Durante el mes de enero la editorial Norma lanzó al mercado dentro de su línea manga, un nuevo volumen de su serie de género shonen Dimensión W, obra de Yûji Iwahara que ya cuenta con 11 volúmenes publicados en nuestro país.
La edición presentada por Norma cuenta con un formato de rústica con solapas realizada con material fluorescente que brillan en la oscuridad y tiene un tamaño de 13 x 18.2 cm , recopilando en su interior 208 páginas, siendo las 4 primeras a color. El volumen sale a la venta por un precio de 8€.
Dimensión W #8.
Tras solucionar el tema de la isla de Pascua y dejar atrás antiguos recuerdos y viejos amigos, la vida continua para Kyoma y Mira, estando esta última más preocupada por el porvenir de la joven Elli que por otra cosa. Así cuando esta se acerque por el taller donde vive la robot, Mira no dudará en intentar entablar una buena relación de amistad a la que la joven hija de Loser se opondrá de una forma bastante rotunda.
Pero las cosas cambian de forma radical cuando unos pandilleros secuestren a nuestro querido robot ante las narices de Elli y ésta decida aprovechar y mostrar su valía ante Kyoma ofreciéndose a salvarla. Desde luego al recolector de bobinas la cosa le sonará extraña sospechosa, pero siguiendo el flujo de la corriente aceptará la propuesta y se dejará guiar por la chica para buscar a Mira.
Lo que nadie esperaba es que fuera el sindicato quienes hubieran secuestrado a la robot, buscando que explicara su relación con el doctor Yurizaki y la razón de su existencia como robot.
Con este nuevo número la trama relativa a la isla de Pascua queda solventado y dejada a atrás, abriéndose el camino pedregoso que lleva a preguntarnos porque el doctor Yurizaki creó a Mira, que la hace única en su tipo y sobretodo que es lo que el extraño doctor escondía de todos, siendo causante de la muerte de su familia.
Lamentablemente todos sabemos que estas preguntas no tendrán una respuesta próxima, si no que será sobre las que orbitan el resto de teorías de la serie, proporcionando de vez en cuando al lector alguna pista muy leve, de forma que estemos atentos ante el gran misterio, pero que no retiremos la vista de la trama original.
Y parea equilibrar la balanza lo que si nos cuentan en este número es el origen de la joven Elli y como llegó a conocer a Loser, porque claramente no es hija natural del recolector. Una tierna historia de amor fraternal que nos acerca un poco mas a este personaje que seguramente acabe formando parte del equipo principal próximamente.
Y para concluir, en el apartado artístico encontramos grandes escenas de batalla en las que Kyoma se luce lanzando sus afiladas agujas a un blanco al que le hace mas bien cosquillas. La verdad es que la incorporación de estos nuevos villanos pinta muy interesante y ya tengo ganas de ver los nuevos diseños que nos esperan.
Obviamente la historia de Elli y Loser es el punto dulce del tomo y me ha gustado mucho ver a la chica cuando todavía era una niña pequeña, por lo que espero siga apareciendo recurrentemente ahora que se encuentra sola.
En definitiva, un gran número que nos lleva un paso mas allá en la historia de estos dos personajes tan diferentes y a la vez tan similares. Ahora solo nos queda esperar para ver que consigue hacer Kyoma contra este sindicato y si Mira es capaz de salir todo lo sana y salva que le sea posible.