Tras el calor del verano ahora nos han llegado los dos últimos números de una serie manga Yaoi muy calentita. Hablamos de los tomos 2 y 3 de Blue Morning, obra de Shoko Hidaka que nos presenta la editorial Now Evolution como una de sus últimas novedades dentro de su catálogo veraniego dentro de la línea Kigen.
El formato que nos presenta la editorial es un sencillo tomo en rústica con sobrecubiertas que tiene un tamaño de 19,5 x 13,5 cm, en cuyo interior encontraremos 218 páginas en blanco y negro más dos primeras a color, las cuales suelen corresponder a una bonita ilustración. El precio de cada uno de los volúmenes es de 8€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías especializadas y a través de la web de Now Evolution.
Akihito, heredero de la familia Kuze y próximo Vizconde, se ve obligado a aceptar las condiciones de Katsuragi, su mayordomo por el que siente una devoción que casi raya la obsesión, si quiere conservarlo a su lado. A pesar de haberse convertido en amantes, el mayordomo continúa tratándolo con frialdad, lo que no hace sino alimentar las frustraciones del joven vizconde.
Por su parte, Katsuragi se reencuentra con un viejo conocido de la familia con el que compartió horas de estudio durante su estadía estudiantil, que insiste en convencerlo de que él es el hombre idóneo para estar al frente la casa de Kuze. Los viejos fantasmas, junto con el afecto de Akihito, comenzarán a abrir grietas en la fachada de indiferencia que se ha esforzado años en construir.
Así pues Akihito esperando la aprobación de su amante ha decidido comprometerse a una hija de los duques de Sajô, lo que no esperaba es que para que su próximo suegro le acepte la única condición que le pide a cambio es que le entregue a su mayordomo, un requisito que Akihito no está dispuesto a aceptar.
En estos dos nuevos números de Blue Morning podemos ver como la fachada de los dos personajes protagonistas se construyen y destruyen tan deprisa como pasan los días.Akihito es consciente de que su relación con su mayordomo es todo lo que necesita para seguir a flote, para lograr que la casa Kuze prospere y no lo dejará marcharse de su lado tan fácilmente, aunque tenga que casarse por el bien de su familia. Así que construirá murallas a su alrededor, se hará fuerte y evitará que el mundo se derrumbe sosteniéndolo sobre sus hombros.
Por otro lado es el mismo Katsuragi quien se derrumba lentamente, dejando que sus sentimientos hacia su joven amo se muestran más de lo que él querría esperar. La frialdad con la que trata a Akihito es meramente superficial y se agarra a él como si fuera una piedra ardiendo, sabiendo que aunque tiene que dejarlo marchar, aunque su relación no sea la correcta, la necesita a su lado como quien necesita el aire para respirar.
Esto implica que en estos dos tomos encontraremos muchas más escenas sexuales de las que podíamos ver en el primero, ya que la relación entre los dos jóvenes se va profundizando y eso implica más momentos íntimos y más sexo en general.
En cuanto al arte, este no se ve demasiado modificado desde el anterior número, cambiando únicamente algunos escenarios, ya que empezamos a entrar en el opulento mundo de los bailes y las cenas y eso implica vestuarios más europeos y menos tradición japonesa. Se nota que el espíritu clásico de japón va quedando cada vez más atrás y se ve irremediablemente invadido por los nuevos estándares de clases y jerarquías.
En conclusión, estos dos números nos empiezan a mostrar los verdaderos sentimientos y la cara oculta de los personajes y de la sociedad de la época, tan difícil de superar como retrógrada llega a ser. Ahora tendremos que esperar para ver como avanza esta historia de amor prohibido ya no solo entre sexos sino entre estatus sociales.