Cómic: Reseña de "Colección Frank Miller. Elektra Asesina" de Frank Miller y Bill Sienkiewicz - Panini Cómics

Reseña de "Colección Frank Miller. Elektra Asesina" de Frank Miller y Bill Sienkiewicz - Panini Cómics
A inicios de los años noventa, cuando un servidor ya hacía sus pinitos leyendo cómics que intentaba conseguir en los quioscos del barrio, el sello forum de Planeta deAgostini lanzó en su colección prestigio una serie de ocho grapas que me dejaron totalmente flipado.

Elektra: Assassin era uno de aquellos cómics que salían de la genial mente de Frank Miller, el guionista que con El Regreso del Caballero Oscuro revolucionaría la industria del cómic para convertirla en algo mucho más oscuro y tenebroso y que, en esta colección, nos acercaba una Elektra más sangrienta que nunca.

Ahora, casi treinta años más tarde, esta maravilla protagonizada por la asesina carmesí vuelve, una vez más, a ver una reedición en nuestro país dentro de la Colección Frank Miller de Panini Comics, que nos recopila las ocho entregas originales de Elektra: Assassin en un precioso cartoné en cuyo interior encontramos 288 páginas a todo color que nos traen esta movida experimental que tan alucinados nos dejó en su época.

Reseña de "Colección Frank Miller. Elektra Asesina" de Frank Miller y Bill Sienkiewicz - Panini Cómics
Elektra Asesina
La historia que nos propone Miller, aunque se sostiene gracias a la utilización de algunos elementos comunes como S.H.I.E.L.D. o la aparición de Nick Fury e incluso la de Daredevil en un flashback, parece al margen de la linea temporal habitual del Universo Marvel, trasladandonos a un sueño febril de política, violencia y paranoia que se establece en algún momento de 1972, 1986 o ningún año en particular, probablemente en algún momento antes de su fallecimiento en Daredevil. 

Durante los momentos más álgidos de la campaña electoral por la presidencia en Estados Unidos, el joven y afable candidato Ken Wind está arrasando en las encuestas entre los votantes. 

Mientras tanto, un Presidente que se parece a Nixon (pero podría ser Reagan si apretamos los ojos un poquito) vive en una constante paranoia, obsesionado con la guerra nuclear y su propio machismo. 

Reseña de "Colección Frank Miller. Elektra Asesina" de Frank Miller y Bill Sienkiewicz - Panini Cómics
Llegados a este punto y según lo que os estoy contando, queda claro que la elección jodida sería el presidente actual... pero Frank Miller logra que el nuevo candidato también parezca una terrible amenaza, probablemente influenciado por sus propios (y cuestionables) ideales políticos que ahora no queremos comentar.

Al mismo tiempo se nos muestra una dictadura en latinoamericana apuntalada por Estados Unidos y S.H.I.E.L.D... mientras La Bestia, el ser sobrenatural que está detrás de los ninja de La Mano, está tratando de poseer a un ser humano para liarla pardísima.

Pero claro, por algo el cómic que tenemos en la mano se llama así: Elektra está ahí, armas en mano, para detener todo este desastre dejando tras de sí un espectacular rastro de sangre y ultraviolencia en compañía de Garret, un agente con más bien pocas luces que tratará de ayudarla a salvar el mundo.

Reseña de "Colección Frank Miller. Elektra Asesina" de Frank Miller y Bill Sienkiewicz - Panini Cómics
Miller cuenta esta historia con un estilo narrativo que arrastra los años 80 en todo su esplendor, con pensamientos acompañados de diálogos y gritos superpuestos, a lo largo de un caos ordenado entre las acuarelas de las viñetas.

Acompañandole tenemos a Sienkiewicz en el clímax de su ambición visual, justo antes de Stray Toasters, pintando como un demonio y pasando de fotorrealista a los garabatos de un niñoinstantáneamente, para apoyar los cambios de humor igualmente rápidos de Miller. 

Elektra: Asesina es una comedia inteligente de suspense, conmovedora, abrumadora, y una historia de superhéroes solo por cortesía, con una profundidad increíble para un libro sobre una ninja que impide a un demonio volar el mundo.

Todo un homenaje a aquellas joyas que, a inicios de los noventa, nos dejaban con los ojos como platos.