Aquí llegamos nuevamente con otra de nuestras reviews de series manga, siendo hoy la ocasión perfecta para mostraros el nuevo número de The Promised Neverland #3 (約束のネバーランドYakusoku no Neverland), increíble obra de Kaiu Shirai que cuenta con el dibujo de Posuka Demizu. Recordemos que además esta serie ha recibido el Premio Shōgakukan en su edición 63º, en la categoría "Shounen.
Norma editorial, que son los encargados de presentarnos este volumen, lo lanzaron al mercado el pasado mes de septiembre y cuenta con un formato en cartoné con sobrecubiertas que tiene un tamaño de 11,5 cm x 17,5 cm en cuyo interior encontraremos 200 páginas en blanco y negro con las que viviremos la angustia y emoción de los personajes de esta serie.
Como siempre, para todos aquellos que quieran conseguir este número o cualquier de los dos anteriores, están disponibles en tiendas de cómics, librerías especializadas y en la propia página web de Norma Editorial, por 8€ el tomo.
The Promised Neverland #3
A nuestros tres protagonistas se les han unido dos nuevos aliados Don y Gilda, quienes esperan poder ayudar a escapar todos juntos de la granja donde Madre y la Hermana Krone los tienen custodiados, sin embargo sus dudas y temores les llevarán a cometer el peligroso acto de entrar a hurtadillas en el despacho de Madre. Allí únicamente encontrarán terror y mas preguntas sin respuesta, pero también la determinación para ayudar en todo lo posible.
Y mientras ellos dos investigaban por su cuenta la hermana Krone también lo ha hecho, dejando clara no solamente su posición, si no el que también es consciente de el futuro intento de fuga de los chicos. Sin embargo para sorpresa de todos los presentes la hermana se ofrecerá a resolver sus dudas y preguntas, ayudando en cierta medida a los niños.
Pero estas preguntas solo generarán mas y como en un circulo vicioso los jóvenes chicos solo podrán pensar en huir tan pronto como sea posible. Lamentablemente Krone ha movido ficha demasiado deprisa y Madre no ha tardado en descubrirla, igual que lo ha hecho con los chicos.
La historia poco a poco va adquiriendo mas velocidad y en este número llegamos al punto de no retorno. Si bien la vida de los chicos ya se encontraba en peligro, ahora parece hacerse todavía mas urgente el ser capaces de escapar, aunque para que negarlo, sabemos que lo tienen realmente difícil.Parte de este sentimiento apremiante que nos proporcionan los personajes principales, también se adquiere gracias a la siempre constante presencia de sus captores, La hermana Krone y la propia madre, siendo esta ultima la que mas angustia nos genera y con la que mas ganas tenemos de acabar.
Aunque lo que mas curiosidad nos proporciona es saber que hay del mundo exterior que pueda persistir. Está claro que el señor Minerva no es un aliado aunque a nuestros protagonistas se lo parezca, pero tampoco parece un gran villano, si no simplemente el factor externo adecuado que les propiciará a que escapen. El si lo lograrán es algo que todavía está por ver.
En cuanto al dibujo se muestra cada vez mas nítido y las expresiones dulces y sonrientes de los niños son cada vez mas preocupadas y miedosas. La juventud se va de sus rostros igual que la dulzura va desapareciendo del rostro de Madre. En este tomo la que mas se luce es obviamente la hermana Krone, quien además de mostrar júbilo y odio, también nos muestra como pese a ser conocedora de su destino, casi lo acoge con regocijo.El misterio sobre las criaturas del exterior todavía queda sin resolver pero no podemos negar que las instalaciones están tan detalladas que parecen maravillosas. Aun nos queda mucho por ver de este manga y tenemos ganas de descubrir hasta el último recoveco.
En conclusión, la cuenta atrás se acerca de forma desmedida y tenemos muchas ganas de que caiga en nuestras manos el siguiente número para saber que destino les depara a estos pobres chicos, que como ganado espera su desenlace.