Haciendo caso una vez más a las solicitudes del público otaku, Editorial Ivrea anunciaba este verano la licencia de las novelas y manga de Goblin Slayer, una serie de fantasía oscura creada por Kumo Kagyu que ha ido ganando fama de forma imparable desde su nacimiento.
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| Portada del primer tomo manga de Goblin Slayer de Ivréa. |
Así pues este mes de septiembre llegaba al fin el primer tomo de la esperada adaptación manga de la serie de novelas de fantasía heroica oscura, escritas por Kumo Kagyu con ilustraciones de Noboru Kannatuki que ya recopila en Japón 10 volúmenes bajo el sello SB Creative desde su lanzamiento en febrero de 2016.
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| Portada de la primera novela, que legará en breve gracias a Ivréa. |
El manga, que es en lo que nos vamos a centrar en este artículo, inició su publicación en mayo de 2016 en la revista Big Gangan de la editorial Square Enix, y a la fecha cuenta con 6 tomos recopilatorios, contando con dibujo de Kousuke Kurose.
Ivréa como ya os decíamos es la responsable de habernos traído esta obra de fantasía oscura a nuestro país, y lo ha hecho en un impecable formato tankoubon que respeta hasta el más mínimo detalle a la edición original japonesa hasta el punto que lo único diferente es el idioma, incluyendo las páginas a color - seis en el primer tomo - e incluso las historietas protagonizadas por el simpático Gob-Sla que podemos encontrar bajo la sobrecubierta (podéis ver un ejemplo bajo estas lineas).
Un trabajo magnífico que da como resultado una edición impoluta que los seguidores de la serie podrán disfrutar como enanos.
Algo de lo que doy fe basándome en mi propia experiencia.
En lo que respecta a occidente, la auténtica era de Goblin Slayer empezó gracias a su adaptación anime que, aunque está algo "suavizada" (más o menos), al emitirse en Crunchyroll USA sin las etiquetas / advertencias adecuadas hizo estallar el polvorín al desplegar su famoso primer episodio repleto de sangre y violencia de todo tipo. Con razón.
Así que para empezar, vamos con las advertencias. Este manga no es para gente sensiblera, y sus primeras páginas son toda una declaración de intenciones, repletas de sexo violento y muerte indiscriminada.
La idea se generó en un foro de rol japonés, cuando el autor se preguntó cómo sería una aventura donde el objetivo principal fueran los goblins, sin dejar de lado todo el aspecto táctico y técnico. En un principio usaba nombres y personajes de otras sagas, pero poco a poco fue dando lugar a una historia y ambientación completamente original, donde los personajes no tienen nombres propios, sino que se refieren por su clase, con una caracterización muy específica e identificable.
Dicho esto centrémonos en el universo fantástico de Goblin Slayer, un clásico con elfos, enanos y otras razas de sobra conocidas por los aficionados al género, cuya acción se centra en una aldea y su gremio de aventureros, dónde los susodichos acuden para aceptar nuevas misiones con la esperanza de cobrar unos honorarios y subir de rango. Sí, para los que la conozcáis, esto es como una especie de versión hardcore de Konosuba y Danmachi.
Estos aventureros por supuesto hacen de todo por mejorar el mundo, cazando monstruos de todo tipo para asegurar la paz y seguridad de las razas humanoides.
Y entre estas bestias malignas se encuentran los goblins, probablemente una de las razas más débiles y estúpidas de monstruos, y que terminan siempre siendo subestimados e ignorados por los héroes de rango alto.
Pero aunque son enanos, débiles y bastante estúpidos, el problema de los goblins es que son muchos y que son muy, muy cabrones. La peor basura que te puedas echar a la cara y en definitiva un peligro cuando se salen de control.
Esto es lo que sufren en sus carnes un grupito de aventureros novatos cuando deciden tomar un encargo de exterminio de goblins y, tras meterse en su nido, comienzan a ser masacrados y violados, no especialmente en este orden.
Es en este grupo dónde conocemos a la Sacerdotisa, quién incapaz de impedirlo ve como todo su equipo cae víctima de estos pequeños y sucios bastardos, hasta que finalmente hace aparición el protagonista de verdad, el hombre que le da nombre a este manga, el Goblin Slayer.
Este tipo de rango plata (por encima solo hay oro y platino) es un guerrero solitario, blindado hasta los dientes con una armadura sucia y armado con una espada y escudos pequeños, amen de un buen montón de dagas y todo tipo de cachivaches cuya única finalidad es arrasar con los monstruos verdes.
Impávido, frío y sin clemencia alguna, Goblin Slayer asesina a todos estos monstruos meticulosamente, con un margen de error nulo y con métodos que no dan pie a duda.
Su modo de asesinar goblins no puede denominarse caza, si no más bien genocidio. Y eso es justo el único objetivo en la vida de este hombre.
Goblin Slayer no muestra piedad alguna con sus enemigos, exactamente uno de los aspectos que a ellos les hacen tan peligrosos. ¿El motivo? Un flashback clásico y unos comentarios aquí y allá te dejan clara una cruzada de venganza por el asesinato de su familia durante su niñez por estas bestias, algo no demasiado original pero que cumple perfectamente como justificación para la creación de este peculiar personaje.
Superado este primer contacto con el Goblin Slayer repleto de vísceras y violaciones, la historia nos ofrece algo mucho más allá del gore y la matanza, logrando incluso que la obsesión del protagonista con matar estos bichos sea incluso hilarante.
Y como no podía ser de otra manera, a pesar del peculiar aspecto del héroe, quién JAMÁS se quita la armadura, duerma o coma (sí, come con casco), pronto comienza a reunirse todo un harem de mozas a su alrededor.
La primera, por supuesto, es la inocente sacerdotisa, quién no tarda en unirse para ser la primera compañera oficial del protagonista. Pero a esta no tardan en sumarse una amiga de la infancia (ver abajo) y una chica del gremio que claramente está interesada en él.
El resultado es un manga muy diferente, una historia que se aleja bastante de lo que nos suele ofrecer el género, y que además cuenta con Kousuke Kurose para aportar un apartado gráfico increíble, ya sea dibujando bellas y pechugonas mozas o escenas de acción trepidantes, pasando por las páginas superiores dónde Goblin Slayer parece sacado directamente de una película de terror.
Simplemente, excepcional.
Un trabajo magnífico que da como resultado una edición impoluta que los seguidores de la serie podrán disfrutar como enanos.
Algo de lo que doy fe basándome en mi propia experiencia.
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| Gob-Sla y sus peculiares aventuras. |
Así que para empezar, vamos con las advertencias. Este manga no es para gente sensiblera, y sus primeras páginas son toda una declaración de intenciones, repletas de sexo violento y muerte indiscriminada.
La idea se generó en un foro de rol japonés, cuando el autor se preguntó cómo sería una aventura donde el objetivo principal fueran los goblins, sin dejar de lado todo el aspecto táctico y técnico. En un principio usaba nombres y personajes de otras sagas, pero poco a poco fue dando lugar a una historia y ambientación completamente original, donde los personajes no tienen nombres propios, sino que se refieren por su clase, con una caracterización muy específica e identificable.
Dicho esto centrémonos en el universo fantástico de Goblin Slayer, un clásico con elfos, enanos y otras razas de sobra conocidas por los aficionados al género, cuya acción se centra en una aldea y su gremio de aventureros, dónde los susodichos acuden para aceptar nuevas misiones con la esperanza de cobrar unos honorarios y subir de rango. Sí, para los que la conozcáis, esto es como una especie de versión hardcore de Konosuba y Danmachi.
Y entre estas bestias malignas se encuentran los goblins, probablemente una de las razas más débiles y estúpidas de monstruos, y que terminan siempre siendo subestimados e ignorados por los héroes de rango alto.
Pero aunque son enanos, débiles y bastante estúpidos, el problema de los goblins es que son muchos y que son muy, muy cabrones. La peor basura que te puedas echar a la cara y en definitiva un peligro cuando se salen de control.
Esto es lo que sufren en sus carnes un grupito de aventureros novatos cuando deciden tomar un encargo de exterminio de goblins y, tras meterse en su nido, comienzan a ser masacrados y violados, no especialmente en este orden.
Este tipo de rango plata (por encima solo hay oro y platino) es un guerrero solitario, blindado hasta los dientes con una armadura sucia y armado con una espada y escudos pequeños, amen de un buen montón de dagas y todo tipo de cachivaches cuya única finalidad es arrasar con los monstruos verdes.
Impávido, frío y sin clemencia alguna, Goblin Slayer asesina a todos estos monstruos meticulosamente, con un margen de error nulo y con métodos que no dan pie a duda.
Su modo de asesinar goblins no puede denominarse caza, si no más bien genocidio. Y eso es justo el único objetivo en la vida de este hombre.
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| El goblin de los goblins. |
Superado este primer contacto con el Goblin Slayer repleto de vísceras y violaciones, la historia nos ofrece algo mucho más allá del gore y la matanza, logrando incluso que la obsesión del protagonista con matar estos bichos sea incluso hilarante.
Y como no podía ser de otra manera, a pesar del peculiar aspecto del héroe, quién JAMÁS se quita la armadura, duerma o coma (sí, come con casco), pronto comienza a reunirse todo un harem de mozas a su alrededor.
La primera, por supuesto, es la inocente sacerdotisa, quién no tarda en unirse para ser la primera compañera oficial del protagonista. Pero a esta no tardan en sumarse una amiga de la infancia (ver abajo) y una chica del gremio que claramente está interesada en él.
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| Unexpected BOOBIES. |
Simplemente, excepcional.