Un día mas aquí estamos de vuelta con otra review de manga shojo, en esta ocasión con la dulce historia de Io Sakisaka en su volumen número 9 del manga Amar y ser amado, Dejar y ser dejado, obra publicada por la editiorial Ivrea durante el mes de Mayo.
La edición nuevamente vuelve a ser igual que la japonesa, encontrándonos con un tomo en rústica con sobrecubiertas que tiene un tamaño de 12 x 17 cm en cuyo interior encontraremos 200 páginas en blanco y negro. El precio del volumen es de 8€ y está disponible en tiendas de cómics y librerías especializadas.
Como ya aventuramos, la relación entre Yuna y Rio se ha empezado a enturbiar por culpa de las inseguridades de la chica. Desde luego es difícil ser la chica simplona que sale con el guapo del colegio, pero es que además a Yuna se le acumula su complejo de inferioridad y su poco conocimiento sobre el amor, por lo que las cosas se empiezan a torcer.
Y mientras Rio tiene problemas con los miedos de su pareja, en su casa las cosas también se empezarán a enturbiar viendo en el horizonte una posible separación de sus padres, o más bien de su padre y de la madre de Akari. Al chico bien parece no importarle, pero afectará bastante a su hermanastra, quien buscará un poco de consuelo y comprensión en sus antiguos amigos.
Y qué opinará Kazuomi al respecto? bueno, el chico tiene sus propios problemas en casa ya que desde que su hermano mayor decidió seguir un estilo de vida más libre, ahora a él no le permiten ser quien quiere ser, así que nuestros protagonistas parecen estar encerrados en un bucle de malas vibraciones en casa. Esperemos que no dure mucho!
Bueno, no era nada nuevo que Rio y Yuna empezaran a tener problemas de pareja propiciados por el poco autoestima de la chica, aunque desde luego no esperábamos que el principal origen de su comedura de coco fuera precisamente el anterior amor de su pareja. Por suerte Rio parece un chico experimentado y haciendo caso a su intuición y a los buenos consejos de gente más sabia conseguirá encauzar la relación.
Lo que sí que nos ha sorprendido es el giro que ha dado la vida de Kazuomi en tan poco tiempo. Si bien éramos conscientes de que el moreno tenía unos padres estrictos y de que su hermano se había convertido en la oveja negra de la familia, lo que nos ha llamado la atención es que le hayan negado tan rotundamente su sueño.
Pero bueno, estamos hablando de una sociedad japonesa en la que la mayor satisfacción de un padre es ver como sus hijas acaban felizmente casadas y sus hijos siendo salarymans. Esperemos que en este caso se opte por una vertiente más progresista y nuestros personajes logren alcanzar sus metas.
En cuanto al apartado artístico encontramos nuevamente el dulce y azucarado dibujo de Io Sakisaka que en esta ocasión termina levemente oscurecido por los pensamientos crispados de sus personajes. Y es que nos hemos encontrado un volumen en el que Yuna está triste, Kazuomi está triste e incluso Akari lo está. Esto se ve reflejado en el uso de los colores grises y las tramas, dándole un sentimiento más profundo al dibujo y a la historia.
Personalmente me alegro de que esta historia siga una serie de altibajos emocionales y artísticos en el que los personajes muestran otras facetas de sí mismos, eso siempre agiliza la lectura y consigue que la historia no se estanque en un punto muerto de shojo aburrido o pesado.
Pero en conclusión, los cuatro protagonistas de este manga van avanzando en sus vidas y su día a día es una sorpresa que está a la vuelta de la esquina. Esperemos que la historia consigue igual de bien hasta su final y podamos ver como triunfa el amor!