Este pasado mes de diciembre, Norma Editorial lanzaba la versión integral de lujo de Tokyo Ghost, la historia con la que Rick Remender junto a Sean Murphy fascino a todos los seguidores del noveno arte en 2015.
Publicado en 2015 por Image Comics, esta colección fue aclamada por la crítica. Ahora Norma Editorial nos ofrece la obra en un único y lujoso volumen en formato cartoné de 20,5x30,3 cm, en cuyo interior encontramos 272 páginas a todo coloro que recopilan las diez entregas originales.
Tokyo Ghost
Tokyo Ghost proviene de la mente a veces desquiciada pero a menudo brillante de Rick Remender, en buena parte culpable de esta magnífica y delirante obra tan políticamente incorrecta. Formando equipo con el de sobras conocido Sean Murphy (Punk Rock Jesus, The Wake, Chrononauts), nos encontramos ante una novela gráfica que toma todo lo que está mal actualmente en nuestra sociedad, lo amplifica hasta niveles estratosféricos y le añade unos diseños y un arte conceptual de los que nos dejan con la boca abierta.
De esto último en concreto tiene la culpa el característico estilo gráfico cinético de Murphy, que le da al conjunto una identidad tan propia como contundente y demencial.
¿Pero de que va esto?
Tokyo Ghost nos sitúa en el año 2.089, en una era en la que la sociedad es adicta a tecnología hasta el punto de la más triste decadencia, algo que ya hemos podido ver en otras historias distópicas de carácter cyberpunk.
En medio de todo esto tenemos a Debbie Decay, una chica "libre" de tecnología, y a su pareja Led Dent (un adicto a las pantallas múltiples), quienes en nombre de la empresa reinante Flak Entertainment se encargan de impartir la ley en medio de toda la locura.
Pero los dos ya están hartos de todo esto, y lo que quieren es terminar su trabajo para tener acceso a su retiro prometido en el único lugar que queda libre de todo este esclavismo tecnológico, el Jardín de Tokyo.
Pero claro, este sueño no es fácil, y cuando creen que van a poder retirarse por fin, es cuando llegan los auténticos problemas...
No vamos a spoilearos la historia, por que realmente Rick Remender sabe lo que hace. Su uso de la narrativa para meternos en la mente de sus personaje, proporcionar los antecedentes necesarios para que encaje en su mundo y sus acciones tengan sentido y hacer avanzar la historia.
Añádele un montón de maldiciones e insultos y ya tienes una historia con el bastante gancho para que cualquier adicto a Juez Dredd se quede leyendo la historia.
Por supuesto, esta historia estaría totalmente incompleta sin Sean Murphy. Su arte es absolutamente magnífico cuando se trata de paisajes detallados, acción frenética, vehículos, personajes extravagantes... Vaya, todos los ingredientes que hacían falta en esta obra, aunque inevitablemente al leerla nos acordemos de Borderlands.
Y para rematar su trabajo, tenemos a Matt Hollingsworth, el colorista perfecto para el trabajo de Murphy. Se las arregla para capturar el estado de ánimo, resaltar los intrincados detalles de fondo y asegurarse de que el enfoque está en nuestros personajes. Honestamente, podría mirar estas páginas durante horas con la cantidad de detalles que contienen, pero su arte es tan enérgico que hace difícil detener el flujo de lectura.