Apostando por la nostalgia, Panini Comics nos vuelve a traer en su maravillosa linea Marvel Facsimil una auténtica joya con una réplica del cómic que supuso el inicio de toda una era que continúa hasta hoy en día y un imprescindible para cualquier marvelita: MARVEL COMICS 1.
Con una impresionante fidelidad al original, con textos, posters y correo de lectores, este Marvel Facsimil nos ofrece el original USA a lo largo de 72 páginas, en un formato grapa de 16.8x25.8 centímetros e impreso a una calidad que solo puede ofrecernos la tecnología de hoy, con un papel realmente grueso que da como resultado un producto de absoluta calidad.
Nos encontramos ante el cómic que dio inicio a lo que más tarde se conocería como La Factoría de las ideas, un ejemplar que en 1939 marcaría historia con un buen montón de páginas a todo color repletas de historias fantásticas y originales repletas de acción y misterio entre las cuales, entre otras cosas, teníamos el nacimiento del Antorcha Humana original, el cual protagonizaba una portada realizada por Frank R. Paul, quién también aportaría el cómic del interior. Y esta no es la única joya ya que en el resto de páginas podemos ver a Namor y Ka-zar, lo que convierte esto en un auténtico imprescindible para coleccionistas.
Dicho lo obvio, daremos un pequeño repaso al contenido de esta pequeña reliquia, para que os podáis hacer una idea de loq ue podréis descubrir en este viaje al mundo del cómic de 1939.
¡Al lío!
A continuación tenemos 8 páginas con la primera aparición de El Ángel realizada por Paul Gustavson, con un argumento en torno a un justiciero que aniquila una mafia local.
El Hombre Submarino es el siguiente cómic importante aquí incluido, que nos presentan por primera vez al ahora de sobras conocido Namor en una historia realizada por Bill Everett. 12 páginas de pura gloria que nos muestra un origen que pocos conocen del personaje.
La penúltima historia es Quemando llanta, que en solo dos páginas nos mete en el mundo de las carreras de coches... auqnue en este caso pasamos al relato, abandonando las viñetas para mostrarnos el trabajo de Raymond Gill.
Las aventuras de Ka-Zar, el grande, cierran esta maravilla con 12 páginas que una vez más nos traen el origen de un personaje clásico de Marvel. Como siempre, algo diferente de lo que terminaría siendo, en esta ocasión realizado por Ben Thompson.
En definitiva, un grapa que es autentica arqueología comiquera de la buena, que ningún lector debería perderse.