No, lo sabemos, Picasso es imposible que hubiera ido a la guerra civil, y no, esto no es una broma o un chiste, mas bien es una novela gráfica titulada Picasso en la Guerra Civil que hace lo que muchos cómics Americanos, inventarse lo que sería un "What If". ¿Que hubiera pasado si Picasso hubiera ido a la Guerra Civil? Bueno, eso tampoco nos lo descubre este volumen pero lo que si nos presenta es lo que hubiera sucedido si Picasso solicitara un cómic donde se le retratara a él en la Guerra Civil.
Si, a que loco en su sano juicio le iba a apetecer que hicieran un cómic sobre él en semejante escenario? Bueno, pues aparentemente a Daniel Torres, el autor de este volumen le pareció una buena idea y en vista del éxito que está teniendo, no era algo tan descabellado. Así pues, tras los momentos de incertidumbre y de mirar con el ceño fruncido el título, tras hacer recuento con los años y las fechas y ver que no cuadran, veamos que se esconde realmente tras este título engañoso y a la vez misterioso.
Para comenzar nos encontramos con un volumen publicado por Norma Editorial que salió a la venta a finales del pasado mes de Mayo, por lo que estará en todas las librerías y tiendas especializadas esperando que algún incauto haga los mismos números que hemos hecho todos y decida sostenerlo en sus manos.
Lo siguiente que comprobamos es que tiene un buen peso y una edición de lo mas bonita, en cartoné, con un tamaño de 22 x 29,5 cm y un interior formado por 148 páginas coloreadas en sepia, verde y ocre. ¿Lo mejor? su precio, apenas 25€ por un este tomo.
Dicho esto, centrémonos en el volumen que tenemos en nuestras manos, la historia nos sitúa en 1953 y está protagonizada por el historietista Francisco Torres quien se dirige a la localidad francesa de Maugins para entrevistarse con un cliente misterioso. Aunque se apellida Torres en sus tebeos firma como Marcel porque entre muchas otras cosas, también es un exiliado español afincado en Burdeos, por lo que tener un cliente siempre le llevará allá a donde tenga que ir.
La sorpresa llega cuando Torres llega a la población citada y descubre que la persona con la que se ha citada es nada mas y nada menos que el mismo Pablo Picasso, aunque el buen y extraño hombre empiece llamándose Ruíz. Pero la cosa no quedará aquí porque lo que Picasso quiere realmente encomendarle es algo así como una biografía ficticia en forma de cómic donde el pintor sea el protagonista y pueda participar directamente en la Guerra Civil. ¿Que porque Picasso quiere batallar en la guerra? Pues porque le frustra algo muy humano, porque básicamente quiere cumplir uno de sus sueños. «¡Quiero tener veinticinco años! ¡Y quiero empuñar un fusil para pegarle un tiro a Franco!». Si. básicamente por eso.
Si, la trama se las trae y realmente resulta de lo mas interesante la situación en la que se encuentran estos dos personajes que chocan tanto entre si, tanto en opiniones como en métodos de trabajo. Aunque realmente lo interesante de este volumen ya no es solamente el que Picasso, o Pegasso, (pseudónimo inventado para la versión ficticia del pintor) logre su anhelo y le dispare a alguien, si no el hecho de que estamos ante una gran muñeca rusa, con una historia dentro de una historia.
Y es que esta muñeca rusa está compuesta por muchos matices, algunos de los cuales son más notables o al menos mas reconocibles que el resto, ya que no nos podemos olvidar que estamos ante hechos históricos reales y aunque se juegue con la ficción, todo tiene su parte de verdad. Ya sean las bromas sobre el franquismo o los carteles de propaganda para la guerra, como la propia vida de Picasso, sus cuadros y algunas de sus citas.
Y como no, nos podemos olvidar de el increíble arte de Daniel Torres, otro de los encantos de este volumen ya que es capaz de captar a sus personajes como si estuvieran atrapados sobre el papel, con emociones incluidas. Es capaz de realizar 3 tipos de dibujos diferentes y 2 tipos de historias en una sola. Eso es arte y paciencia y el resto es tontería.
En conclusión nos encontramos pues ante un verdadero huevo de pascua que hay que releer varias veces para captar todas sus grandezas. La primera vez para disfrutarlo como toca, la segunda para captar los chistes y elementos históricos y la tercera, bueno, la tercera y la cuarta o las que vengan por puro gusto.