En mayo de 2006, hace ya la friolera de 12 años, las series regulares Detective Comics y Batman daban inicio al arco Face the ɘɔɒᖷ, una trama que se alargaría durante ocho entregas bajo la tutela del gran James Robinson y que para un servidor supuso el reengancharme a la lectura de las historias del caballero oscuro al verme inevitablemente absorbido por una historia completa, capaz de plasmar unos personajes de sobra conocidos en la mitología del murciélago pero que presentaban una humanidad y una profundidad pocas veces vista en las viñetas.
Este pasado mes de enero era ECC Ediciones quién recuperaba estos números al recopilar los grapas Detective Comics núms. 817 al 820 y Batman núms. 651 al 654, a lo largo de 208 páginas a todo color que quedan reunidos bajo un lujoso cartoné dentro de su linea Grandes autores de Batman.
Sin más vamos con lo que nos contaba James Robinson (Starman) junto a los dibujantes Don Kramer (Batman: Detective) y Leonard Kirk (JSA), en esta historia que transcurre un año después de los eventos sucedidos en Crisis Infinita...
Grandes autores de Batman: James Robinson - Cara a cara
Ha pasado un año desde que Batman y Robin dejaron Gotham City, un largo año de ausencia que cada uno de sus habitantes, por un motivo u otro, ha sentido en su corazón y en su carne.
Pero el murciélago no dejo la ciudad sola; antes de marchar Batman deposito su confianza en un reformado Harvey Dent que, tras haber recuperado su rostro y ser entrenado durante un largo mes, se convirtió en el justiciero en la sombra que mantendría las calles a salvo.
Al regreso de Batman, todo cambia. Tras permanecer apagada un año entero, las calles rugen bajo la luz de la batseñal, los civiles y delincuentes gritan llenos de esperanza y desesperación.
Pero ¿Qué es de Harvey Dent?
El vigilante en la sombra de repente ya no es de ayuda. Con la llegada del verdadero justiciero, sus acciones pierden el sentido, y aquella labor con la que había estado ocupado desaparece, dejando tras de sí un vacío difícil de llenar.
Esta situación coincide también con varios asesinatos de villanos cuyo informe balístico apuntan al arma de doble cañón de dos caras. Con el arma homicida repleta de las huellas de Dent, todas las pistas le inculpan como el asesino, y la duda que siembran provocan que Harvey, dolido por la desconfianza de aquel a quién consideraba su amigo, comience a derrumbarse sobre si mismo como un castillo de naipes.
Ver la personalidad de Harvey Dent elevarse y deconstruirse en tan pocas páginas es simplemente magistral, viendo como su desequilibradamente se va rompiendo en pedazos al sentir como sus pilares de apoyo desaparecen; en resumen, un yonki que ve como el placebo con el que lograba superar su adicción desaparece, llevándole a una nueva recaída peor que la anterior.
Pero no toda esta historia es sobre Harvey Dent; Batman y Robin (Tim Drake) trabajan juntos a lo largo de todo este arco en una sinergia perfecta, un equipo indivisible con una gran quiímica y que poco a poco nos lleva a un punto clave en la relación entre Bruce y Tim que logra emocionar hasta al tipo más duro.
Por si esto fuese poco, encontramos a otros muchos villanos de Gotham que hacen su aparición durante la investigación, pasando por Poison Ivy, KGBestia, Sombrerero Loco, Ventrílocuo, Polilla Asesina, Killer Croc... toda una galería que nos maravilla con sus apariciones, dándole aun más jugo a la mezcla.
Contando con estos ingredientes James Robinson nos ofrece un trabajo increíble con esta historia, llena de misterio y trabajo detectivesco, que agregan mucho suspense y dramatismo y terminan de dar ese toque oscuro y tenebroso que tanto caracteriza a las buenas obras de Batman.
En el apartado artístico Leonard Kirk y Don Kramer también realizan un buen trabajo trabajo, aunque prefiero el arte de Kramer en general, que parece ajustarse mejor a la historia con sus viñetas oscuras y arenosas.