A causa de su pequeña población, el Imperio de Hierro tiene mucho cuidado en fomentar el talento cuando lo encuentra. Así que cuando la joven Arthemisia mostró su increíble habilidad para la estrategia durante los juegos escolares, estuvo marcada rápidamente para el entrenamiento intensivo y fue trasladada a una academia militar. Allí, sus nuevos profesores no tardaron en señalar que no sólo era extraordinariamente dotada para la planificación de batallas y reaccionando a los movimientos de sus oponentes, sino que también era una tiradora excepcional.
Teniendo en cuenta los grandes poderes de su intelecto, los militares trataron de mantenerla alejada de las peleas físicas, y más tarde, del campo de batalla, pero Arthemisia nunca renunció a su amor por la lucha con espada.