Planeta Cómic lanzaba este pasado mes de noviembre el que ya es el octavo volumen de la serie manga Dragon Quest: Emblem of Roto, que continuando con su espectacular edición kanzenban sigue narrando el viaje de los héroes y su batalla contra el rey demonio.
La edición que nos trae Planeta fue su primera licencia Dragon Quest y constará de un total de 15 entregas que recopilarán los 21 tomos originales. Este séptimo tomo cuenta de 248 páginas, algunas de ellas a color, en un formato de 14,8x21 cm.
Un gran manga que nos llega y que empieza a abrir la puerta de una posibilidad a que Dragon Quest: Dai no Daibouken (Las Aventuras de Fly) lleguen a publicarse íntegramente en nuestro territorio.
Continúa en este volumen el periplo de Arus, uno de los descendientes de el gran héroe Roto que derrotó al malvado Rey Demonio hace 100 años, por convertirse en el héroe que todos esperan de él a medida que su grupo de compañeros sigue creciendo.
En el anterior volumen veríamos como Jagan el rey demoníaco, príncipe del reino norteño de Loran y el otro descendiente junto a nuestro protagonista de la sangre del héroe Roto, se presentaba ante Arus para enfrentarle en un duelo en el que el héroe caía herido de muerte.
Dado por muerto y dejado atrás por su enemigo, Arus lograba salvar la vida gracias a los poderes curativos de la hoja de Yggdrasil y al enorme esfuerzo de sus amigos.
Ahora, consciente del enorme poder que alberga Jagan, Arus decide reanudar su viaje para lograr estar a la altura de su antecesor y poder derrotar al mal.
Su siguiente destino es la isla de Jipang, a dónde parten en busca de un maestro espadachín capaz de forjar un arma con el mítico material Oricalco. Tras un recibimiento bastante frío en la aldea de Jipang, los héroes son conducidos a las cuevas para recuperar una estatua de Oricalco capaz de curar a la Reina de la enfermedad que le impide recibirles.
Pero una vez en las cuevas descubren que han sido engañados: La reina de Jipang es quién custodia la estatua en un intento de contener al monstruo Orochi, una bestia que fue sellada mucho atrás por Roto y cuyo sello es cada día más débil.
Cuando finalmente el monstruo se libera, el grupo de héroes se verá obligado ha hacer frente a un enemigo que supera con creces en poder a todo lo que han encontrado anteriormente, en parte gracias a una monstruosa capacidad regenerativa que lo hace prácticamente inmortal.
Kamui Fujiwara, tras la apabullante derrota de Arus, continúa mostrándonos el camino de formación del héroe legendario, en esta ocasión en la búsqueda de una espada mítica que sea capaz de enfrentar a unos enemigos que ahora han descubierto, los superan ampliamente.
Este volumen se dedica en prácticamente su totalidad al enfrentamiento contra la bestia Orochi, aunque también nos deja ver un pequeño vistazo al tercer heredero de roto, quién claramente dará mucho de qué hablar en el futuro.
En el anterior volumen veríamos como Jagan el rey demoníaco, príncipe del reino norteño de Loran y el otro descendiente junto a nuestro protagonista de la sangre del héroe Roto, se presentaba ante Arus para enfrentarle en un duelo en el que el héroe caía herido de muerte.
Dado por muerto y dejado atrás por su enemigo, Arus lograba salvar la vida gracias a los poderes curativos de la hoja de Yggdrasil y al enorme esfuerzo de sus amigos.
Ahora, consciente del enorme poder que alberga Jagan, Arus decide reanudar su viaje para lograr estar a la altura de su antecesor y poder derrotar al mal.
Pero una vez en las cuevas descubren que han sido engañados: La reina de Jipang es quién custodia la estatua en un intento de contener al monstruo Orochi, una bestia que fue sellada mucho atrás por Roto y cuyo sello es cada día más débil.
Cuando finalmente el monstruo se libera, el grupo de héroes se verá obligado ha hacer frente a un enemigo que supera con creces en poder a todo lo que han encontrado anteriormente, en parte gracias a una monstruosa capacidad regenerativa que lo hace prácticamente inmortal.
Este volumen se dedica en prácticamente su totalidad al enfrentamiento contra la bestia Orochi, aunque también nos deja ver un pequeño vistazo al tercer heredero de roto, quién claramente dará mucho de qué hablar en el futuro.
Así continúa este shonen clásico, contando con un arte que finalmente se ha consagrado con un estilo que supera en mucho a sus anteriores, cargado de detalle y de viñetas de lo más dinámicas.
¡Esto se pone cada vez más increíble!
¡Esto se pone cada vez más increíble!