Una de las más recientes licencias de Norma Editorial, lanzada el pasado mes de octubre de 2019, es ISSAK, una obra de corte histórico que añade algo más de variedad al panorama manga actual y que, además, nos sorprende con una enorme calidad gráfica.
ISSAK cuenta con guiones de Shinji Makari y arte de Double-S (SONG Ji-Hyoung), e inició su publicación en Japón en la revista Afternoon de Kōdansha en 2017. Norma Editorial nos ofrece una edición idéntica a la japonesa, en un formato tankoubon rústica con sobrecubiertas de 13x18,2 cm, en cuyo interior encontramos 212 páginas en blanco y negro.
ISSAK
El manga de corte histórico no es un género que solamos ver en las estanterías de nuestro país. Por algún motivo, las obras de este estilo no suelen llegar y, si lo hacen, terminan quedando en el olvido excepto en caso puntuales.
Podemos fijarnos en algunas como Vinland Saga o Vagabond para tomarlas como referente y rápidamente comprender el tipo de manga del que estamos hablando: uno que suele brillar por su ausencia a pesar de su enorme calidad.
ISSAK es la apuesta de Norma Editorial por aumentar el género en su catálogo, y con ella nos trasladan a la Europa de 1620, dónde encontramos a un soldado japonés errante que vaga entre los campos de batalla para poder cobrar venganza por su maestro asesinado.
Hasta aquí, todo normal y sin demasiadas sorpresas: un tipo serio y callado (probablemente por un tema de dificultad de idioma) que va de guerra en guerra intentando encontrar al gaijin que le quitó la vida a un hombre con el cual mantenía una deuda de honor.
Así es como Issak termina llegan a un castillo Aleman que espera ser asediado por huestes españolas en las cuales supuestamente se encuentra su objetivo, uniéndose a unos defensores que se encuentran en enorme desventaja numérica.
A partir de aquí es cuando el dibujante coreano Double-S pasa de mostrarnos un dibujo excelente a impresionante al poder desarrollar enormes batallas a lo largo de unas viñetas que logran capturar un enorme nivel de detalles sin renunciar en nada al dinamismo y la espectacularidad.
La manera en la que el dibujante plasma las batallas adopta un tono que vaga entre el cuadro de al época y el enfoque cinematográfico, dejando claro que este es su territorio.
Es a lo largo de la primera batalla que descubrimos la primera sorpresa para el lector: el arma de la que se vale el japonés es un peculiar Arcabuz de largo alcance mediante el cual puede abatir al general enemigo desde una distancia imposible.
Cuando todos ya esperábamos que demostrase sus habilidades de Samurai siguiendo el tópico, Shinji Makari le da una vuelta de tuerca al mostrarnos un inesperado francotirador medieval.
Y no es que Issak solo sepa abatir rivales desde lejos; su habilidad con la espada, el arco o la lanza también son loables, pero es su arcabuz lo que consigue romper con lo habitual de este tipo de tramas.
Por supuesto, la premisa de un soldado japonés en la europa medieval es de sobra atractiva, y más en una obra en la que claramente la documentación previa ha sido ardua y minuciosa para que su enfoque, quizá algo fantástico para el gusto de algunos, tuviera cabida.
Adornado por un dibujo precioso con un deje de trazo de tinta, Issak logrará, como mínimo, impresionaros con su primer volumen.
ISSAK cuenta con guiones de Shinji Makari y arte de Double-S (SONG Ji-Hyoung), e inició su publicación en Japón en la revista Afternoon de Kōdansha en 2017. Norma Editorial nos ofrece una edición idéntica a la japonesa, en un formato tankoubon rústica con sobrecubiertas de 13x18,2 cm, en cuyo interior encontramos 212 páginas en blanco y negro.
El manga de corte histórico no es un género que solamos ver en las estanterías de nuestro país. Por algún motivo, las obras de este estilo no suelen llegar y, si lo hacen, terminan quedando en el olvido excepto en caso puntuales.
Podemos fijarnos en algunas como Vinland Saga o Vagabond para tomarlas como referente y rápidamente comprender el tipo de manga del que estamos hablando: uno que suele brillar por su ausencia a pesar de su enorme calidad.
ISSAK es la apuesta de Norma Editorial por aumentar el género en su catálogo, y con ella nos trasladan a la Europa de 1620, dónde encontramos a un soldado japonés errante que vaga entre los campos de batalla para poder cobrar venganza por su maestro asesinado.
Hasta aquí, todo normal y sin demasiadas sorpresas: un tipo serio y callado (probablemente por un tema de dificultad de idioma) que va de guerra en guerra intentando encontrar al gaijin que le quitó la vida a un hombre con el cual mantenía una deuda de honor.
A partir de aquí es cuando el dibujante coreano Double-S pasa de mostrarnos un dibujo excelente a impresionante al poder desarrollar enormes batallas a lo largo de unas viñetas que logran capturar un enorme nivel de detalles sin renunciar en nada al dinamismo y la espectacularidad.
La manera en la que el dibujante plasma las batallas adopta un tono que vaga entre el cuadro de al época y el enfoque cinematográfico, dejando claro que este es su territorio.
Es a lo largo de la primera batalla que descubrimos la primera sorpresa para el lector: el arma de la que se vale el japonés es un peculiar Arcabuz de largo alcance mediante el cual puede abatir al general enemigo desde una distancia imposible.
Y no es que Issak solo sepa abatir rivales desde lejos; su habilidad con la espada, el arco o la lanza también son loables, pero es su arcabuz lo que consigue romper con lo habitual de este tipo de tramas.
Por supuesto, la premisa de un soldado japonés en la europa medieval es de sobra atractiva, y más en una obra en la que claramente la documentación previa ha sido ardua y minuciosa para que su enfoque, quizá algo fantástico para el gusto de algunos, tuviera cabida.
Adornado por un dibujo precioso con un deje de trazo de tinta, Issak logrará, como mínimo, impresionaros con su primer volumen.