Cómic Europeo: Reseña de "AK-47. La historia de Mijail Kalashnikov" de Sergio Colomino y varios autores - Norma Editorial
Mijail Timofeyich Kalashnikov falleció el 23 de diciembre de 2013 tras 94 años de patriotismo ruso y dejando tras de sí uno de los inventos más polémicos y que más han canalizado el transcurso de la historia a lo largo del pasado siglo XX: el fusil semi-automático Avtomat Kalashnikova 47 (Автомат Калашникова образца 1947 года), más conocido como AK-47 o simplemente kalashnikov.
A estas alturas todo el mundo a escuchado hablar del AK-47, ya sea por un empacho de cine blockbuster de Hollywood o de darle demasiado vicio al Call of Duty o al Metal Gear. Pero ¿Qué sabemos realmente sobre la más famosa de las armas de fuego?
AK-47. La historia de Mijail Kalashnikov es una novela gráfica que, a lo largo de diez relatos nos da un paseo por algunos de los puntos más importantes de la historia bélica actual y de la del fusil en cuestión. Planteado de esta manera, muchos os imaginaréis que estamos hablando de un BD tostón de los que terminan criando polvo en la mesita de noche.
Pero a lo largo de estas diez historias se logra una sinergia común entre el entretenimiento y lo didacta que logra despertar todo nuestro interés por este instrumento que escupe muerte y aquel que lo creó. Y no es tarea fácil.
El director y guionista a cargo de esta tarea es Sergio Colomino (Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona, Sherlock Holmes y el legado de Moriarty), a quién acompaña una decena de artistas locales surgidos de la escuela JOSO que presentan los más variados estilos: Marce Pérez Massegú, Xevi Benítez, Roger Vidal, Mónica García Casado, Rubén Fernández, Marcos Pérez Cerezo, Iván Mancera, Alicia Grande, Ernest Sala y Raquel Ródenas; un equipo creativo enorme al que se suma el color de Iván Mas y Jordi Minguell en un par de historias. Y por si esto fuera poco, al final del volumen encontramos toda una serie de ilustraciones / pin-ups elaborados por Santi Casas, Carlos Moreno, Ibán Coello, Iván Mas, Jaime Martín, Mado Peña, San Miguel y Santiago Arcas.
Todo en un cartoné de 19x26cm bajo el sello de Norma Editorial en cuyo interior encontramos 180 páginas a todo color, que encarecidamente recomendamos como uno de los favoritos para este próximo y cercano día del libro.
El fusil o el arma en sí no mata. Son las personas las que disparan, y no puedo hacerme responsable de que alguien utilice mi invento de forma equivocada.
AK-47. La historia de Mijail Kalashnikov
Hay cierta tristeza en reconocer un arma de matar como uno de los inventos más importantes del siglo pasado, pero negarlo no lo haría menos cierto. El AK-47 ha acompañado a la historia de la guerra desde su creación, cambiando el curso de la misma y extendiéndose como una enfermedad hasta que halla cientos de millones circulando por las fuerzas armadas de todo el planeta, y eso sin tener en cuenta las copias y los que se encuentran en manos no legítimas.
Pero ¿el mal está en el arma o en la mano que la empuña? Esta novela gráfica no se inclina ni por lo uno ni por lo otros, realizando una reflexión sobre la cultura de la violencia a través de diez historias que nos recuerdan que Mijail Timofeyich Kalashnikov es considerado todo un héroe gracias a su invento y que el país de Mozambique lo luce en su bandera como un símbolo de libertad.
Pero las reflexiones os las dejamos a vosotros mismos tras haber leído, disfrutado y digerido lo que nos ofrece este volumen, una decena de historias cortas muy, muy diferentes entre ellas.
Nicolás es la primera de las historias y nos llega con el arte realista de Marcel Pérez Massegú, quién alterna en sus páginas la revolución de Pretrogrado con unas escenas ficticias del zar Nicolás II recibiendo una presentación de un prototipo de lo que sería el AK-47... una presentación sin mucho futuro ante una figura que terminaría cayendo en desgracia, pero que ya nos deja intuir el problema al que se enfrentaba el imperio ruso en aquel momento: un desfase armamentístico que no querían afrontar.
Briansk es la segunda, con unos dibujos de Xevi Benítez que nos hacen pensar en todo menos en un relato bélico, y que con la originalidad de un enfoque en primer persona nos muestra el asedio a la ciudad homónima en la que un joven Kalashnikov resultaría herido.
La tercera historia es para nosotros la que marca un antes y un después en este tomo. Con Kamarada 47 el dibujante Roger Vidal rompe por completo lo mostrado para darle un toque de los superhéroes de la Golden Age y el pulp, en un relato que claramente homenajea a los grandes como Jack Kirby, al mismo tiempo en que en una especie de parodia al Universo Marvel nos da una panorámica del espíritu comunista. Ojito a las cartas de los lectores, que no tiene perdida...
Mónica García Casado ilustra la historia en clave de drama de Querida Mary, que enfrenta al M16 con el AK-47 en territorio vietnamita con trágicas consecuencias, todo acompañado de un precioso arte que parece tirarnos de cabeza al barro de los charlies.
Tras esto llegamos a la quinta historia que, abandonando las viñetas, nos ofrece una cronología que con exactitud nos relata la historia del fusil que da nombre al volumen. Kovrov, con dibujo de Rubén Fernández y un color bien ejecutado de Iván Mas, resulta en un pergamino cronológico bellamente ilustrado que nos documenta sobre toda la historia del AK-47, ayudándonos a comprender aun mejor el resto de historias y el porqué de su importancia, en un amplio recorrido desde 1914 a la actualidad.
Marcos Pérez Cerezo es el autor de Allende, que nos narra las últimas horas del presidente chileno Salvador Allende, en unas viñetas que solo podemos describir como frenéticas.
El niño del Kalashnikov es el séptimo relato, contando con un particular dibujo en ocasiones algo confuso de Iván Mancera y color de Jordi Minguell, que transportan el protagonismo a los siempre polémicos niños de la guerra; una historia repleta de crueldad que retrata la verdad sobre la guerra actual, al mismo tiempo en que hace uso del típico eslogan que dice que hasta un niño podría manejar un AK-47.
Ernest Sala es el encargado de proporcionar su magnífico dibujo, uno de los mejores trazos del volumen, a la historia Mijail, que emulando una entrevista ficticia a un anciano Mijail Kalashnikov, llevándole de la mano a través de un recorrido que parece afectarle más de lo esperado.
Finalmente llegamos al último de los cómics del libro, y es uno muy personal que contando con el arte de Raquel Ródenas, relata un episodio del trabajo de documentación del autor Sergio Colomino durante la elaboración del tomo que tenemos entre manos.
Un último episodio que nos deja con algunas ilustraciones magníficas para cerrar esta radiografía de la historia del AK-47. Si se trata de un homenaje o una crítica, queda en manos del lector decidirlo...
Un último episodio que nos deja con algunas ilustraciones magníficas para cerrar esta radiografía de la historia del AK-47. Si se trata de un homenaje o una crítica, queda en manos del lector decidirlo...