Este pasado 13 de noviembre llegaba a tiendas de cómics The Brave and the Bold: Batman y Wonder Woman, un cómic cuya portada es toda una declaración de intenciones: una bella obra de arte que nos prepara para unas páginas interiores que parecen cuadros, aunando la mitología irlandesa con el Universo DC.
Olvidadas por sus antiguos creyentes, las deidades irlandesas se han recluido en un mundo mágico donde se ha desatado un conflicto terrible entre dos facciones enfrentadas. Es por esto por lo que Cernunnos, el dios de la fertilidad, pide ayuda a Wonder Woman. No obstante, el misterio con que está a punto de toparse la princesa de las amazonas solo lo puede resolver una persona: su amigo Batman.
Los seis números originales de esta epopeya escrita por Liam Sharp (Wonder Woman) lanzados originalmente en USA como una miniserie nos llegan en una fantástica recopilación cartoné de la mano de ECC Ediciones, a lo largo de 152 páginas a todo color y con un espectacular arte realizado por el propio Sharp.
The Brave and the Bold: Batman y Wonder Woman
Cuando una serie de acontecimientos extraños y místicos invaden el distrito irlandés de Gotham Batman acude con la idea de solucionarlos solo para encontrar que el tema le supera con creces al estar interviniendo algo que escapa totalmente fuera de su control: la magia.
Mientras tanto, Cernunnos invita a Diana a Tir na nOg, dónde las cosas no son como deberían ser, habiéndose desatado viejas rencillas que poco a poco los llevarán a un insondable caos que seguramente termine con todos los habitantes de fantasía de esta tierra mágica aislada de la realidad.
Bruce y Diana se presentan como una dualidad opuesta tanto en el significado de sus figuras como en su representación en esta historia, dos personajes que aunque habitualmente vemos formar parte del mismo mundo, en esta trama muestras sus claras diferencias de transfondo, haciendo que ambos den un enfoque totalmente diferente de lo que está sucediendo.
Diana está muy familiarizada con la vida cotidiana de los dioses y Bruce es alguien que acostumbra a anclarse en la realidad y lo científico en todo lo que hace. Esta dinámica se muestra no solo a través de la historia, sino también a través de las viñetas que sabiamente a entretejido Sharp.
Cuando Diana está presente, todo se siente estructurado, incrustado en imágenes pertenecientes a deidades y mitos. Con Bruce, sin embargo, vemos imágenes a menudo distorsionadas con una estructura completamente diferente a las de Wonder Woman. Pueden estar en lugares separados en este momento, pero es fascinante ver cómo estos estilos separados se fusionan en el transcurso de la trama conforme esta avanza y los dos héroes deben cooperar.
Mientras Diana está cómoda en este ambiente de fantasía, mientras Bruce parece encarnar una incredulidad, con su mentalidad afianzada en la lógica y la ciencia, las cuales termina aplicando de su manera a este mundo.
Sharp se encuentra como ya hemos mencionado a cargo del arte de este tomo, el cual aplica sabiamente para dar la forma de epopeya deseada. El uso cenefas y símbolos de la mitología irlandesa a lo largo de las viñetas consolida esta historia dentro de un mundo que casi se siente más fantástico que el de los superhéroes. Me encanta cómo Sharp realiza todos los fondos dándoles un toque de misticismo.
Los colores de Rómulo Fajardo Jr. evocan una oscuridad que funciona dentro de esta narrativa y que, como el resto de la historia, pone a Diana en desacuerdo con su entorno. El rojo brillante de Diana es un gran contraste con los detritus de Tir na nOg. A eso añade a Bruce, quien irónicamente se mezcla con su fondo en cada paso a pesar de que aparentemente las cosas no tienen sentido para él.
Sin duda, un volumen fascinante, que dejará a todos con la boca abierta ante semejante despliegue de habilidad.
Sin duda, un volumen fascinante, que dejará a todos con la boca abierta ante semejante despliegue de habilidad.