Tenía que pasar, y como lector de cómic USA a finales de los noventa / principios de los 2000, esperaba con avidez este momento. Tras recuperar Battle Chasers y Danger Girl, solo faltaba una obra por llegar en un formato que le rindiera el homenaje necesario: El CRIMSON de Humberto Ramos y Brian Augustyn.
Planeta Cómic es quién obra el milagro, al traernos en un formato de lujo la edición más definitiva que ha llegado a salir en nuestras tierras de esta obra, recopilando los 24 números en dos integrales cartoné (tapa dura) de 18,3 x 27,6 centímetros, en cuyo interior encontramos alrededor de 300 páginas a todo color con todo el material original de la saga, en compañía de una ingente cantidad de extras de los que nos molan.
Para los que no andáis muy situados, a finales de los años noventa apareció rompiendo el status quo una nueva oferta en grapa americano bajo el sello Cliffhanger, que era parte del sello Wildstorm, que era parte del sello Image.
Bajo su nombre, nacieron tres colecciones que marcaron un antes y un después: Danger Girl de J.Scott Campbell y Andy Harnell, Battle Chasers de Joe Madureira y la que hoy nos reúne en este artículo: CRIMSON de Humberto Ramos y Brian Augustyn.
Planeta Cómic es quién obra el milagro, al traernos en un formato de lujo la edición más definitiva que ha llegado a salir en nuestras tierras de esta obra, recopilando los 24 números en dos integrales cartoné (tapa dura) de 18,3 x 27,6 centímetros, en cuyo interior encontramos alrededor de 300 páginas a todo color con todo el material original de la saga, en compañía de una ingente cantidad de extras de los que nos molan.
Para los que no andáis muy situados, a finales de los años noventa apareció rompiendo el status quo una nueva oferta en grapa americano bajo el sello Cliffhanger, que era parte del sello Wildstorm, que era parte del sello Image.
Bajo su nombre, nacieron tres colecciones que marcaron un antes y un después: Danger Girl de J.Scott Campbell y Andy Harnell, Battle Chasers de Joe Madureira y la que hoy nos reúne en este artículo: CRIMSON de Humberto Ramos y Brian Augustyn.
Y con esto, vamos al lío.
CRIMSON de Humberto Ramos y Brian Augustyn
CRIMSON de Humberto Ramos y Brian Augustyn
Esta serie se publicó por primera vez en 1998 cuando el sello Cliffhanger (Wildstorm Comics) fue creado por tres jóvenes artistas: Joe Madureira, J. Scott Campbell y Humberto Ramos, de quienes ya hablábamos un párrafo más arriba.
El protagonista de la historia es Alex Elder, un joven que se encuentra en la peor etapa posible de su adolescencia, una etapa de rebeldía, egocentrismo y en general insoportable en la que debe discutor a todo el mundo, trayendo a sus padres y a si mismo de cabeza. Pero la suerte de este chaval cambia radicalmente cuando una noche es asaltado por una banda de... ¿¿vampiros??
Salvado de la muerte por el misterioso ser llamado Ekimus, último de su especie y padre de todos los vampiros, Alex se encuentra de repente transformado en vampiro y destinado a convertirse en el elegido, que reequilibrará las fuerzas entre el bien y el mal en el enfrentamiento definitivo que decidirá el futuro de todas las especies bajo la luz o las sombras.
Por supuesto, no solo tenemos a un adolescente en su etapa más oscura que termina vestido de cuero y hebillas y a su tenebroso y misterioso mentor.
El cóctel gótico continua al añadir a la mezcla a su nuevo amigo Joe, un chupasangre tatuado y nativo americano que solo piensa en divertirse, y Scarlet X, una especie de caperucita roja cazadora de monstruos que bajo su capa solo lleva una final malla, cuatro tiras de cuero rojo y unas botas a medio muslo.
Casi nada.
No hace falta engañarse con Scarlet X, un personaje ultra sexualizado que representa todos los clichés de las nuevas súper heroínas creadas en los 90: Sara Pezzini (Witchblade), Caitlin Fairchild (Gen13), Aspen Matthews (Aspen) o Red Monika (Battle Chasers). Probablemente un diseño tan abiertamente erótico y sin ningún tipo de objetivo estaría completamente condenado estos días pero... eran los locos noventa y esto estaba bien. Pero que muy bien.
Estos tres protagonistas son arrojados a esta batalla entre las razas sobrenaturales dónde hay en juego mucho más de lo que parece, con hombres lobo e incluso ángeles metidos en el ajo... un conflicto que se remonta al inicio de los tiempos, Lucifer incluido.
Estos tres protagonistas son arrojados a esta batalla entre las razas sobrenaturales dónde hay en juego mucho más de lo que parece, con hombres lobo e incluso ángeles metidos en el ajo... un conflicto que se remonta al inicio de los tiempos, Lucifer incluido.
Gracias a la mezcolanza con la mitología religiosa, terminamos no solo viendo emplumados, si no cruzados totalmente obsesionados y fanáticos y el último miembro del equipo protagonista: El San George negro.
Con este cómic Brian Augustyn nos lanza de cabeza a un género que marcó fuertemente el final de los 90, la fantasía urbana., un género que dio fruto en series como Buffy Cazavampiros y montones de películas al estilo Underworld, donde criaturas legendarias / mitológicas campaban a sus anchas en las oscuridad en nuestras ciudades. Además de proporcionar personajes que logran engancharnos, Augustyn logra desarrollar un universo tan amplio como consistente dónde la acción logra tener sentido.
Humberto Ramos es no obstante la fuerza real en este cómic gracias a sus diseños y su impactante estilo de dibujo. Pero aunque en aquel entonces su estilo nos tenía alocados gracias a lo diferente que se veía de todo lo demás hasta la fecha, ahora es inevitable ver como el autor carece de consistencia, cambiando totalmente su aspecto de una viñeta a otra en un trazo demente que no para de oscilar entre el manga y lo cartoon, un estilo que quizá no termina de encajar con una trama tan tenebrosa como la que Brian Augustyn nos ofrece.
Como suele pasar, no todo envejece de la misma manera, y mientras algunas partes se sienten frescas aun hoy, otras han caído en lo cliché e incluso incómodo.
Si bien el escenario y el universo siguen siendo interesantes, la mayoría de los diálogos ahora se sienten vacíos y forzados, recayendo en góticos monólogos que se sienten demasiado teatreros, lo cual nos hace pensar que los diálogos no eran el punto fuerte de Brian Augustyn.
Pero a pesar de ello, Crimson sigue aportando toda la esencia de esa fantasía urbana oscura que ahora solemos ver tan poco en las estanterías, con una historia consistente capaz de mantenernos enganchados hasta la última página para ver como Alex Elder juega sus piezas en el enfrentamiento definitivo entre el bien y el mal.
Y eso nunca pasa de moda.
Si bien el escenario y el universo siguen siendo interesantes, la mayoría de los diálogos ahora se sienten vacíos y forzados, recayendo en góticos monólogos que se sienten demasiado teatreros, lo cual nos hace pensar que los diálogos no eran el punto fuerte de Brian Augustyn.
Pero a pesar de ello, Crimson sigue aportando toda la esencia de esa fantasía urbana oscura que ahora solemos ver tan poco en las estanterías, con una historia consistente capaz de mantenernos enganchados hasta la última página para ver como Alex Elder juega sus piezas en el enfrentamiento definitivo entre el bien y el mal.
Y eso nunca pasa de moda.