¿Hola qué tal? ¿Todo bien? Volvemos un mes más para probar otro juego. Hoy toca Luna Capital, de Devir. Un juego propio hecho por José Ramón Palacios e ilustrado por el gran Albert Monteys. ¿El argumento? Pues ¡por fin se han creado colonias en la Luna! Es el futuro año 1977 (yo ni habían nacido, ¡que ya es!) Empresas de la Tierra se lanzan a patrocinar la construcción de ciudades en la Luna. Pero solo puede haber una capital y esa será la mejor ciudad de todo el satélite. ¿Será la tuya?
LUNA CAPITAL (BGG)
Jugadores: 1-4
Tiempo de juego: 45-60min
Dificultad: 1,85 de 5
Ranquin general: 4875 de 21572
Puntuación: 7,5
La caja
Ilustración de Albert Monteys en una ciudad en isométrica. Con todos fríos
como no puede ser de otra manera tratándose de la Luna. La caja es más pequeña
que los estándares de los juegos de Devir. Dentro queda todo muy recogidito y
no hay drama cuando pasas de horizontal a vertical.
Los elementos periféricos del juego están bastante logrados, desde un
cohete-torre de losetas a la pieza de jugador inicial pasando por las fichas de
elección de proyectos.
Las losetas tienen ilustraciones más que aceptables y con iconos
representativos según el tipo de construcción.
El juego
A pesar de lo que pueda parecer, el juego tiene bastante más sustancia de
lo que aparenta por sus ilustraciones (no digo que sean malas, solo que son
desenfadadas). Se trata de un juego de combinación de patrones aparentemente
fácil pero que después se complica bastante con el tema de los terrenos
(representado en las cartas). Pero no nos adelantemos. Empecemos por el
principio. ¿Cómo funciona este juego?
Cada jugador tiene una empresa patrocinadora: Una hamburguesería (Astro
Burger), una empresa de transporte (Space Royal Cruise), una de taxis (Luna
Taxi) y, por último, una constructora (Moon Paradise Real State). Cada una de
ellas tiene 3 fichas la mar de majas que se usarán más adelante.
El funcionamiento del juego básico funciona tal que así: Hay una carta de
plano en el que hay 4 espacios (y seguramente tengas uno o dos espacios
ocupados por algo como un meteorito o un andamio) linkeado a una loseta de
construcción. Cuando te toca, coges la carta de plano y la loseta y con las
cartas que tienes en tu mano decides cual pones en juego y DEBES poner la
loseta. El primer turno es fácil, porque bueno, es solo una, pero en la
siguiente ronda habrá dos losetas y así hasta llegar a 4. Cuando escasee el
espacio empezará a suponer un reto importante. Hay tres fases (A, B y C).
Repitiendo los cuatro turnos tal y como se ha descrito.
Pero ¡ah, amigo! Es que aquí no acaba la cosa. Puedes poner 3 filas de
cartas de planos, hasta aquí no hay problema, pero, puedes poner hasta 10
columnas y es así donde hay otro factor de dificultad y es que deben estar
ordenadas numéricamente de menor a mayor. Así pues, si pones una carta con un
1, después un 2 y después un 9, la cuarta carta que pongas deberá ser un 10, no
un 6 o un 3. Es aquí cuando ves que la has cagado pero bien porque tú mismo te
has cerrado el espacio. Afortunadamente, se puede solucionar con robots
selenitas, una especie de Minions que tapan un número de una carta y puedes
seguir poniendo. Se consiguen en contadas ocasiones cogiendo losetas
especiales.
Aquí, bloqueándome a mí mismo |
Hay varios tipos de losetas: Sistemas vitales: Colectores y condensadores
de Hidrógeno, Oxígeno y agua e invernaderos de peras, manzanas, limones (¿¡limones!?
Espero que pongan en la expansión una loseta de expendedor de anti-ácido) y tutifruti
que servirá como comodín. Estas piezas puntúan cuando están juntas unas a otras
por lo que es fundamental organizar el espacio de forma correcta. Y aquí está
la clave de este juego. Cada vez te vas viendo encerrado en tus propias cartas
de plano y en tus construcciones, llegando al punto de tener que poner una
loseta al tun-tun porque no hay dios que arregle eso, pareciendo más una ciudad
dormitorio en los años 60 que una base espacial.
Bien, esta vez jugué con lo que en nuestro grupo de juegos llamamos “La embajada italiana” (básicamente porque son un matrimonio de italianos y del hermano de uno de ellos. Lo sé, somos poco originales) junto con Gimli el enano (por lo de que es gruñón pero buen amigo). Jugamos dos partidas. La primera se nos fue a las 2h entre pillar el concepto del juego y pulir algunas reglas que no acabamos de entender del todo y entre “Marc no te inventes reglas” y “Marc esto no va así” se nos alargó bastante. Aunque, la partida no se hizo aburrida. Una vez entendido el reglamento, hicimos una segunda partida con una duración de 60min. Y, a riesgo de parecer exagerado, creo que es el primer juego que acierta el tiempo que pone en la caja comparado con el real. Las partidas, tras la primera partida, se hacen dinámicas y los turnos son bastante rápidos. Tengo que decir que en "la embajada" tienen bastante por la mano los juegos de mesa, unos iniciados a los juegos puede que les cueste también la segunda partida. y es que tengo que decir que el juego no es para todo el mundo. No sería un juego para iniciarse en los juegos de mesa, por ejemplo. Como te encierres a ti mismo puede convertirse en un drama de partida, no hay nada tan frustrante como que llegue tu turno y tengas que pasar porque no puedes ni colocar loseta ni carta de plano. Si decides sacar este juego, ¡avisa muy bien de que puede ocurrir esto!
También se echa en falta una página final con un resumen de los iconos. Al
principio no entiendes que es cada cosa y un resumen explicando que es cada
icono, pues estaría muy bien, la verdad.
En general nos queda un juego bastante más desafiante de lo que aparenta,
bastante rápido y entretenido. Con un poco de paciencia, puede dar muy buenas
tardes de diversión. ¡Ah! Se me olvidaba: Tiene versión de un jugador en el que
puedes jugar contra la máquina.
La máquina |
Cada jugador monta su ciudad según convenga, no hay interacción entre jugadores y por lo tanto, no hay caos (¡Con lo que a mí me gusta!). Sin embargo, no se echa en falta porque bastantes complicaciones hay ya como para añadir más al juego.
Lo demás
Bueno, el juego acaba de salir como quién dice, no hay ampliaciones ni
tiempo para que los fans hayan podido hacer mucho. El juego en sí funciona
bastante bien como para requerir ampliaciones (para 5 o 6 jugadores, ¿quizás?).
Valoración final
LO BUENO
- Partidas dinámicas y desafiantes
- Ocupa poco espacio
- Nivel de acabados e ilustraciones
- Versión para un jugador
LO MALO
- Algún resumen de logos para entender más rápidamente el sistema de juego.
- ¡Cuidado con encerrarte a ti mismo!
- Aunque las ilustraciones son así desenfadadas, el juego no es tan fácil como parece.
- Originalidad: 6. Ya hay unos cuantos juegos de este tipo en el mercado.
- Rejugabilidad: 8. Es más ¡DEBES! rejugarlo para exprimir todo el (¿limón?) potencial al juego.
- Aleatoriedad: 2. Tienes 3 o 4 opciones para escoger. No hay problemas con la aleatoriedad.
- Jugabilidad 2 jugadores: 10. Cada uno se monta su base, podrías jugar en plan sandbox que lo pasarías igual de bien.
- Jugabilidad 3 jugadores o más: 10. Más jugadores más diversión, siempre lo digo. Pero en este caso no afecta.
- Jugabilidad muggle: 2. Hay demasiados conceptos para que un no-iniciado entienda el juego.
- Calidad acabados: 9. Las ilustraciones de Monteys no están mal, tampoco sacan el potencial del dibujante porque no dejan de ser edificios, pero la torre-cohete o las fichas de jugador son acertadísimas.
- Facilidad: 7. El juego no es difícil de entender, aunque es algo más complicado de lo que aparenta.
- Expansión: 0. Nada, tan vacío como la atmósfera de la Luna (Ahí he estado bien, ¿eh?)
- Comunidad: 0. No he visto nada hecho por fans.