Manga: Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)". @planetadcomic

Pocos mangas han grabado su nombre en la historia para siempre, marcando para siempre el curso y evolución de los mismos. Uno de ellos es sin lugar a dudas la mítica obra El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken), un manga que en nuestro país hasta ahora no había gozado de demasiada suerte.

Planeta Comic sin embargo no había tirado la toalla, y tras años y años de peticiones por parte de los seguidores, finalmente ha sido capaz de alegrarnos la vida al traer al mercado esta auténtica obra de arte que TODO OTAKU debería leer alguna vez en la vida.

Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)".Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)".

Planeta ya publicó la obra en los noventa primero en formato rústica de 48 páginas y después de forma incompleta en formato tankoubon (solo hasta el tomo 15 de 27).
Ahora, la edición elegida es la kyuukyoku japonesa, rústica con sobrecubiertas de 128x180mm que cuenta con 18 tomos de más de 300 páginas contando con páginas a color y portadas realizadas con motivo del 30 aniversario de la serie. Tendrá periodicidad trimestral y un precio de 12,95 el tomo.

Su primer volumen fue lanzado el 9 de abril, y este julio recibíamos su segunda entrega, con portadas de Kenshiro y Shin respectivamente y albergando 304 respectivamente en su interior, con una impecable traducción realizada por Daruma.

Hokuto no Ken es un manga de Buronson y Tetsuo Hara que se publicó en Japón entre 1983 y 1988. En España Hokuto no Ken (北斗の拳) es conocida por el nombre El Puño de la Estrella del Norte (Fist of the North Star).

Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)".
Hokuto no Ken (北斗の拳) 
199X. Tras una guerra nuclear que arrasa con todo el planeta, la humanidad superviviente se ve arrojada a un mundo prácticamente desierto, dónde se impone la ley del más fuerte y el débil está condenado al hambre y el sufrimiento bajo el yugo opresor.

En medio de este horrible mundo, un solo hombre es el baluarte de la esperanza. Un joven errante cuyo a su paso queda un reguero formado por los cadáveres de los malvados. Un dios de la muerte, el último heredero de la ancestral arte marcial asesina conocida como Hokuto Shin Ken: una técnica capaz de destruir a su oponente desde dentro al presionar los tsubos secretos de su cuerpo.

La señal que identifica a este hombre delante de sus enemigos son las siete heridas en su torso que representan la constelación de la osa menor, una clara referencia tanto al Hokuto Shin Ken como a su trágico pasado.

Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)".
Kenshiro es nombre del hombre poseedor de este puño, un ser de buen corazón que se ha visto obligado a convertirse en el juez y verdugo de los monstruos sin moral que han convertido el mundo en una pesadilla.

Tras un primer volumen en el que se nos ponía en situación en referencia a este terrible universo y se nos presentaba a los pequeños Ban y Lin, un gamberro charlatán de buen corazón y una niña inocente que ha pasado por mil penurias, presenciábamos el épico enfrentamiento entre Kenshiro y Shin, el culpable de sus cicatrices y un señor de la guerra bajo cuya bota se erigía un pequeño imperio.

En dicho enfrentamiento no solo descubríamos su anterior rivalidad, si no el motivo de la misma: la fallecida Yulia, el amor perdido de Kenshiro y única dueña de su corazón destrozado.

Reseña de "El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)".
Tras superar este episodio, el camino de Kenshiro continúa, llevándole hasta el pérfido reino de Godland, dónde una vez más dejará un reguero de sangre para poder rescatar a la inocente Lin, antes de pasar a tener que hacer frente a Jackal y su banda e incluso tener que demostrar el poder del Hokuto Shin Ken contra un mutante gigantesco.

Bajo esta premisa, el manga de Buronson y Tetsuo Hara nos muestra una trama dramática y espectacular, dónde la tristeza se puede sentir no solo en cada pequeña viñeta y en cada uno de los rostros de sus desesperanzados personajes, destacando entre ellos el mítico Kenshiro, cuya historia no solo conmueve al lector si no que le da aun más poder a cada uno de sus golpes.

Todo esto por supuesto en compañía de un grafismo impresionante, con un nivel de detalle preciso y único que nos deja pasmados. Y más si lo comparamos con el resto de obras de 1984, a las cuales el glorioso Hokuto no Ken superaba con creces.