El primer número de Action Comics cambió los cómics para siempre cuando debutó en 1938, presentando un personaje que llegaría a convertirse en el mayor representante del mundo de la viñeta. Desde el nacimiento de Superman, los superhéroes se han convertido en auténticos monstruos de la cultura pop, pero fue el kriptoniano el que sentó las bases, comenzando con cómics antes de pasar a series de radio, programas de televisión y películas de gran éxito. Action Comics es el primer cómic estadounidense en alcanzar el número 1000, y DC Comics y ECC Ediciones lo celebraban con un formato de prestigio de 80 páginas que rinde tributo a Superman con 10 historias cortas de varios equipos creativos.
Y por si esto fuera poco, la edición española cuenta con el director Juan Antonio Bayona, responsable de éxitos como Jurassic World: El reino caído, a cargo de escribir la introducción del tomo, una maravilla en edición de lujo de 152 páginas a todo color.
Superman: Especial Action Comics 1000
Este volumen es un homenaje en todo su concepto, en el cual encontramos en base a sus historietas un emocionante recorrido de la evolución de Superman y los principios fundamentales que se han mantenido constantes a través de estos cambios.
Las diez historias que encontramos en su interior exploran su pasado, el presente y el futuro del héroe, plasmando sus relaciones con su ciudad, trabajo, amigos, familiares y enemigos.
Result casi inórico que la primera historia, mediante la que se nos presenta a una Metrópolis que celebra El Día de Superman como homenaje a su héroe salvador, haya sido escrita por Dan Jurgens, el hombre que mató a Superman.
Probablemente la historia más destacable del volumen es fruto del equipo creativo formado por Peter J. Tomasi y Patrick Gleason, que llevan al héroe y al lector a un viaje a través de la historia de Superman, cortesía de una trampa temporal de Vandal Savage. Gleason y el colorista Alejandro Sanchez crean ilustraciones a página completa rebosantes de carácter, capturando el espíritu de cada era en el tono de las mismas.
Por ejemplo, tenemos un espectacular Superman poco después de su debut, esforzándose por detener un tren porque sus poderes no eran como los de hoy. Un homenaje que nos saca una amplia sonrisa al compararlo con los poderes casi divinos de los que hace gala hoy en día.
Louise Simonson y Jerry Ordway, por otro lado, nos presentan una pequeña historia en la que describen como Clark Kent equilibra su trabajo en el Daily Planet con su vida superheroica, un tema que veremos revisitar este tomo varias veces. Pero las mejores historias recogidas en este tomo son las que muestran a Superman como un ejemplo de fuerza e integridad, con lo mejor del espíritu humano en su corazón.
No podemos dejar de destacar el capítulo escrito por Geoff Johns y Richard Donner con arte de Olivier Coipel y Sanchez, quiene sutilizan sabiamente la mítica portada de Action Comics 1 como base de una historia sobre cómo Superman ayudó a sacar a los ciudadanos estadounidenses de la Gran Depresión. Coipel se sobra dibujando un severo Superman cuya constitución y postura recuerdan a los hombres que inspiraron el diseño original de Joe Shuster para el héroe, con un toque de Jon Hamm en los rasgos faciales.
Por su parte Clay Mann usa la imagen de Christopher Reeve como base para su Superman en su historia en colaboración con Tom King, que agrega una dimensión adicional a este reverente elogio por el planeta Tierra y los padres adoptivos de Clark Kent al presentarnos un futuro cinco mil millones después de nuestro tiempo en el cual el sol se expande en un gigante rojo.
Superman se presenta ante la tumba de Jonathan y Martha para hablarles sobre su familia, que ha sobrevivido y crecido durante milenios. Es un hermoso adiós que también es la única historia que se centra en la relación de Clark con sus padres.
Con historias como estas es como nos llega a nuestras manos un homenaje al superhéroe más conocido de la historia, un personaje que se ha convertido en cultura popular de nuestra era, elevándose fácilmente al concepto de mito.