Cómic: Reseña de "SANDMAN Obertura" #5 y #6 de Neil Gaiman [ECC Ediciones].

Tras maravillarnos con los cuatro primeros números de esta serie de seis, finalmente llega a España el final de esta saga con las entregas 5 y 6, dos números con los que Neil Gaiman demuestra una vez más su maravillosa y única imaginación. Un precedente que ha dejado totalmente claro a lo largo de esta miniserie precuela del clásico de Vértigo ya bien conocido por todos: SANDMAN.

Con motivo del 25º aniversario de su obra (1988), el renombrado autor hizo regresar a Morfeo con la ayuda de los lápices de J. H. Williams III en una precuela de la obra original que tomaría el formato de una miniserie de seis números de 28 páginas a todo color.

ECC Ediciones ha traído en un idéntico formato de grapa la colección, garantizando el disfrute completo de la experiencia que es tener entre nuestras manos lo nuevo de Sueño: SANDMAN: Obertura (Sandman: Overture en USA).

La historia nos sitúa con Morfeo justo antes de los sucesos de "Preludios y Nocturnos" de Sandman #1, y por lo tanto antes de que el ocultista Roderick Burguess lo encarcelara por error al intentar apresar a su hermana Muerte. En su momento, el Eterno fue capturado para permanecer encerrado durante años. Y esto fue posible por que, según se comentaba en aquellas páginas, Morfeo estaba agotado tras viajar desde una galaxia muy lejana, de la que venía ataviado para la guerra.
Esta es esa historia.

El tan esperado final.

Tras ser traicionado y arrojado más allá del horizonte de sucesos de un agujero negro por los astros que habitan la ciudad de las Estrellas, un lugar dónde incluso su poder como Eterno no es tan impresionante como le gustaría, Morfeo finalmente se encuentra frente a su madre, La Noche.

Amparado por la oscuridad absoluta de la nada que se encuentra en el centro de su prisión, Sueño trata de hacer recapacitar a su madre para que se reconcilie con Tiempo, en un desesperado plan para que la guerra que azota a toda la existencia cese, y con ella el mundo se libre de su condena más absoluta.

Pero la naturaleza caprichosa de los Eternos también se extiende a sus magnánimos progenitores, y sus súplicas y explicaciones no llegan a ningún puerto, quedando únicamente confinado en su prisión.

Sin embargo, Sueño será rescatado de dicha prisión por su hermano Destino cuando ante él aparezca un navío que no aparece en sus páginas y que reconoce como la obra de Morfeo. Un velero propiedad del Sueño de los Gatos, quién entre los sucesos del fin de todas las cosas ha ido rescatando vidas al azar para ponerlas a buen recaudo.

Ahora, frente a dicho final, las dos personificaciones del Eterno deberán tratar de enmendar un error que puede costarle la vida a toda la existencia...

Neil Gaiman continúa profundizando en su maravillosa mitología, permitiéndonos disfrutar a partes iguales de su mágica imaginación y su excelente y única capacidad de narración que nos traslada al Sandman clásico que recordamos.

Esto viene a su vez adornado por el impresionante arte del genio J.H. Williams III, que rellena las páginas de viñetas repletas de estilo de trazo fino y colores psicodélicos, una representación fiel de como sería el mundo del sueño donde podemos ver personajes blancos como la nieve o planos como el papel. Todo un desafío gráfico que pocos autores podrían superar.

Después de todo, ¿quién podría combinar tantos estilos diferentes en una misma viñeta sin que resultara un galimatías incomprensible?
Williams lo logra, y con ello traslada todo el caos implícito del reino del sueño que todos visitamos todas las noches a las páginas de esta obra maestra del cómic actual.

La historia continúa con el Sandman auténtico que todos los fans adoramos, y que aquellos que aun no conocen deberían abrazar entre sus estanterías.