Cómic: Reseña de "Liga de la Justicia: La Guerra de Darkseid" de Geoff Johns y Jason Fabok - ECC Ediciones

Cuando el New 52 de DC Comics estaba llegando a su fin, Geoff Johns decidió terminar su estancia como guionista de la Liga de la Justicia de la manera más épica posible. Siendo uno de los pocos escritores que se quedó en este título de principio a fin, Johns decidió regresar a dónde había tenido inicio esta colección cuando Darkseid regresa a la Tierra después de que su hija Grail, que perdió hace tiempo, resurja trayendose de paso al Anti-Monitor a cuestas. Atando todos los cabos sueltos y con Lex Luthor unido a la Liga de la Justicia, La Guerra de Darkseid es una serie entretenida con algunos giros inesperados, todo dotado de un grafismo fantástico gracias Jason Fabok. 

El evento nos llega en dos volúmenes en cartoné por parte de ECC Ediciones, que recopilan todo este evento de principio a fin de la forma más espectacular posible. Una edición que nos brinda el final de todas las cosas en New52 como se merece.

Liga de la Justicia: La Guerra de Darkseid

Lo primero que podemos apreciar al leer la historia que cubre este evento es el buen trabajo que realiza Geoff Johns al manejar un elenco de héroes y villanos tan enorme. Aunque, aun a pesar de sus esfuerzos, es inevitable que el equilibrio se vuelva inestable puntualmente. El Capitán Frío, por ejemplo, desaparece rápidamente de la historia sin ninguna razón a pesar de ser parte de la premonición en el capítulo inicial y Aquaman ni siquiera es parte de esta historia. Sin embargo y fuera de estas ausencias, los presentes reciben momentos memorables.

Ver a Batman convertirse en el Dios del Conocimiento es uno de los aspectos más interesantes que encontraremos en este libro, al ver a un personaje que siempre ha sido obstinado y propenso a la obsesión convertirse en alguien con todas las respuestas del universo. Y ver a Lex Luthor y Superman cooperando forzosamente para sobrevivir en Apokolips es simplemente genial.

Sin embargo, el personaje que brilla con fuerza propia durante la Guerra de Darkseid es Wonder Woman. Durante el tiempo de Johns en la Liga de la Justicia, la Mujer Maravilla ha sido en ocasiones desplazada a un lado, pero en esta trama encontramos a la nueva Diosa de la Guerra convirtiéndose en el personaje principal, tomando las riendas de la narración y convirtiéndose en la figura central que reúne a la Liga de la Justicia y otros personajes. Una narrativa que destaca sobre todo en la reflexión en primera persona de cómo ella y la Liga a menudo se ven como dioses.

Esta importancia está claramente relacionada con el personaje precursor de esta terrible guerra: Grail. Hija de una amazona y del propio Darkseid, Grail se presenta como una suerte de jinete del Apocalipsis, un agente despiadado del caos o del orden (depende de como se mire) que ha decidido tomar su rol como aquella que traerá la guerra que termine con todas las guerras.

Para sorpresa de todos, Darkseid no aparece tanto como sugiere el título e incluso el papel del Anti-Monitor es mínimo, y aunque ambos villanos tienen un par de sorpresas con las que contribuir a la historia, el eje del mal y villano principal aquí es la propia Grail.

Johns se muestra especialmente cómodo con ella, pintándola en el lienzo de la Guerra de Darkseid como un reflejo oscuro de Diana, malvada en el interior de su corazón a pesar de todo lo que su madre hizo para evitarlo. Un personaje interesante, aunque su historia de fondo y sus verdaderas motivaciones, que son un tanto predecibles, se revelan demasiado tarde para mi gusto.

Tras la primera parte de esta trama y con las bases ya asentadas, el flujo se rompe un poco cuando encontramos una serie de tie-ins protagonizados por los miembros individuales de la Liga de la Justicia y sus nuevos poderes recién descubiertos. Un aspecto interesante al presentarnos como los héroes de siempre cambian, aunque más allá de la curiosidad la mayoría de estas historias no revela nada nuevo sobre los personajes ni agrega nada impactante a la historia principal.

Sin embargo, fuera de esta pausa innecesaria, la historia principal está bien relatada y repleta de acción en la que Johns aprovecha para desarrollar sus personajes mientras hacen frente a algunas de las amenazas más grandes que jamás hayan encontrado, atando algunos cabos sueltos de New52 mientras establecen un poco de base para DC Renacimiento.

El arte es uno de los grandes puntos a tener en cuenta en este volumen, con Jason Fabok como el artista principal logrando crear unas composiciones impresionantes, logrando un precioso equilibrio aun a pesar de todos los personajes con los que tiene que lidiar por página. Los otros artistas presentes también aportan su granito de arena, destacando el trabajo de Jesús Merino y Fernando Pasarin en Flash y Batman. 

Sin lugar a dudas un último volumen digno del cierre definitivo de las aventuras vividas en New52, que nos ofrece una perspectiva muy acertada de estos dioses sobre la tierra.