Desconozco cual es el ingrediente secreto para que un shonen lo pete, pero lo que tengo claro es que Koyoharu Gotouge ha dado con la fórmula en su manga Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba). Y por suerte para nosotros, Norma Editorial lo lanzaba en nuestros lares esta primavera, partiendo con una envidiable cadencia mensual que nos ha permitido llegar a junio con tres maravillosos tomos en nuestras manos.
Kimetsu no Yaiba (鬼滅の刃) comenzó a serializarse el 15 de febrero de 2016 en la revista semanal Weekly Shōnen Jump de la editorial Shūeisha y ya cuenta en Japón con 14 volúmenes tankōbon. Una adaptación al anime producida por el estudio Ufotable se estrenaba este pasado abril, siendo un éxito rotundo que está dando aun más fama a la serie.
Por supuesto Norma Editorial nos ofrece la serie en un formato tankoubon idéntico al japonés de 11,5x17,5 cm con sobrecubierta, recopilando respectivamente unas 192 páginas en blanco y negro en sus interior
No son pocos los pesimistas que opinan que el género shonen está ya muy trillado y carece de la originalidad y frescura que mostraba en las décadas de los 80 y los 90.
Y aunque esto es verdad a veces, en muchas ocasiones se presenta una nueva historia, un nuevo hit capaz de emocionarnos una vez más con el clásico periplo del héroe, creando nuevos personajes y enfrentamientos de los que es inevitable volverse fan.
Este es el caso de Kimetsu no Yaiba, una historia que empieza como muchas otras con el nacimiento trágico e involuntario de un guerrero que deberá hacer frente a su destino para derrotar al mal y salvar a su seres queridos.
En este caso se nos lanza a la era Taisho, en la que sin que la gente lo sepa, los demonios campan a sus anchas durante la noche devorando humanos en un horroroso reino de terror.
Un día al volver a su hogar encuentra a toda su familia masacrada por uno de estos demonios, habiendo quedado su hermana Nezuko como la única superviviente. Desesperado por salvarla, Tanjirou intenta llevarla a la aldea, pero por el camino Nezuko despierta convertida en demonio al haber sido infectada por la sangre del asesino.
Tras un encontronazo con un Cazador de Demonios y mostrarle su voluntad de proteger a Nezuko a pesar de su condición, decide enviar a los dos hermanos con el maestro Sakonji Urokodaki, bajo cuya tutela Tanjirou podrá convertirse en un Cazador como él y así lograr su objetivo: encontrar alguna manera de que Nezuko logre recuperar su humanidad perdida.
Acompañándole tenemos a Nezuko, que tras lograr suprimir su hambre por comer seres humanos se convierte en una aliada muda y medio salvaje que, con un punto adorable, lucha junto a su hermano en esta cruzada.
Pronto sus pasos le llevaran a Tokyo para descubrir el auténtico origen de los demonios y el culpable del asesinato de su familia y la actual condición de su hermana, aumentando aun más la resolución de nuestro héroe.
Bajo esta premisa Koyoharu Gotouge crea una historia emocionante y trepidante que avanza imparable, con unos tomos repletos de sucesos y acción a un ritmo abrumante, todo acompañado de un dibujo cuyo estilo medieval al principio parece simple, pero pronto nos atrapa para no dejarnos escapar.