Anime: Cuatro personajes más para "Hataraku Saibo".

A través de su web oficial la próxima adaptación a anime televisivo para el manga Hataraku Saibo, obra original de Akane Shimizu, la cual se estrenará el próximo mes de julio y ya cuenta con una web oficial japonesa y en inglés, nos muestra cuatro personajes más y nos presenta a sus respectivos seiyuu:

Takahiro Sakurai como Linfocito T

Takahiro Sakurai como Linfocito T

Saori Hayami como Linfocito T regulador

Saori Hayami como Linfocito T regulador

M.A.O. como Eosinòfil

M.A.O. como Eosinòfil

Nobuhiko Okamoto como Célula dendrítica

Nobuhiko Okamoto como Célula dendrítica

Así se suman a los anteriormente anunciados:
- Tomoaki Maeno como Glóbulo Blanco
- Kana Hanazawa como Glóbulo Rojo
- Kikuko Inoue como Macrófago
- Daisuke Ono como Célula T Asesina
- Maria Naganawa como Plaqueta


Kenichi Suzuki es el director bajo David Production, mientras que Yuuko Kakihara se encarga de la composición de serie y de los guiones Suzuki y Kakihara. Takahiko Yoshida diseña los personajes y es el director jefe de animación, mientras que Kenta Mimuro es diseñador de personajes de células, de fondos y director de animación en algunas escenas. Keiko Tamaki se encarga de los diseños de personajes secundarios y Kenichiro Suehiro compone la música en MAYUKO.

El resto de miembros del equipo son:
Arte: Yoshihiro Sono, Koji Hashiguchi, Atelier PLATZ
Color: Aiko Mizuno
Dirección de fotografía: Yuki Oshima
Director de 3D: Yutaka Nakajima
Edición: Kiyoshi Hirose (editz)
Dirección de sonido: Jin Aketagawa
Producción de sonido: MAGIC CAPSULE
Producción: Yuma Takahashi
Producción de animación: Go Wakamatsu
Producción: Aniplex, Kodansha, David Production

El manga fue lanzado originalmente en marzo de 2015 en la revista Monthly Shonen Sirius de Kodansha y ya cuenta con cinco tomos recopilatorios.

El cuerpo humano contiene unos 60 billones de células, ¡y todas tienen trabajo que hacer! Pero cuando sufres una herida, un virus te invade o se activa una reacción alérgica, todas las células, desde los silenciosos pero mortíferos glóbulos blancos a las neuronas del cerebro, deben trabajar juntos para superar la crisis.