Cómic: Reseña de "100% Marvel HC. Motorista Fantasma Cósmico: El bebé Thanos debe morir" de Dylan Burnett y Donny Cates - Panini Comics
Este pasado mes de marzo, Panini Comics lanzaba entre sus novedades de cómic el Universo Marvel una de las historias más divertidas que he leído en bastante tiempo. Brutal, loca e irreverente, Motorista Fantasma Cósmico: El bebé Thanos debe morir fusiona en sus páginas todo lo bueno de Deadpool y Lobo y le da una nueva vuelta de tuerca para mostrarnos a uno de los Frank Castle más divertidos que me he encontrado en mi vida.
Este recopilatorio en cartoné de 17x26cm que nos ofrece Panini reúne en su interior a lo largo de 120 páginas a todo color la miniserie de 5 números que se lanzó en USA en julio de 2018 a cuyo frente se encontraba el equipo creativo formado por Dylan Burnett y Donny Cates.
Lo conociste como El Castigador, un pacto con el diablo transformó a Frank Castle en el Motorista Fantasma, un pacto con Galactus hizo que fuera cósmico y un pacto con Thanos hizo que estuviera... ¿muerto?
Donny Cates ha estado en boca de todos desde que se ha encontrado a cargo de escribir a muchos de los personajes Marvel, dado un giro completo a prácticamente todo lo que toca y de alguna manera, convirtiéndolo en oro gracias a su innegable imaginación y su creatividad que hasta ahora se ha mostrado imparable. Y es tan imparable que ahora, a inicios de 2019, podemos encontrarle a cargo de un nuevo equipo de Guardianes de la Galaxia en el que de hecho, veremos también a esta peculiar encarnación del Motorista Fantasma.
Y de hecho, esta historia que tenemos entre manos sirve de puente entre la serie de Thanos realizada por Cates y estos nuevos Guardianes que os comentábamos. Pero no adelantemos acontecimientos.
Primero quedémonos con lo que tenemos entre los dedos, que de hechos es para mi lo mejor que he leído de Cates hasta la fecha, un cómic que me ha hecho disfrutar como un mocoso.
Para aquellos que estéis muy perdidos (normal), el Motorista Fantasma Cósmico es Frank Castle, a quién todos conocemos como El Castigador. Pero a ver... ¿cómo se convirtió en este extraño mashup de personajes? Para no agobiar al personal dejemoslo en que después de realizar un pacto con Mephisto y obtener el poder del Espíritu de Venganza, una serie de sucesos hicieron que Galactus le otorgará poderes cósmicos (sí, como a Estela Plateada), para finalmente terminar siendo subyugado por un viejo Thanos y ayudarle en la exterminación universal.
Casi nada, vamos.
El tema es que después de esta larga carrera y morir, Odín decide llevarselo al Valhalla para que al fin descanse. Pero a Frank todo esto le parece una mierda; el no quiero ninguna recompensa y no cree merecersela, así que finalmente Odín decide devolverle su moto cósmica y devolverle a dónde él quiera, mientras no sea a su lado.
El destino elegido es el planeta Titán siglos antes, dónde decide arreglarlo todo desde el principio ejecutando al bebé de Thanos.
Pero cuando Frank se encuentra de frente al malnacido de tres años con más mala leche de la historia, decide arreglar las cosas de otra manera: criarlo para convertirlo en alguien mejor, probablemente la peor idea que haya tenido nadie jamás.
Castle no podría ser peor padre y ejemplo, y a eso tenemos que sumarle que tiene a todo un universo dispuesto a impedir que lleve a cabo su cometido, desde Galactus a unos extraños Guardianes de la Galaxia liderados por cable y que incluyen, entre otras bizarradas, a un Pato Howard como el Juggernaut (o el Patonaut). Con esto, ya os podéis hacer una idea general de como de locas se ponen las cosas, y el desparpajo con el que lo narra Donny Cates ayuda.
El arte de Dylan Burnett es simplemente genial, ayudando con su estilo a incrementar ese toque cómico que destilan todas sus páginas, y al mismo tiempo ofreciéndonos viñetas brutales en las que podemos ver a Frank destripando a medio Marvel.
No podéis dejar de leer esto. Es lo mejor que he leído en años.
