Cómic: Reseña de "Los buenos Veranos 3. Don Bermellón" de Zidrou y Jordi Lafebre - Norma Editorial

Cómic: Reseña de "Los buenos Veranos 3. Don Bermellón" de Zidrou y Jordi Lafebre - Norma Editorial
Aquí estamos nuevamente con otra de nuestras esperadas reviews, teniendo hoy el placer de reseñar el nuevo número de uno de los autores estrella de Norma editorial, el esperado tercer volumen de Los Buenos Veranos, obra de Zidrou que cuenta con el dibujo de Jordi Lafebre.

Como siempre, el volumen que nos presenta la editorial y al tratarse de un cómic Europeo, cuenta con un formato en cartoné de grandes dimensiones, concretamente 23.5 x 31 cm en cuyo interior encontraremos 56 páginas a todo color que nos contarán otras de las aventuras protagonizadas por la tierna familia Faldérault. 

El volumen concretamente recibe el nombre de Los buenos Veranos 3. Don Bermellón, realizando una divertida referencia al coche de la familia, y está a la venta en librerías, tiendas de cómics especializadas y grandes superficies desde el pasado 12 de Abril por 16€. Se puede conseguir a su vez en la tienda física de la editorial o por su página web.


 Los buenos Veranos 3. Don Bermellón
Cómic: Reseña de "Los buenos Veranos 3. Don Bermellón" de Zidrou y Jordi Lafebre - Norma EditorialEn esta ocasión el volumen empieza haciendo un pequeño salto al futuro. Estamos en 1992, la familia Faldérault ha cambiado, Pierre y Mado están jubilados, la mayoría de sus hijos se han independizado y solo queda la pequeña Pépète conviviendo con ellos, por lo que el que fue su compañero de veranos y fatigas, el 4L apodado cariñosamente por el padre de familia como Don Bermellón está a la venta. 

Curiosamente el coche no tardará en venderse a un simpático comprador que prometerá cuidar de él con toda la bondad posible, pero eso no evitara que Pierre recuerde el primer viaje que realizaron juntos con la familia.

Eran los años 60 aproximadamente, solamente la primera de sus hijas había nacido y las vacaciones en esta ocasión las realizaban con la familia de Mado, es decir la férrea abuela Yvette y el adorable abuelo bolita acompañaban a Pierre y Mado en su viaje y lo que esperaban que fuera algo relajante y bucólico con acampadas y sándwiches resultó ser una aburrida visita a Saint-Étienne.

Sin embargo, por muy aburrida que fuera la ciudad francesa a toda la familia le sirvió para conocerse de una forma diferente. Sobre todo la abuela Yvette y su hija Mado, quienes consiguieron que la convivencia madre e hija fuera menos horrible de lo que en un principio parecía. Todo gracias a la paciencia del pobre abuelo bolita y sus anisas de patatas fritas, a la dulzura de la pequeña Pépète y al apoyo incondicional de Pierre, quien conseguía que cada día fuera especial.


Cómic: Reseña de "Los buenos Veranos 3. Don Bermellón" de Zidrou y Jordi Lafebre - Norma Editorial
Con este nuevo número hacemos una pequeña regresión a los años mozos de la familia Faldérault para poder entender un poco más las relaciones entre sus personajes, porque a fin de cuentas todos hemos tenido alguna vez una de esas horribles vacaciones familiares en las que si no los padres si los hermanos terminan sacándonos de nuestras casillas.

Eso es precisamente lo que le ocurre a la pobre Mado, quien tiene que soportar las duras semanas en un pueblecito aburrido estando acompañada todos los días por su bien querida madre, la que considera que todo lo que haga estará mal o será perjudicial para algún miembro de su familia, algo difícil de negarle no por su veracidad si no por su insistencia.

Por suerte no son solamente peleas o discusiones lo que encontraremos aquí, sino también una forma bonita y realista de aceptar estos momentos como algo que nos resulta cercano y de entender que el tiempo nos cambia, sea hacia una dirección u otra.


Cómic: Reseña de "Los buenos Veranos 3. Don Bermellón" de Zidrou y Jordi Lafebre - Norma EditorialEn cuanto al apartado artístico encontramos nuevamente los bonitos y agradables diseños de Jordi Lafebre, que nos muestra el lado más amable de las vacaciones veraniegas en familia. Como era de esperar los personajes de la abuela Yvette y del abuelo bolita resultan realmente adorables y sus personalidades encajan maravillosamente con el aspecto físico sin resultar caricaturescos, por lo que nos encantan.

Personalmente el que encuentro más entrañable es al señor mayor, quien se siente frustrado una y otra vez en sus ansias por comer patatas fritas, pero que pese a todo, no desiste en sonreírle a su familia. Resulta ser pues el personaje adorable y bonachón de todo el volumen y quien curiosamente nos hará de guía por la mayoría de recuerdos de la familia Faldérault.

En conclusión, otro pequeño fragmento de sencillez cotidiana que nos aleja de los problemas del mundo para mostrarnos el lado bonita de la familia. Esta serie se caracteriza básicamente por su dulzura y espontaneidad y podemos aseguraros que con este nuevo número Zidrou y Lafebre lo han vuelto a bordar.