Cómics: Reseña de "Marvel Integral. La Increíble Patrulla-X" vol. 1 de Joss Whedon y John Cassaday - Panini Comic
Panini Comics nos ofrecía recientemente el volumen 1 de Marvel Integral. La Increíble Patrulla-X, un primer volumen que comienza a recopilar el magistral paso de la pareja creativa formada por Joss Whedon y John Cassaday por la franquicia mutante.
En el interior de este lujoso cartoné de 18x27.5 centímetros encontramos un total 336 páginas todo color que recopilan en su haber los originales usa 1 al 12 de Astonishing X-Men v3, una nuevo inicio para el más famoso de los equipos mutantes que no dejo a nadie indemne.
En el interior de este lujoso cartoné de 18x27.5 centímetros encontramos un total 336 páginas todo color que recopilan en su haber los originales usa 1 al 12 de Astonishing X-Men v3, una nuevo inicio para el más famoso de los equipos mutantes que no dejo a nadie indemne.
Un equipo creativo de ensueño formado por el aclamado guionista Joss Whedon (Buffy Cazavampiros) y el artista John Cassaday (Planetary) planteaban una nueva era para la Patrulla-X que abarcaba los números 1 al 24 de Astonishing X-Men en su volumen 3 (2004 ~ 2008), dividiéndose en cuatro arcos argumentales de los cuales encontramos reunidos en este volumen los dos primeros: Gifted (incluyendo los números 1 al 6) y Dangerous (7 al 12).
Con este nuevo inicio Whedon marcaba un retorno a la grandeza clásica y el comienzo de una nueva era en la que Cíclope y Emma Frost vuelven a reunir al equipo mutante... algo que por supuesto no tienen nada de fácil.
La primera traba no se encuentra solo en la poca aceptación que los mutantes tienen en su propio universo, siendo una raza rechazada y marginada por los humanos normales, si no en los propios lectores cuando vimos a Emma Frost formando parte de la alineación de este equipo de héroes. ¿Acaso no fue siempre una villana? Tras haberla visto al lado de Sebastian Shaw y el Hellfire Club y más tarde junto a Magneto verla no solo como parte de los X-Men, sino en una relación con Cíclope ( algo que Wolverine no parece estar dispuesto a aceptar).
Cada miembro principal del elenco tiene un momento en el que brilla bajo el foco de Whedon. Kitty Pryde, por ejemplo, a quién habitualmente leemos como un personaje que destaca lo justo, aquí muestra un caracter lo bastante fuerte como para plantarle cara a Emma Frost y ser capaz de guiar a un nuevo estudiante por el buen camino demostrando unas dotes de mentora realmente admirables.
También es interesante observar el concepto de la cura a la Mutación que plantea Joss Whedon, un tema que se ha abordado varias veces en diferentes arcos e incluso en las películas de la Fox, pero Whedon logra manejarlo de una manera muy diferente y mucho mejor que el desastre que fue el acto final de X-Men Trilogy. Se plantea de una manera muy interesante cuando no todos los X-Men se oponen a tomar la cura, abordando así tanto las divisiones internas entre los X-Men como el enfrentamiento a sus enemigos, que añaden un importante componente de acción a las páginas de este volumen.
Y no podemos olvidar a Bestia, personaje que en este volumen se muestra increiblemente profundo. De todos los X-Men su vida ha sido la más afectada a nivel personal por su condición de mutante. A pesar de que es una de las personas más gentiles, más caballerescas y desinteresadas que podrías conocer, casi todos los humanos en su vida han tenido miedo de él. Es por eso que tiene sentido, orgánicamente, que ingrese en el laboratorio del Dr. Rao y robe la cura.
La primera traba no se encuentra solo en la poca aceptación que los mutantes tienen en su propio universo, siendo una raza rechazada y marginada por los humanos normales, si no en los propios lectores cuando vimos a Emma Frost formando parte de la alineación de este equipo de héroes. ¿Acaso no fue siempre una villana? Tras haberla visto al lado de Sebastian Shaw y el Hellfire Club y más tarde junto a Magneto verla no solo como parte de los X-Men, sino en una relación con Cíclope ( algo que Wolverine no parece estar dispuesto a aceptar).
También es interesante observar el concepto de la cura a la Mutación que plantea Joss Whedon, un tema que se ha abordado varias veces en diferentes arcos e incluso en las películas de la Fox, pero Whedon logra manejarlo de una manera muy diferente y mucho mejor que el desastre que fue el acto final de X-Men Trilogy. Se plantea de una manera muy interesante cuando no todos los X-Men se oponen a tomar la cura, abordando así tanto las divisiones internas entre los X-Men como el enfrentamiento a sus enemigos, que añaden un importante componente de acción a las páginas de este volumen.
Gracias a estos ingredientes la historia de Whedon fluye ordenadamente y ofrece una resolución satisfactoria que al mismo tiempo crea un misterio particularmente con respecto a Emma Frost, pero no entraré en más detalles para razones obvias.
La Patrulla cobra vida gracias al grafismo de John Cassaday, quién no decepciona al retratar al equipo mutante con una calidad que nos deja perplejos ante sus viñetas, en especial en aquellas repletas de acción y color, aunque también es capaz de crear unas composiciones épicas en las escenas clave que nos dejan sin respiración.
