Hoy os traemos la reseña del tomo 4 de Yona Princesa del Amanecer o Akatsuki no Yona 暁のヨナ.
Yona Princesa del Amanecer es un manga escrito por Mizuho Kusanagi, mangaka conocida también por otros de sus mangas tales como Mugen Spiral o Yoiko no Kokoroe.
Yona princesa del amanecer trata de la historia de la princesa del reino de Kôka, Yona. Hija única y criada bajo los atentos cuidados de su padre, el rey, y de su escolta Hak, el día de su aniversario su destino cambia por completo.
Yona es una joven princesa que está por cumplir 16 años. Es diferente de cualquier otra muchacha: tiene el cabello rojo, ondulado y largo, un rasgo único en su época. Aunque ella odia esta característica suya al principio, su pelo es comparable con la luz del sol del amanecer (¡de ahí el título de esta historia!), y será comparado con él en innumerables ocasiones, además de ser su característica física principal. Más adelante veremos que el color de su cabello es importante para el desarrollo de la historia.
Al principio del tomo vemos como Kija y Hak no se llevan especialmente bien y se pasan la mitad del viaje discutiendo. Kija presiente el dragón azul como el más cercano, por lo que emprenden su viaje, pero como todo buen viaje de época, tendrán que enfrentarse a unos cuantos maleantes.
Tras este incidente, visitan varias aldeas sin dar con el dragón. Mientras tanto, por las noches, Yona practica el tiro con arco en secreto. Kija descubre la verdadera historia de Yona, ya que hasta el momento no sabía lo que le había pasado en realidad, y es Hak quien se lo cuenta. Kija se siente frustrado por no poder encontrar el dragón azul y no poder ayudarla más.
Por suerte, al poco tiempo encuentran su presencia cerca de la frontera, en una cueva. Dentro de esa cueva se encuentran unos habitantes un tanto peculiares, la mayoría llevan máscaras en la cara para ocultar su rostro.
Ninguno de ellos dice conocer al famoso dragón azul, y alertas a nuestros protagonista de no merodear mucho, pues la cueva es un laberinto y se perderán. Sin embargo, que sería de nuestros muchachos si no se metieran en líos, y deciden investigar en busca del dragón, sin encontrar gran cosa. Yoon se siente observado y escalofríos le recorren la espalda, pero no encuentran a nadie.
No obstante, Yona se encuentra con una ardilla, y empieza a seguirla inconscientemente. Se termina separando del grupo y alguien le cierra la puerta de un pasadizo de la cueva, por lo que queda totalmente a oscuras.
Una persona desconocida, la coge de la mano y le pregunta si está perdida, y ella asiente y acepta su ayuda. Esta persona le dice el dragón azul no existe, y Yona empieza a sospechar: no la están llevando de nuevo con sus compañeros, si no que la están alejando aún más y acercándola a las profundidades de la cueva.
No obstante, Yona se encuentra con una ardilla, y empieza a seguirla inconscientemente. Se termina separando del grupo y alguien le cierra la puerta de un pasadizo de la cueva, por lo que queda totalmente a oscuras.
Una persona desconocida, la coge de la mano y le pregunta si está perdida, y ella asiente y acepta su ayuda. Esta persona le dice el dragón azul no existe, y Yona empieza a sospechar: no la están llevando de nuevo con sus compañeros, si no que la están alejando aún más y acercándola a las profundidades de la cueva.
Es entonces cuando descubrimos la historia del dragón azul. A diferencia de Kija, su historia es más trágica, el pueblo consideraban a los descendientes del dragón malditos, y vivían recluidos en la miseria. El joven no tuvo mejor suerte, desde que muere su predecesor, se ha pasado la vida encerrado en la cueva, con su único amigo, su fiel ardilla Ao.
También él, al poseer la sangre del dragón, despierta. El despertar del dragón supone el escuchar la voz de él mismo en tu cabeza, diciendo que tienes que servir a Hiryû, además de hervirte la sangre, y en el caso de nuestro muchacho, dolerte los ojos(pues tiene el poder de la visión del dragón). De todas formas, huye igual ya que se niega, o quizá por miedo, a enseñar su rostro y su presencia ante nuestros protagonistas. Sin embargo, Yona al descubrir que es él, quiere volver a hablar con el muchacho para saber su historia, y sobretodo, protegerlo y sacarlo de ese espantoso lugar.
Yona decide volver a adentrarse en la cueva, con la compañía de Kija y Yoon. Decide dejar a Hak fuera por precaución. Vuelven a encontrarse con el dragón, Yona le pregunta por su nombre, pero para su sorpresa, no tiene nombre. Yona le pide que vaya con ellos, pero este los rechaza. Cuando Yona se da la vuelta para irse, un extraño dolor en el pecho despierta en el muchacho, como si estuviera perdiendo algo muy valioso.
En mitad del camino de regreso, Yona, Yoon y Kija son atacados por los aldeanos, pero de repente un movimiento de tierra hace que la salida al exterior quede totalmente tapada por piedras. Todos quedan atrapados dentro de la cueva, aldeanos y nuestros jóvenes muchachos.
Hak al ver lo ocurrido se desespera e intenta desesperadamente cavar para abrir una salida y que todos puedan salir, y de la misma manera lo hacen Kija y Yoon desde dentro. No obstante parece que hay demasiadas piedras como para poder salir.
Es entonces cuando aparece de nuevo el dragón azul para rescatar a nuestra princesa y sus compañeros. Pero, ¿lo conseguirá? ¡Tendremos que esperarnos al próximo tomo para descubrirlo!
