Manga: reseña de "ICHI the Killer" (殺し屋１) vols. #6, #7 y #8 de Hideo Yamamoto [ECC Ediciones].

Los pasados meses de septiembre, octubre y noviembre de 2015, ECC Ediciones lanzaba al mercado los números seis, siete y ocho de diez del manga Ichi the Killer, un seinen obra original de Hideo Yamamoto más conocido en nuestros lares por la adaptación a película dirigida por Takeshi Miike en 2001.

El manga se serializó en la revista japonesa Weekly Young Sunday de la editorial Shogakukan entre 1998 y 2001, siendo recogida en 10 volúmenes recopilatorios, tal y como nos la va a brindar la editorial española.

ECC Ediciones nos lo trae en una formato clásico de tomo manga / tankoubon, en una rústica con sobrecubierta de 224 páginas en blanco y negro, aunque por algún motivo no nos llega con las portadas de los tomos japoneses conocidas.

Además de la película de Miike, el manga recibió una adpatación animada en forma de OVA titulada Ichi the Killer: Episode 0 de la mano de AIC en 2002, así como una segunda entrega live-action dirigida por Masahito Tanno en 2003.

Sangre y masoquismo en Tokio.
Los sangrientos hermanos gemelos a las ordenes de Kakihara, tras el destrozo realizado sobre las prostitutas que él mismo les había dejado para disfrutar, continúan sus andadas cuando finalmente el Yakuza logra localizar a uno de los hombres que andan con Ichi: un chulo chino que quizá sea capaz de indicarles dónde encontrar al perturbado asesino.

Estos datos los lleva hasta Miyuki, la chica a la que ahora está chuleando Ryu, quién no tarda en caer en manos de Kakihara y los suyos.

Haciendo gala de un despliegue de salvajismo sin precedentes contra la peculiar pareja, los gemelos logran extraer de Ryu la información que necesitan tras una larga tortura, permitiéndoles localizar una de las casas francas del viejo, acercando a Kakihara un poco más hasta el ansiado Ichi...

Kakihara logra de esta manera por fin tomar contacto con el grupo que se encuentra intentando desestabilizar toda la Yakuza del edificio, comenzando su cruel cruzada y su búsqueda por encontrar a Ichi, un ser cuya brutalidad está despertando cada vez más su lado masoquista.

Mientras Kakihara se abre paso hasta ellos, el viejo sin embargo no se mantiene quieto. Con los últimos matices de su plan en movimiento, el mismo revela una fuerza sobrehumana y una vejez solo fruto de la cirugía al despachar a uno de los Yakuza con sus manos desnudas, antes de distribuir a Ichi la lista de su siguientes víctimas para el exterminio del grupo Kakihara.

Sin embargo, Ichi se encuentra totalmente perturbado al ser incapaz de correrse mientras permanece encerrado en el piso franco. Solo una llamada de una clienta habitual que parece ser la misma chica que le causa el trauma en su adolescencia logra hacerle llegar al climax, logrando que Ichi sea de nuevo capaz de desatar toda su habilidad asesina.

Con uno de los gemelos liquidado, la cuenta atrás de Kakihara se dispara, obligándole a acelerar sus planes para localizar a Ichi, ahora con el gemelo restante cargado de una furia homicida incontrolable que dejará a su paso todo un reguero de sangre y vísceras...

Hideo Yamamoto nos presenta una historia sólida en la que no escatima al representar la brutalidad de la violencia y lo peor de la raza humana a través de una serie de escenas de lo más bizarro y explícitas, dando como fruto uno de los mangas más viscerales del panorama seinen a causa tanto de sus viñetas como de su transgresora historia.

El gore y el sexo explícito se dan la mano en un escenario sin ningún tipo de censura ética, transportándonos a la realidad más cruenta y sin concesiones de la mafia japonesa, una historia que no todos los públicos están preparados para soportar.

Todo ilustrado por su propia mano, dotando a la historia de toda la sangre necesaria para que transmitirnos esa horrible sensación que lo caracteriza.