Manga: Reseña de "Im ~ El Sumo Sacerdote Imhotep" (Im～イム～) vols. 9 y 10 de Makoto Morishita - Norma Editorial
Recientemente, Norma Editorial lanzaba los volúmenes 9 y 10 de Im ~ El Sumo Sacerdote Imhotep / Im~ Great Priest Imhotep (Im～イム～), un shonen obra de Makoto Morishita que con estas entregas se acerca a su final.
El manga inicio su publicación el año 2015 en las páginas de la Monthly Shônen Gangan de Square Enix, y tras su finalización el 12 de julio de 2018 fue recopilada en un total de 11 volúmenes. Norma Editorial nos trae la colección en un formato idéntico al japonés, en una edición rústica con sobrecubiertas de 11,5x17,5 cm. Estos volúmenes cuentan con 188 y 192 páginas.
Tras la horrible pesadilla que asoló la ciudad en anteriores tomos, la batalla finalmente llegaba a su final con Hinome de regreso junto a nuestros enemigos y los planes de los malvados frustrados por completo.
Y no solo eso, si no que todas las magaificaciones y víctimas han vuelto a su estado anterior como si nada hubiera pasado debido a que Im utilizó el Damnatio Memoriae... un poder que a priori no debería de ser capaz de utilizar.
Con montones de preguntas sobre sus hombros, finalmente Imhotep decide ir a visitar las ruinas del Gran Templo de Amón, la antigua sede central de los sacerdotes de Amón, dónde hacer frente a la Enéada y más tarde al propio templo de la luna para descubrir algunas verdades que cambiarán para siempre el curso de esta guerra.
Así es como nos enteramos de la naturaleza de Apofis, el anterior dios protector y ahora enemigo de los dioses, y de Thot, el dios lunar, quienes han estado presentes desde el inicio del conflicto.
Un destino que los ha llevado hasta el día de hoy, en el que Apofis controla a Zoser contra Im, quién realmente resulta ser la reencarnación del propio Thot, que ha estado renaciendo ciclicamente como humano para servir de cronista a la humanidad.
Mientras estas revelaciones dejan atónitos a nuestros protagonistas, la situación se complica aun más cuando Jonsu les traiciona y se lleva la momia de Zoser para entregarsela a Apofis y así acelerar su resurrección completa como dios en la tierra, un proceso mediante el cual obtener un poder superior al que tenía en los tiempos de los dioses.
Con al finalidad de impedir que Apofis recupere todo su poder, Im y sus amigos irrumpen en la colina primigenia, el lugar dónde se esconden Apofis y sus secuaces, y dónde da inicio la batalla final por salvar a la humanidad del juicio final de los dioses.
Es allí dónde finalmente descubrirán la verdadera historia de Jonsu y los motivos no solo para su traición hacia ellos, si no para su exagerado odio a la Enéada y a los sacerdotes de Amon.
Makoto Morishita utiliza unos ingredientes sencillos en el mundo del shonen pero que logran poner poco a poco en funcionamiento una maquinaria imparable, demostrando que la historia funciona sin problemas y presentando unos personajes con los que nos encariñamos rápidamente, a lo cual ahora añadimos unos engranajes arguemntales más que convincentes.
En cuanto a su estilo de dibujo, Makoto Morishita utiliza unos trazos sencillos que encajan perfectamente con la historia, pero que es capaz de convertir en dinámicas e imponentes escenas de batalla cuando es necesario.
A un solo tomo de su final, nos encontramos sin lugar a dudas ante un shonen fantástico.
Y no solo eso, si no que todas las magaificaciones y víctimas han vuelto a su estado anterior como si nada hubiera pasado debido a que Im utilizó el Damnatio Memoriae... un poder que a priori no debería de ser capaz de utilizar.
Con montones de preguntas sobre sus hombros, finalmente Imhotep decide ir a visitar las ruinas del Gran Templo de Amón, la antigua sede central de los sacerdotes de Amón, dónde hacer frente a la Enéada y más tarde al propio templo de la luna para descubrir algunas verdades que cambiarán para siempre el curso de esta guerra.
Así es como nos enteramos de la naturaleza de Apofis, el anterior dios protector y ahora enemigo de los dioses, y de Thot, el dios lunar, quienes han estado presentes desde el inicio del conflicto.
Mientras estas revelaciones dejan atónitos a nuestros protagonistas, la situación se complica aun más cuando Jonsu les traiciona y se lleva la momia de Zoser para entregarsela a Apofis y así acelerar su resurrección completa como dios en la tierra, un proceso mediante el cual obtener un poder superior al que tenía en los tiempos de los dioses.
Con al finalidad de impedir que Apofis recupere todo su poder, Im y sus amigos irrumpen en la colina primigenia, el lugar dónde se esconden Apofis y sus secuaces, y dónde da inicio la batalla final por salvar a la humanidad del juicio final de los dioses.
Makoto Morishita utiliza unos ingredientes sencillos en el mundo del shonen pero que logran poner poco a poco en funcionamiento una maquinaria imparable, demostrando que la historia funciona sin problemas y presentando unos personajes con los que nos encariñamos rápidamente, a lo cual ahora añadimos unos engranajes arguemntales más que convincentes.
En cuanto a su estilo de dibujo, Makoto Morishita utiliza unos trazos sencillos que encajan perfectamente con la historia, pero que es capaz de convertir en dinámicas e imponentes escenas de batalla cuando es necesario.
A un solo tomo de su final, nos encontramos sin lugar a dudas ante un shonen fantástico.