Manga: Reseña de "Saint Seiya Episode G ~Assassin~ (聖闘士星矢 エピソードG)" vol. 3 [Editorial IVREA].

Este mes de julio Editorial IVREA volvía a traernos una dosis de Saint Seiya con el tercer volumen de  Saint Seiya Episode G ~Assassin~ (聖闘士星矢 エピソードG), secuela de Episodio G obra de Megumu Okada (岡田芽武) y Masami Kurumada (車田正美) que en Japón ya alcanza su séptimo volumen y en España mantiene una regularidad similar a la de su país de origen.

La obra que se publica en la revista japonesa online Champion Red Ichigo Online de Akita Shoten - sustituta de su anterior su edición impresa Champion Red -  inició su publicación el 5 de abril de 2014, recibiendo su primer tankoubon recopilatorio el 20 de octubre del mismo año a todo color.

En este tomo, en el que como es habitual en la linea de calidad de IVREA se respeta de forma totalmente fiel el formato original japonés, se recopilan los capítulos 20 al 27 de la saga a todo color.

Hasta ahora, en Episode G ~Assassin~...

Nuestra historia se sitúa tras los sucesos de la batalla contra Cronos, años antes de que la clásica historia de los santos de bronce tome inicio. En esta nueva historia, Shura de Capricornio conoce al oráculo de Athena Hokuto, de quién recibe una misión que lo transporta hasta Japón, dónde conoce a la joven Yoshino Hino y hace frente a un nuevo enemigo: Un grupo de asesinos que se hace llamar los Sin Rostro y unos misteriosos y poderosos guerreros que responden al nombre de Gladiadores; héroes mitológicos que portan Espadas Sagradas y parecen haber encontrado en el portador del Excalibur a su siguiente víctima.

Persiguiendo a Shura para vengarse por el asesinato de su hermano en el Santuario, Aiolia de Leo también termina metido en esta nueva guerra entre semidioses, formando entre ellos una alianza temporal para así lleva r acabo su propósito como santos de Athena: Proteger la paz del mundo.

Aparece Sigurd

Tras un sangriento duelo con el gladiador Roland, portador de la espada sagrada Durandal, Shura de Capricornio finalmente cae derrotado, quedando a merced de su rival quién, orgulloso por haber conseguido vencer al portador de Excalibur, se dispone a darle el golpe de gracia.

Sin embargo, la oportuna intervención de Aiolia de Leo, que aparece de la nada utilizando su abrumante velocidad, consigue detener a Roland y en el proceso salvar a su compañero del santuario.

Los salvamentos de Aiolia no se detienen, y justo tras regresar a Kioto el santo del Leo debe salvar a la joven Yoshino Hino del ataque de Alice, otro Gladiador. Viendo la situación a la que se enfrentan en esta nueva misión y comprendiendo que la Yoshino Hino debe ser un oráculo de Athena que aun no es consciente de sus habilidades, Aiolia decide obligarla a vivir con él para poder mantenerla protegida de los Sin Rostro y los poseedores de Tesoros Sagrados, los cuales claramente tienen a la muchacha en el blanco para cumplir su enigmática agenda...

Mientras tanto y tras haber logrado recuperarse de su enfrentamiento con Roland, Shura continúa su camino hasta encontrarse con un nuevo portador de Espada Sagrada, quién se encuentra enfrentando a una versión adulta de Shiryu del Dragón, quién posee también la habilidad de empuñar a Excalibur, heredada de él mismo años antes durante la batalla del Santuario.

Shiryu pronto comprende que Shura ha viajado hasta el futuro para cumplir una nueva misión y eliminar una nueva amenaza que pende sobre la humanidad, provocando que el joven Santo de Oro que aun no le conoce cruce su camino con los antiguos héroes de bronce de la época actual...

Frente a ellos se alza un nuevo desafío en la forma de Sigurd, un nuevo Gladiador que empuñando otra Espada Sagrada se dispone a asesinar a los dos santos de Athena...

Sin lugar a dudas con este volumen el mangaka nos introduce en la parte interesante de la historia; con Shura y Aiolia en la época actual tras estos nuevos enemigos, su cruce con los santos de bronce clásicos le aporta una gracia a nivel fandom bastante curiosa, aunque hasta cierto punto esto puede confundir a los fans intentando discernir si esto es canon o si se trata de otra realidad paralela. Un nuevo aliciente para una historia que a parte de gratificar a los fans con guiños parece no aportar demasiado.

En cuanto al arte, Megumu Okada continúa con su peculiar estilo que parece haber dejado de evolucionar, caracterizándose por unas proporciones del cuerpo humano de lo más peculiares, las cuales convierten a todos los santos en unas siluetas delgadas y afeminadas pero absurdamente musculadas, lo que acompasado de unos ojos exageradamente grandes provoca que sea casi imposible reconocer a cualquiera de los personajes clásicos de no ser por las armaduras.

A esto debemos sumarle su adicción a la inmensa multitud de brillos y colores caleidoscópicos y la abundancia casi abusiva de splash pages a lo largo de los combates, lo cual irónicamente no ayuda demasiado a comprender los mismos, tornándose en un caos de formas y colores en los que a duras pernas se logra discernir lo ocurrido.

En general, encontramos que este volumen continúa la linea de historia y arte ofrecida tanto en los veinte volúmenes de Episodio G como en los dos anteriores de esta secuela, por lo que aquellos que ya disfrutaron lo anterior, continuarán haciendo lo propio con esta nueva entrega.