Hola, ¿qué tal? ¿La pandemia bien? La verdad es que las prohibiciones de ver a gente fuera de tu burbuja social hacen que cueste probar juegos, pero, curiosamente, el juego que traigo hoy me va bien para probarlo con mi familia en lugar de mi grupo habitual de jugadores. ¿Por qué? Porque después de leerme el reglamento del juego en cuestión me dije a mí mismo: ¡Este es un juego para muggles! Pues eso, hoy os traigo: Museum.
Empecemos por el
principio: ¿Qué opinan los jugadores de este juego?
MUSEUM
Jugadores: 2-4 (5 con
una de las ampliaciones)
Tiempo: 60min
Edad: 12+
Clasificación BGG:
1243 de 20445
Valoración: 7,2
La caja
Caja de tamaño estándar de Devir, 30x30cm de ancho y largo y unos 10 de
alto. Ilustración preciosa de Vincent Dutrait, en una escena de finales del
siglo XIX, principios del XX, la gran época de las expediciones arqueológicas.
Dentro encontramos muchas cartas (es un juego de cartas, es lo que tiene), tableros personales de museos para colocar nuestra exposición y un pequeño tablero general donde estarán las cartas boca abajo.
Todo esto, tanto la caja como las cartas y tableros, tienen un acabado excelente, las ilustraciones son esplendidas y aunque el gramaje de las cartas es más o menos igual, el acabado es más agradable al tacto con acabado en lino. Es cierto que la ilustración de la carta es grande y la información ocupa poco espacio respecto al dibujo, pero el resultado es muy agradable a la vista. También hay que tener en cuenta que la carta quedará enterrada por otras y tan solo se verá la parte superior, que es con lo que se jugará, por lo que ya nos vale. Los tokens son de calidad media.
El juego
Bien, ¿De qué va esto? Pues cada jugador lleva la dirección de un gran
museo y, como no puede ser de otra manera, toca llenarlo de antigüedades de la
humanidad y, por tanto, pondremos los objetos que vayamos comprando en el lugar
que creamos conveniente en las salas de nuestro edificio, porque amigo mío, el
orden de lo que pongas tendrá su repercusión al final del juego.
Cada reliquia es única y está basada en objetos reales |
Cada carta tiene una explicación del objeto en cuestión |
A esta por ejemplo se le ha olvidado mencionar que cuando carga hace 1D6 ataques de F5 |
Estos descartes van al depósito, pero eso no quiere decir que los hayas perdido, básicamente es el almacén de tu museo, los tendrás almacenados hasta que quieras ponerlo de cara al público; podrás comprar cartas de tus descartes… o de los otros. Eso quiere decir, obviamente, que los otros jugadores podrán comprar cartas de tus descartes, eso sí, a cambio de pagarte prestigio (la moneda en este juego).
Luego, una vez comprada la carta, la pones en la exposición y nadie más podrá robártela… a no ser que te apellides Ocean y un francés te obligue a robarlas en lo que claramente fue la peli más floja de la trilogía.
Además de esto, puedes contratar a expertos, pagando el precio indicado a cambio de unos beneficios que la mayoría de veces sirve como comodín para el final del juego.
Más cosas: Puedes hacer un inventario, es decir, recuperar cartas y no haces nada el resto del turno o, por último, jugar cartas de patrocinio en el que puedes jugar efectos especiales.
Una vez alguien llega a 50 puntos se acaba el juego y el resto de jugadores tendrá un turno para ultimar detalles Toca el turno de contabilizar los puntos finales y aquí empieza lo bueno. Esta parte me recuerda al Remigio o incluso al Póker, en el que tienes que unir cartas por palo o número. Aquí se unen por civilizaciones (romana, celta, japonesa…) o ámbitos (arquitectura, cultura, navegación, agricultura…) pero ¡ojocuidao! Solo en horizontal o vertical. Ahí es donde entra la importancia de la disposición de las cartas en tu museo para puntuar más o menos puntos.
Los buenos de Devir nos hicieron llegar el juego con las dos ampliaciones traducidas para que lo probáramos. Los Arqueólogos en el que tienes trabajando a gente in situ en las excavaciones para conseguir piezas en cada continente. Si no tuvieras, podrías pagar uno de prestigio a otro jugador a cambio de que te la consiga. Una vez acabada la partida, a más arqueólogos, más puntos. El premio del público, aparte de permitirnos ampliar la partida a 5 jugadores, nos amplia el reglamento permitiéndonos coger una carta al principio del juego con una serie de requisitos, el primero en cumplirla gana 10 puntos.
Las ampliaciones son bastante útiles, entraría dentro de los "jugables" y no "acumulables" en la estantería a coger polvo tal y como hablé hace un tiempo aquí.
Lo demás
Como suele ocurrir en los juegos de cartas, hay pocas cosas hechas por
fans. Suele ser difícil hacer diseños de cartas propias. No obstante, he visto
una variante para un jugador y pequeños cambios de reglamento interesantes.
A nivel oficial hay bastantes ampliaciones: El premio del público y Arqueólogos. Ambos en castellano de la mano de Devir.
En inglés The world’s fair en el que se juega haciendo una Exposición Universal presentando dos nuevas reglas al juego donde hay más interacción entre jugadores, prestándose obras. The Black Market nos introduce en partidas más interesantes a nivel de interacción. Mientras que en el juego base cada uno se monta su museo, aquí se puede robar piezas, falsificarlas y endosárselas a otro jugador. Efectivamente, lo necesitas ¡y lo sabes!
Y me dejo al más raro para el final: The Cthulhu relics en el que puedes poner en tu colección llaves de plata, el Necronomicon o cosas por ese estilo, ganando el favor de los dioses y puteando al resto de jugadores hasta que… reclame lo que es suyo, es decir: tú.
Me dejo una, un poco a propósito: The historians, difícil de encontrar o con precios prohibitivos. Salió exclusivamente para los que aportaron dinero en Kickstarter y tampoco aporta mucho cambio al juego.
Valoración
El juego es ágil y de duración corta-media. Una partida dura unos 60min (Con
dos personas, con cuatro, dos horas) y las ampliaciones dan bastante juego.
Cada una de ellas amplia el reglamento con alguna norma en concreto, pero lo
bueno que tiene que es que hay ciertas cosas que se pueden obviar y así amoldar
las reglas a tu grupo de juego, porque, amigo mío, este juego es ideal para
gente muggle. Mis padres, poco amigos de hacer cambios en sus vidas (todavía me
acuerdo de la cara que pusieron cuando probaron el sushi) disfrutaron de este
juego bastante, entre otras cosas diciéndoles que el funcionamiento del juego
se basaba en el Remigio y eso ya les gustó. En función de las caras que ponían
cuando les explicaba alguna norma la obviaba o la integraba, hasta que
disfrutamos 4 personas del juego.
En otras partidas, probé con mi mujer, más acostumbrada a juegos de mesa (pero con nulo interés de preparar nada, a ella se lo debes dar todo hecho, simplemente avisarla para ir a jugar, luego pasaba lo que pasaba, que jugabamos a Warhammer Fantasy y no usaba ningún objeto porque por no mirar, no miraba ni la lista de ejército que llevaba, en fin, que me lío...) Como no sabía si estaba jugando al juego o la ampliación, le metí todo, así, a caraperro y sin anestesia y mira tú, bastante bien. Acabó con una buena puntuación a pesar de no haber jugado tanto como yo y sin demasiados problemas para entenderlo desde el principio. En BGG tiene una dificultad de 2.54 sobre 5, yo considero que tiene menos dificultad.
Documentándome por ahí, hablé con gente menos casual y gente más pro (de esas que se enfadan cuando pierden y piden que le preguntes a Lebron James a ver que le parece), total que les pedí a ver que le parecía el juego y les gustó las primeras partidas pero que después de unas cuantas ya le pillaron el truco para hacer algunas pequeñas trampas que permite el juego en el último turno y no les entusiasmó tanto.
Por lo que, el resultado final es un juego más pensado para gente casual, sin ganas de competir en exceso y que sirve para iniciar a los juegos de mesa a los muggles. Las partidas son relativamente cortas y cuando acabas tienes ganas de más, lo que hace que las ampliaciones tengan sentido comprarlas.
Las mecánicas del juego son sencillas y cada turno te plantea un dilema ¿Expongo la pieza más cara que tengo? ¿O la uso para poner 2 piezas de menos valor? Hay que tener en cuenta que si te retrasas mucho montado la colección puede ser que no te de tiempo a terminarla, así que, una compra rápida de objetos puede ser buena opción también. Así que, cada turno toca tomar decisiones difíciles y eso… ¡Me encanta!
Hay algunas cartas que están desbalanceadas, cuidado con los mecenas y los expertos, pueden romper el juego en según qué ocasiones.
En resumen, juego ágil, sencillo de aprender y con muchas decisiones difíciles a tomar en cada turno, recomendado para jugadores casual e iniciados. Los puntos a favor superan con creces los puntos en contra.
A favor
-
Acabados. Cada
carta es diferente de la anterior y el acabado es excelente.
-
Decisiones
duras. Cada turno tienes que tomar una decisión.
-
Juego ágil
En contra
-
Algunas
cartas están desbalanceadas.
-
Se monta algo
de caos después de un rato jugando.
-
Partidas más
largas con 4-5 jugadores.
- Originalidad: 8. La mecánica es más vieja que el respirar, pero el trasfondo como conservadores de museos no la había visto nunca.
- Rejugabilidad: 8. El juego
permite bastante rejugabilidad.
- Aleatoriedad: 7. En
función de si hay pocos jugadores hay más que con más.
- Jugabilidad 2 jugadores: 7.
Se juega bastante bien entre dos jugadores.
- Jugabilidad 3 jugadores o más: 8. Entre 4
es mejor, también hay que decirlo, pero no se nota tanto como en otros juegos.
- Jugabilidad muggle: 9. Es
un buen juego para iniciar a los neófitos. Todo el mundo ha jugado al Remigio y
todo el mundo sabe que es un museo. Pues ya está.
- Calidad acabados: 10. Solo
por la cantidad de cartas (y todas diferentes) ya vale la pena.
- Facilidad: 8. Fácil de
coger, pero las cartas de mecenas y expertos complican ligeramente la partida.
- Expansión: 8. Hay bastantes
en el mercado, algunas, sin traducir muy locas como la de artefactos de
Cthulhu.
- Comunidad: 3. Pues no hay
mucha cosa, la verdad. Los juegos de cartas se suelen ver limitados para hacer
ampliaciones de fans.