Literatura: Minotauro publica "Beren y Lúthien" de J.R.R. Tolkien, la gran historia de amor de la Tierra Media.

Minotauro publica Beren y Lúthien, la gran historia de amor de la Tierra Media de J.R.R. Tolkien, editado por Christopher Tolkien e ilustrado por Alan Lee.

Este relato, que Tolkien nunca dejó de escribir, se publica como una historia independiente más de un siglo después de su concepción. La que en palabras del autor fuera «la principal de las historias del Silmarillion» está inspirada en la propia historia de amor real de Tolkien con su mujer Edith. 

El libro cuenta con 9 láminas a todo color del artista Alan Lee, además de ilustraciones en blanco y negro integradas en el texto. Todas las ilustraciones se han creado especialmente para esta edición. 

La edición original en inglés de Harper Collins, que salió a la venta en junio de 2017, fue un éxito inmediato: tuvo un gran impacto en los medios de comunicación de todo el mundo, vendió más de 30.000 ejemplares sólo en el primer mes y se colocó en las listas de los más vendidos (Publishers Weekly). 

De todos los relatos que aparecen en El Silmarillion, muchos lectores de Tolkien recuerdan con especial afecto la historia de aventuras y amor del hombre mortal Beren y la Elfa inmortal Lúthien, que vivieron en la Primera Edad del Mundo (anterior a los hechos de El Señor de los Anillos, que está ambientada en la Tercera Edad del Mundo). 

J.R.R. Tolkien escribió una primera versión de Beren y Lúthien en 1917, tras regresar de Francia y de la batalla del Somme, y volvió a lo largo de toda su vida varias veces a la historia. Ahora, un siglo después, Christopher Tolkien ha narrado la historia en palabras de su padre ofreciendo, en primer lugar, su forma original, y a continuación pasajes en prosa y verso de textos posteriores. Presentados en conjunto por vez primera, revelan aspectos argumentales y estilísticos de la historia que se perdieron más tarde. (Podéis encontrar información detallada sobre las distintas versiones del texto en el Prefacio de Christopher Tolkien). 

Del Prefacio de Christopher Tolkien en Beren y Lúthien (pág.21): 

En este mi nonagésimo tercer año de vida, éste será (presumiblemente) mi último libro de una larga serie de ediciones de los escritos de mi padre, previamente inéditos en su mayoría, y tiene un carácter un tanto curioso. He elegido este relato in memoriam no sólo por su arraigada presencia en la vida de mi padre, sino que también por sus insistentes reflexiones sobre la unión entre Lúthien, a quien llamaba «la más grande de los Eldar», y Beren, el Hombre mortal, y acerca de sus destinos y segundas vidas. 

La historia se remonta a tiempos muy pretéritos en mi propia vida, porque constituye mi primer recuerdo nítido de un elemento concreto de una historia que me contaron, y no meramente una imagen recordada de la ocasión de la narración. Mi padre me la contó, o partes de ella, sin tener un texto delante, a principios de la década de 1930. 

El elemento visual de la historia que recuerdo es el de los ojos de los lobos que fueron apareciendo uno tras otro en la oscuridad de la mazmorra de Thû. 

El año después de la muerte de mi madre, que también fue el año anterior a la muerte de mi padre, me escribió una carta sobre ella en la que hablaba de su abrumadora sensación de pérdida, y de su deseo de inscribir el nombre de Lúthien debajo de su nombre en la lápida. En aquella carta, y también en la que se cita en la página 33 del presente libro, volvió al origen del relato de Beren y Lúthien, en un claro de un bosque lleno de cicutas cerca de Roos, en Yorkshire, donde ella bailó; y dijo: «Pero la historia se ha torcido, y he quedado abandonado, y yo no puedo implorarle al inexorable Mandos». 

¿Sabías que…? 

• Según John Garth, autor de Tolkien y la Gran Guerra (Minotauro, 2014), una de las escenas clave de Beren y Lúthien está inspirada en un paseo con su esposa Edith, en el que ella se puso a bailar en un claro lleno de flores blancas. Declaraciones para la BBC de John Garth: http://bbc.in/2qCMJnc

• Los nombres de Beren y Lúthien están grabados en la lápida de la tumba que comparten J.R.R. Tolkien y su esposa Edith, en el cementerio de Wolvercote, en 

• Beren y Lúthien se publica en el décimo aniversario de la publicación del último libro de la Tierra Media, Los hijos de Húrin, que lleva vendidos más de 85.000 ejemplares en Minotauro.

• La historia de Beren y Lúthien se menciona en El Señor de los Anillos, donde también encontramos una historia de amor entre un mortal y una Elfa (Aragorn y Arwen, que además es descendiente de Lúthien). 

• Beren y Lúthien mantiene el espíritu de la narrativa oral, de hecho, en la primera versión es una de las historias que los Elfos contaron a Eriol en la Isla Solitaria. Con ésta y otras historias de El Silmarillion, la intención de Tolkien era crear una narrativa de los pueblos de la Tierra Media y dotarlos de sus mitos y leyendas. 

J.R.R. Tolkien es el celebrado creador de la Tierra Media y el autor de obras de ficción tan clásicas y extraordinarias como El Hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion. Sus libros han sido traducidos a más de sesenta lenguas y se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo. 

Christopher Tolkien nació el 21 de noviembre de 1924 y es el tercer hijo de J.R.R. 

Tolkien. Elegido por Tolkien para ser su albacea literario, ha dedicado su vida desde la muerte de su padre en 1973 a la edición y publicación de su obra inédita, entre la que destacan El Silmarillion y las colecciones de relatos tituladas Cuentos Inconclusos y La Historia de la Tierra Media. Vive en Francia con su mujer Baillie desde 1975. 

Alan Lee es el ilustrador de la aclamada edición especial de El Señor de los Anillos, así como de la edición conmemorativa de El Hobbit. Estudió diseño gráfico y la representación de los mitos celtas y nórdicos, y ha ilustrado un amplio abanico de libros. 

Del Prefacio de Beren y Lúthien, de Christopher Tolkien (pág. 16). Así definía J.R.R. Tolkien la historia: 

«En una carta de 1951, citada con frecuencia, mi padre la llama «la principal de las historias del Silmarillion», y dice de Beren que es «el mortal proscrito, el que tiene buen éxito (con la ayuda de Lúthien, una mera doncella, si bien perteneciente a la nobleza élfica) allí donde los ejércitos y los guerreros habían fracasado: penetra en la fortaleza del Enemigo y arranca uno de los Silmarilli de la Corona de Hierro. De este modo obtiene la mano de Lúthien y se lleva a cabo el primer matrimonio entre mortales e inmortales. 

Como tal, la historia es una novela de hadas heroica (hermosa y vigorosa, según creo) comprensible en sí misma con sólo un vago y general conocimiento del entorno. Pero es también un eslabón fundamental en el ciclo, privado de su plena significación fuera del lugar que ocupa en él». 

El relato de Beren y Lúthien era, o se convirtió, en un elemento esencial en la evolución de El Silmarillion, los mitos y leyendas de la Primera Edad del Mundo concebidos por J.R.R. Tolkien. 

El autor escribió el relato durante el año siguiente a su regreso de Francia y de la batalla del Somme a finales de 1916. 

Esencial para la historia y sin haber sido nunca alterado, el elemento central del relato es el destino que ensombrece el amor de Beren y Lúthien, dado que Beren era un hombre mortal y Lúthien una Elfa inmortal, cuyo padre, un gran señor Elfo, en clara oposición a Beren, impuso a éste una tarea imposible que debía llevar a cabo si quería desposar a 

Lúthien. Éste es el núcleo de la leyenda, que acaba conduciendo al absolutamente heroico intento de Beren y Lúthien de robarle un Silmaril al más malvado de todos los seres: Melkor, también llamado Morgoth, el Enemigo Oscuro. 

En este libro Christopher Tolkien ha intentado extraer la historia de Beren y Lúthien del contexto narrativo más amplio al que pertenecía; pero la propia historia había ido cambiando mientras desarrollaba nuevas asociaciones dentro de la mitología. Para ilustrar una parte del proceso a través del cual este «Gran Relato» de la Tierra Media evolucionó a través de los años, Christopher ha narrado la historia en palabras de su padre ofreciendo, en primer lugar, su forma original, y a continuación pasajes en prosa y verso de textos posteriores. Presentados en conjunto por vez primera, revelan aspectos argumentales y estilísticos de la historia, que se perdieron más tarde.