Este mes de junio Planeta Cómic nos traía entre sus novedades manga una nueva entrega del shonen más longevo que se ha publicado en nuestro territorio, el legendario One Piece (ワンピース) de Eiichiro Oda, quién imparable llega a su tomo 87 titulado No Soy Nada Dulce, con el cual seguimos disfrutando de la saga Whole Cake Island (Isla de Tartas Rellenas).
El manga comenzó su publicación en la Weekly Shōnen Jump el 22 de julio de 1997 y hasta la fecha ya cuenta con 92 tomos en Japón.
Por supuesto, Planeta Cómic nos ofrece este tomo 87 en un formato tankoubon muy parecido al japones, un rústica con solapas de 11,1 x 17,7 cm en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro dónde se recopilan los capítulos 870 a 879, traducidos por Daruma.
Tras destaparse toda la verdad tras la boda de conveniencia entre Sanji Vinsmoke y Charlotte Pudding, así como las terrible traición que está orquestando Big Mom contra Germa 66, y organizados bajo el plan de Capone "Gang" Bege, capitán de la banda pirata Firetank que hasta ahora se encontraba a cargo de la seguridad de Big Mom, los Sombrero de Paja, Jinbei y Caesar Clown (chantajeado por supuesto) realizan un ataque total durante la boda con la idea de cargarse a una de los Cuatro Emperadores.
Por por desgracia, el plan no tarda en irse a la porra, y todos los atacantes terminan refugiándose dentro de La Defensa del Gran Padrino de Bege, la cual es totalmente inútil ante los ataques continuados de Big Mom. Teniendo claro que los van a reventar, finalmente toman la decisión: ¡Huir como puedan de ese infierno!
Es entonces cuando el Cháteau, a causa de una explosión desconocida, se derrumba sobre si mismo liandola pardísima y propiciando que nuestros héroes tengan una oportunidad de escapar de ese tinglado.
En medio de todo este caos, Mami se levanta en pleno frenesí al darse cuenta de que se ha quedado sin tarta nupcial. Desesperados por sobrevivir, deciden echarle la culpa a los Sombrero de Paja, provocando que Big Mom salga tras ellos dispuesta a masacrarlos, y mientras Katakuri se planta en su barco para esperarles, cortándoles toda posibilidad de escapar.
Gracias a ello gran parte del volumen nos ofrece una trepidante huida por parte de los Mugiwara presentes, entre los que se luce especialmente Nami y su Black Ball, creando una oportunidad única para sus compañeros al ser capaz incluso de controlar a Zeus... de una manera bastante peculiar.
Por otro lado también destacamos a Charlotte Pudding, quién decide reunirse con Chiffon para crear una nueva tarta nupcial en colaboración con Sanji... de quién ahora, tras los sucesos de su boda arruinada, paree perdidamente enamorada. Aunque claro, su bipolaridad tsundere es un graaaan problema para añadir a la situación.
Aunque si tenemos que elegir un protagonista para este volumen, sin lugar a dudas sería Pedro... por unos motivos que no revelaremos aquí.
El tomo es realmente trepidante a todos los niveles, y nos sitúa finalmente en un escenario que promete muchísimo, con Luffy y Katakuri frente a frente, aislados en el mundo espejo y enfrentando sus habilidades de Goma y Mochi, en una terrible batalla de elasticidad que de momento está ganando Katakuri de lejos.
¿Podra Luffy derrotar al poderoso Katakuri?
¿Lograrán Pudding, Chiffon y Sanji crear una tarta que detenga a Big Mom?
La saga de la Isla de Tartas rellenas está que arde, y se acerca cada vez más a su loca conclusión...
Por por desgracia, el plan no tarda en irse a la porra, y todos los atacantes terminan refugiándose dentro de La Defensa del Gran Padrino de Bege, la cual es totalmente inútil ante los ataques continuados de Big Mom. Teniendo claro que los van a reventar, finalmente toman la decisión: ¡Huir como puedan de ese infierno!
Es entonces cuando el Cháteau, a causa de una explosión desconocida, se derrumba sobre si mismo liandola pardísima y propiciando que nuestros héroes tengan una oportunidad de escapar de ese tinglado.
Gracias a ello gran parte del volumen nos ofrece una trepidante huida por parte de los Mugiwara presentes, entre los que se luce especialmente Nami y su Black Ball, creando una oportunidad única para sus compañeros al ser capaz incluso de controlar a Zeus... de una manera bastante peculiar.
Por otro lado también destacamos a Charlotte Pudding, quién decide reunirse con Chiffon para crear una nueva tarta nupcial en colaboración con Sanji... de quién ahora, tras los sucesos de su boda arruinada, paree perdidamente enamorada. Aunque claro, su bipolaridad tsundere es un graaaan problema para añadir a la situación.
El tomo es realmente trepidante a todos los niveles, y nos sitúa finalmente en un escenario que promete muchísimo, con Luffy y Katakuri frente a frente, aislados en el mundo espejo y enfrentando sus habilidades de Goma y Mochi, en una terrible batalla de elasticidad que de momento está ganando Katakuri de lejos.
¿Podra Luffy derrotar al poderoso Katakuri?
¿Lograrán Pudding, Chiffon y Sanji crear una tarta que detenga a Big Mom?
La saga de la Isla de Tartas rellenas está que arde, y se acerca cada vez más a su loca conclusión...
Nace en la prefectura de Kumamoto en 1975. Sueña con ser dibujante desde la edad de cuatro años.
Su obra corta Wanted, dibujada mientras estudiaba en el instituto, gana la 44.ª edición del Premio Tezuka (1992). Después de trabajar como ayudante, debuta profesionalmente en 1997 con One Piece, publicada en Weekly Shonen Jump.
One Piece se ha ganado el apoyo de todos los públicos gracias a una historia emocionante de acción desenfrenada y al carisma de los personajes. Su adaptación a la animación, al cine y a los videojuegos la ha convertido en una exitosa franquicia que cuenta con un gran número de seguidores en todas partes del mundo.
Sus influencias artísticas van desde el maestro Akira Toriyama, pasando por Sergio Aragones hasta incluso la película Yellow Submarine.