Nuevamente aquí estamos una vez mas con una de nuestras reviews periódicas y de las que mas nos gustan, de manga Yaoi, siendo concretamente de una serie que continúa con muy buen ritmo ahora que sabemos que ha finalizado su publicación. Estamos hablando de Ten Count (テンカウント) manga creado por Takarai Rihito (宝井理人).
Como comentamos en número anteriores esta serie Yaoi contiene un alto porcentaje de escenas sexuales, comenzando a mostrarse de forma mas explicita a partir de este número, por lo que a aquellos que les pudiera incomodar este tema, que vayan con cuidado y sepan donde se meten.
En el caso de Ivrea estos nos presentan el segundo número tras publicarlo el pasado mes de enero y como siempre, con un formato idéntico al original japonés, es decir en formato B6 en rústica con sobrecubiertas, incluyendo 200 páginas en su interior siendo las iniciales a color. Está en tiendas de cómics y librerías especializadas por 8.50€
Ten Count #2:
El volumen continua donde lo dejó el anterior, con shirotani y kurose en una extraña relación y más todavía después de que el moreno decidiera cancelar el tratamiento privado que le estaba dando al rubio al darse cuenta de sus sentimientos.
Pero es que este brusco movimiento no solo ha alterado la mente de Kurose, si no que Shirotani se ha encerrado en su habitación sin prestar atención al mundo exterior ni a ninguno de los mensajes que le llegan a su teléfono hasta que en un momento en el que vuelve a la realidad se da cuenta de que tiene que volver a ver a Kurose para desfogar sus sentimientos.
Y es que su rabia y las ganas de ver a Kurose después de tanto tiempo son tan grandes que decide salir corriendo a su encuentro para buscarle, dejandole claro que no quiere volver a verle. Aunque es aquí cuando Kurose, consciente de sus verdaderos sentimientos, decide admitirlos delante del rubio sin ningún tipo de pudor dejando al otro totalmente sorprendido.
La gracia está en que Shirotani salió tan rápido a buscarle que se olvidó de que estaba lloviendo, llenándose de esos germanes que tanto odia solo para ver a Kurose, por lo que al saber que el catarro y los gérmenes amenazan su vida se deja cuidar por el moreno y vuelve a su casa acompañado restableciendo así esa extraña amistad que está mas cerca del amor de lo que parece.
Sin embargo una vez Kurose ha revelado sus sentimientos ya no es capaz de dar marcha atrás dejando a Shirotani en un estado de confusión en el que no sabe cómo actuar delante de él.
Sin embargo tras su reconciliación Shirotani se encontrará afrontando sus verdaderos sentimientos cuando al seguir con su tratamiento y en lo que parece una cita con toda las de la ley acabe en casa del moreno. Ahora ya no hay marcha atrás y las insistencias de Kurose no le permitirán pensar con la claridad necesaria, dejándose llevar por sus impulsos después de mucho tiempo.
Ya vamos entrando en materia en este segundo número, viendo con mas claridad como se desarrolla la amistad con ciertos tintes amorosos entre nuestros personajes. Nos dejan claro que esta relación aunque empezara como algo profesional ya ha salido de esa fase y ahora es el romance y el cariño lo que acerca a esta pareja vigilándose mutuamente.
Personalmente me ha parecido un desarrollo bastante creíble el de doctor y paciente que han sufrido los dos protagonistas, dejándose llevar por el cariño de Kurose hacia Shirotani al verlo sufrir por un trastorno tan grave que hasta le genera secuelas físicas. A su vez Shirotani es finalmente capaz de darse cuenta de sus sentimientos y aunque sea muy lentamente, empieza a aceptarlos, siendo consciente de que su enfermedad solo retrasa lo inevitable.
Finalmente comentar que por fin tenemos una escena de sexo como era ya de esperar. El desarrollo de esta resulta ligeramente tenso por el problema de Shirotani con el ser tocado, pero eso solo la hace mas creíble ya que sería demasiado extraño que una persona con ese problema tuviera sexo de buenas a primeras. Por el resto parece bastante natural y es muy curioso que Kurose sea capaz de mantenerse con una actitud tan controlada pese a la excitación sexual del momento.
En cuanto al apartado artístico del manga este profundiza lentamente porque ahora ya si que podemos ver a estos dos chicos sin apenas ropa o mas bien con la justa, hecho que resulta un gustazo para la vista ya que para que negarlo, están muy bien hechos y dotados.
El contraste entre el cuerpo casi infantil de Shirotani y lo masculino que llega a ser Kurose es enternecedor sobretodo con esas expresiones de inocencia y lujuria en el rostro al entrar en materia, sobretodo para el rubio quien no está acostumbrado no solamente a tocarse si no mucho menos a ser tocado.
Como siempre detalle remarcable el de la traducción de Ivrea, que adapta los gemidos a nuestro idioma para que ni eso se nos pase por alto, manteniendo la censura al mínimo y logrando que el producto final sea perfecto y una copia del original.
En conclusión, un nuevo tomo de manga en el que los personajes empiezan a dejar atrás sus capas mas exteriores y se profundiza en esa relación de amor que surge entre ambos