokon de la mano de Editorial IVREA con el lanzamiento del undécimo volumen de Kuroko no Basket (黒子のバスケ Kuroko no Basuke), que en esta ocasión nos mostraba una portada abarrotada con todos los miembros del Seirin.

Antes de proceder con el habitual análisis del tomo y como es habitual, hablemos un poco de la serie para poneros en situación, Kuroko no Basket (黒子のバスケ Kuroko no Basuke) es un spokon de baloncesto obra del mangaka Tadatoshi Fujimaki (藤巻 忠俊) que comenzó a publicarse en 2008 en la revista Shūkan Shōnen Jump de la editorial Shūeisha y finalizó este 2014 constando de 30 tankoubons recopilatorios en total.

Tras esto el manga tuvo una secuela en la revista Jump Next con EXTRA GAME, continuando justo después de la final de la Winter Cup.

Gracias al éxito obtenido durante su publicación, el aclamado manga fue adaptado en su totalidad en tres temporada anime a manos de Production I.G, emitiéndose desde abril de 2012 a junio de 2015 con un total de 75 episodios (sin contar OVAs especiales) emitidos en las cadenas japonesas MBS, Tokyo MX y BS11.

En estos momentos han sido anunciadas cuatro películas recopilatorios de dicho anime, siendo la cuarta la adaptación de Extra Game.

Toda un largo historial a la que nuestro territorio se ha sumado con la publicación por parte de IVREA del manga original, permitiéndonos disfrutarlo al fin de una manera digna.

La Generación de los Milagros.

El equipo de baloncesto de la Secundaria Teiko era conocido por contar con la Generación de los Milagros, cinco jugadores de talento legendario que los hizo destacar por encima de todos los demás equipos. Tras graduarse los cinco genios se separaron en diferentes academias de bachillerato, dispuestos a brillar de forma independiente con sus legendarias habilidades individuales.

Sin embargo la Generación de los Milagros contaba con un sexto miembro fantasma, un jugador que decidió marchar a la poco conocida secundaria Seirin para demostrar a sus anteriores compañeros que su baloncesto individual y egoísta era erróneo.

Tetsuya Kuroko, el sexto miembro fantasma, encontró en el Seirin a un equipo repleto de valiosos compañeros... y entre ellos a Kagami Taiga, una orgullosa bestia del baloncesto aun sin pulir que podría ser la luz de su sombra.

Juntos realizaron una promesa: derrotar a la Generación de los Milagros y convertirse en el mejor equipo de Japón.

La fundación del Seirin.

El Seirin se encuentra haciendo frente a pleno gas a Shintaro Midorima y a la totalidad del equipo Shutoku, quienes en esta ocasión ya no dependen únicamente del miembro de la Generación de los Milagros, si no que en esta ocasión han logrado crear un juego en equipo capaz de hacer sudar con creces al Seirin a pesar de su nueva fortaleza.

Con el partido en manos de sus rivales, finalmente Kuroko es llamado de nuevo a la cancha, en la que entra con fuerza desplegando por completo su nueva técnica, el Vanishing Dive, un regate que le hace virtualmente desaparecer frente a los ojos de sus rivales.

Todo un cambio en el juego de un miembro del Seirin cuya mayor capacidad era no atraer la atención sobre si mismo, lo cual incluía no tener jamás la posesión del balón.

Regresando a su estrategia de Run and Gun, esta vez contando con un renovado Kuroko y unos fieros Teppei y Kagami bajo el aro, los dos equipos se enfrentan durante la priemra mitad del tomo sin permitir que el otro se le adelante en el marcador, en un cruento y agotador enfrentamiento con un inesperado desenlace.

Tras un partido capaz de emocionarnos en todo momento, nuestros protagonistas recibirán un merecido descanso de su entrenamiento antes de hacer frente al equipo Kirisaki Daiichi, dedicándose en profundidad a los vestuarios y el gimnasio, habiéndose convertido el primero en todo un vertedero durante lo que llevan como equipo.

Esta nueva aventura sacará a relucir algunos de los matices de los jugadores y finalmente una curiosa fotografía del año anterior, la cual provocará que Kagami y Kuroko hagan confesar a Kiyoshi Teppei que sucede con su rodilla... una historia que nos llevará a conocer los albores de este equipo.

Tadatoshi Fujimaki utiliza estos ingredientes finales para introducirnos en el pasado del equipo de baloncesto de Seirin, una historia en al que conoceremos en profundidad a los jugadores de segundo año cuando empezaron la secundaria, sorprendiéndonos sobretodo con Junpei Hyuga, a quién veremos como nunca antes.

Un relato que ahondará en los lazos entre Hyuga y Kiyoshi, dos jugadores que hicieron frente a su derrota frente al Teiko de dos formas muy diferentes y que, sin saberlo, al conocerse establecerían los sólidos pilares de un equipo que haría historia.

Tadatoshi Fujimaki nos deja además fascinados con su estilo de dibujo, el cual no deja de brillar en la primera parte del tomo durante el enfrentamiento contra el Shutoku, con unas secuencias de baloncesto que aspiran cada vez más a igualar al gran maestro Takehiko Inoue y su gran Slam Dunk.