Entre las novedades manga de este pasado mes de junio Planeta Cómic nos traían el esperado cuarta volumen de la nueva edición del mítico seinen 20th Century Boys de Naoki Urasawa, genio mangaka responsable del maravilloso Monster.
Planeta Cómic recupera tras una edición hace años bastante más simple esta colección, y ahora nos la ofrece en una edición Kanzenban idéntica a la homónima japonesa, un espectacular tomo de 424 páginas en un formato 14,8 x 21 cm rústica con sobrecubierta, en cuyo interior además encontramos páginas a todo color para deleite de aquellos que amamos el arte de Urasawa.
Una edición que destila estilo por los cuatro costados, teniendo incluso una aplicación de tintas y barnices que le dan un efecto brillante a las letras sobre la portada.
Para aquellos aun ajenos a esta maravilla, pongámonos en situación brevemente...
Y eso nos lleva a Kenji, nuestro protagonista, que trabaja en el colmado 24 horas de su familia, dedicando sus días a cuidar junto a su madre de Kanna, un bebé hija de su hermana, quién la dejó a su cuidado antes de desaparecer por completo poco tiempo atrás. Pronto cuando se ve afectado por los cadáveres y desapariciones que deja tras de si esa secta, Kenji descubre que fueron él y sus amigos de niños quienes crearon el símbolo de la secta en 1969, y que inocentemente escribieron "el Libro de las Profecías", una recopilación infantil de sus ideas en las que una organización malvada destruía el mundo, haciendo que nueve héroes (tantos como niños eran en su grupo de amigos) se alzaran para salvar a la humanidad.
Ahora, los sueños pueriles que escribieron en aquella libreta de profecías parecen empezar ha hacerse realidad en manos de la religión de Amigo... ¿pero quién es ese Amigo...?
En el volumen anterior veíamos como tras los sucesos de la nochevieja del año 2.000 que quedaría marcada en la historia con el sobrenombre de La Nochevieja Sangrienta, nuestra historia daba un salto al futuro, dónde el protagonismo ahora recaía en una muchacha salvaje e imparable: Kana, la sobrina de Kenji que ha terminado convirtiéndose en una adolescente imparable que se niega a la sociedad ahora reformada por amigo.
Al mismo tiempo, otra historia comenzaba a desarrollarse en una prisión de máxima seguridad que se encuentra en la bahía de Tokio destinada a apresar a todos los criminales que surgen de la censura impuesta por Amigo y en la que daba inicio la fuga de uno de los presos más antiguos y peligrosos:
Otcho, a quién estas alturas todos conocemos como Shôgun, quién quiere regresar junto a Kana... y cuya fuga podemos contemplar en este tomo junto a un aspirante de mangaka.
Metida en este proyecto, la muchacha termina conociendo al anciano a quién anteriormente conocíamos como Dios, quién termina narrándole toda la verdad sobre lo ocurrido en aquella fatídica noche, revelando la enorme mentira que ha sido creada por Amigo para engañar a toda la población mundial.
Una narrativa paralela a la que Otcho le cuenta a nuestro amigo mangaka y que magistralmente Naoki Urasawa utiliza para relatar en clave de flashback lo ocurrido con aquel monstruo asesino y dejandonos un poco más al día con lo sucedido con La Brigada de Kenji.
Pero por desgracia los problemas de Koizumi no han hecho más que empezar...
La vida de Koizumi se complica por momentos, ahora que comienza a descubrir que la sociedad en la que vive es una muy diferente de la que ella pensaba...
Una sociedad cuyos cimientos son las mentiras de un loco.
Envuelto en este ambiente de absoluto mal rollo, Naoki Urasawa nos plantea un thriller tan apasionante como original, en el que poco a poco podemos ver como las piezas del puzzle comienzan a encajar entre ellas...